
¿Puede Bahía de Kino crecer en Turismo?

Por: Luis Fernando Heras Portillo. Desarrollador de negocios turísticos, comerciales e industriales.
Bahía de Kino ha sido considerada, durante muchos años, la playa de los hermosillenses. Pero gracias a su inigualable naturaleza y cálidas playas, este destino ha llamado la atención de visitantes de todo Sonora, de otros estados de la república e incluso del extranjero. Sin embargo, a pesar de que se le considera como un lugar con potencial para el turismo, hasta la fecha, este no ha logrado desarrollarse.
Al igual que Puerto Peñasco y San Carlos -los dos destinos turísticos más importantes del estado -, Bahía de Kino cuenta con grandes atractivos naturales y culturales para llevar a cabo actividades recreativas, familiares y deportivas, como la pesca, snorkel y sandboarding. Hermosillo posee una excelente conectividad, con un aeropuerto internacional y vías terrestres que la conectan con Estados Unidos y el centro de México. Entonces, ¿por qué Bahía de Kino no ha crecido turísticamente?

Mi respuesta ante esto es muy directa y natural: Porque en los últimos 40, 50 o quizás 60 años, los hermosillenses y otros habitantes tomaron ventaja de la oportunidad de construir viviendas frente al mar, provocando que los casi 9 kilómetros que comprende la sección principal de la Bahía, desde la entrada principal hasta llegar al Cerro Prieto, estén ocupados principalmente por casas habitación, dejando de lado toda previsión de servicios y espacios necesarios para la construcción de zonas hoteleras, principalmente para el desarrollo de hoteles comerciales de bandera.

De esta manera, el crecimiento de Bahía de Kino transcurrió durante décadas entre el surgimiento de un turismo popular enfocado en el disfrute de las bellezas naturales de la zona. A la par, también fue consolidándose una pequeña comunidad pesquera (que más tarde se dedicaría, en su mayoría, a los servicios), en la zona ahora conocida como “Kino Viejo”. Ahora, después de toda una historia desde su asentamiento hasta su crecimiento rural, una parte del pueblo contará con una red de drenaje. Por lo tanto, se tendrá una laguna de oxidación donde se confinen los desechos del drenaje para que estos no vayan al mar y generen contaminación.

Cabe destacar que para que a una ciudad se le considere ‘turística’, es necesario que se impulse en ella el desarrollo local mediante la prestación de servicios básicos, para que quienes viven en ese lugar y que trabajan en el sector turismo puedan gozar servicios de agua potable, drenaje, pavimentación, recolección de basura, seguridad pública y alumbrado público en sus colonias.
Pero lo que muchas personas no saben es que la sección de playa de Bahía de Kino, conocida como “Kino Nuevo”, no cuenta con un sistema de drenaje sanitario. Es decir, la zona más visitada por los turistas no posee una red hidráulica subterránea bajo la carretera principal, la única carretera pavimentada que existe en Kino Nuevo, para brindar este servicio a las casas habitación, restaurantes, comercios y oficinas.
Lo que actualmente se utiliza es un sistema milenario que los sonorenses hemos tenido en lugares como ranchos, campos y en la sierra: las fosas sépticas. En pocas palabras, el drenaje de Bahía de Kino es un drenaje de fosas sépticas, mediante las cuales se lleva a cabo el tratamiento de los residuos.
Sin embargo, con la organización y estructuración de un proyecto enfocado en brindar un servicio de calidad, junto con las medidas e inversiones necesarias, Kino Nuevo algún día contará con un sistema de drenaje. Con la llegada de la modernidad y la tecnología, es necesario que se cuente también con una visión a largo plazo enfocada en el desarrollo del turismo sustentable, para incluir dentro de los planes de drenaje la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales, y con esto evitar el descargo de contaminantes en el mar de Cortés.

Por otra parte, otro de los servicios que son fundamentales en toda zona turística es la energía eléctrica. Bahía de Kino posee áreas de oportunidad económica enormes, y una de ellas es la posibilidad de albergar plantas generadoras de energía renovable o energía verde.

Con un parque de energía solar, e incluso de energía eólica, sería posible abastecer de energía barata y limpia a los habitantes y turistas, y que no necesariamente sea la que provee hoy en día la Comisión Federal de Electricidad (CFE), misma que suele presentar múltiples fallas en los meses más cálidos del año, cuando se cuenta con una mayor afluencia de visitantes, debido a la demanda de electricidad que genera sobrecarga al utilizarse aires acondicionados, refrigeradores y otros aparatos eléctricos característicos de la temporada.

En general, si se quiere que Bahía de Kino tenga la posibilidad de crecer y desarrollarse, de ser una entidad turística nacional e internacional, deberá expandirse hacia nuevos horizontes. El primero se trata de la zona norte, donde se encuentran hermosas playas de arena blanca que extienden desde el Cerro Colorado y llegan hasta Punta Chueca, e incluso a la altura de la Isla del Tiburón. Esta zona es ideal para la edificación de desarrollos turísticos inigualables gracias a la excelente ubicación que permite apreciar el ecosistema desértico y su unión con el mar.

Por otra parte, la expansión también puede hacerse hacia el lado sur, donde están playas como la popular San Nicolás, con grandes bancos de arena ideales para la práctica de deportes outdoor y el avistamiento de la impresionante fauna local como aves, ballenas y delfines. Con esto se abriría la oportunidad de crecimiento de lo que algún día podrá llegar a convertirse en la Riviera del Mar de Kino.

En lo particular, no tengo la menor duda de que se pueden hacer grandes cosas en Bahía de Kino. En el pasado se han presentado buenas ideas para detonar el turismo, como el gran Lago de Kino y otros proyectos que algunos gobernantes han decidido desechar o ignorar al no tener el más mínimo interés de llevarlos a cabo.
Y ante esto, los visitantes son recibidos con un turismo popular deplorable, hospedándose bajo la sombra de palapas o carpas que rentan por día, sin más servicios que el acceso a baños que no se encuentran a la altura de lo que nuestros visitantes requieren, quienes aun así mantienen su entusiasmo por disfrutar de las bellezas naturales y de las tranquilas aguas, todos haciendo su mejor esfuerzo.

Esta es la respuesta que me permito dar ante la situación del atraso turístico que sufre Bahía de Kino. Estoy convencido de que los hermosillenses, los sonorenses, los turistas nacionales y algunos extranjeros, merecen mucho más. Merecen un Bahía de Kino con mejores condiciones y prestación de servicios, más restaurantes, más hoteles y áreas para gozar de las playas y la naturaleza, que son únicas, bellas e inigualables.
Kino puede salir adelante, todo es cuestión de echar a andar la voluntad política de los gobernantes y de los empresarios que están dispuestos a participar para engrandecer nuestras ciudades turísticas.