
La carrera por la conquista espacial 500 años después del descubrimiento de América
De izquierda a derecha: Detalle de ‘Cristobal Colón a bordo de la Santa María en 1492’, de Emanuel Leutze (1855) y lanzamiento del Crew Dragon de SpaceX en 2020, certificado por la NASA como el primer sistema de lanzamiento comercial en la historia capaz de transportar humanos desde y hacia la Estación Espacial Internacional.
Desde niños se nos ha explicado el descubrimiento de América como un histórico evento de un navegante y cartógrafo genovés de nombre castellanizado Cristóbal Colón. Cómo este logró el apoyo económico de los Reyes Católicos para ir en busca de las riquezas de las Indias Orientales que tanto hacían falta a la corona española después de la reconquista de su propia tierra invadida por los moros por casi 8 siglos.
Si bien es cierto que siglos antes en Grecia había sido demostrado que la Tierra era esférica por Anaximandro de Samos (s.VI A.C.), que es el sustento científico para que Colón intentara llegar a las Indias (Asia) navegando hacia el oeste, muchas personas del siglo XV D.C. aún creían que la tierra era plana y que terminarían cayendo a un abismo.
Se sabe que Colón acudió a los geógrafos de su tiempo, como Toscanelli en Italia, para recabar más información sobre el proyecto marítimo a realizar. Lo mismo hizo con marineros experimentados, algunos de ellos extranjeros. Tenía disponible algunos instrumentos de navegación de la época medieval como el compás o aguja de marear, que podría compararse con una brújula; el cuadrante, que medía la latitud por observación del sol y era más preciso que el astrolabio, un instrumento que servía para calcular la posición del buque en función de la orientación del sol y de las estrellas. En aquel entonces no se contaba con los modernos y precisos instrumentos de navegación y sistemas de coordenadas geográficas con tablas de latitud y longitud como existen hoy en día.

La navegación de cabotaje, siempre con tierra a la vista, no había permitido extender el conocimiento de nuevos continentes, que a últimas fechas se ha venido aceptando y es atribuido a otros exploradores y grandes navegantes como los Vikingos, quienes dejarían evidencias con restos de antiguas construcciones en Canadá siglos antes de Colón.
Si bien la navegación era un arte desarrollado por milenios por las antiguas civilizaciones, como los fenicios quienes fueron grandes comerciantes del mediterráneo; los romanos y los griegos que la usaban en sus campañas militares; los nórdicos en el Mar Báltico y Mar del Norte, la construcción de las naves era de madera que, en condiciones de océano abierto, grandes vendavales y tormentas, eran presa fácil del mal tiempo llevándolas a pique.
Debe ser tomado en cuenta que la duración de las travesías marítimas era de meses, considerando que el impulso era a vela, y a remo muchas veces, y que los alimentos y el agua resultaban insuficientes, presentándose enfermedades por la falta de nutrientes en la calidad y cantidad adecuada. También debe considerarse que, sin un sistema de posicionamiento geográfico como los que existen en la actualidad, su localización era muy poco precisa. En el caso de Colón y sus tres carabelas, “la Niña, la Pinta y la Santa María”, tuvieron errores de cálculo de navegación importantes, como desconocer la distancia a navegar para llegar a las Indias Orientales (Asia) e ignorar por tanto el tiempo total de la travesía. Cabe hacer hincapié que antes no se había documentado la existencia del continente americano, de sus nativos y riquezas naturales, y que por tanto para ellos les contó como un descubrimiento, palabra que justifica el apropiárselo valiéndose de su superioridad militar.

Haciendo una analogía a lo sucedido 500 años atrás, una problemática similar de falta de instrumentos y sistemas especializados de navegación padeció la humanidad al empezar a explorar las inmediaciones del espacio exterior durante la segunda mitad del siglo XX, habiendo tenido que desarrollar las tecnologías necesarias para tal propósito en base a prueba y error. Muchos equipos y astronautas se perdieron en las distintas pruebas hasta lograrlo.
Visto en retrospectiva, en los años 60s los sistemas computacionales actuales apenas estaban en desarrollo con capacidades muy relativas, cuyos programas en lenguaje de programación para diseñar algoritmos y miles de operaciones matemáticas necesarias eran prácticamente a mano. No cabe duda que la Segunda Guerra Mundial trajo consigo el desarrollo tanto de los actuales lenguajes de programación (software) como de las computadoras (hardware). Posteriormente del internet y sistemas de geolocalización y posicionamiento global que hoy día forman parte de la vida diaria y están al alcance de todos. Sin embargo, muchas más tecnologías debieron implementarse, como el tipo de combustible y sus depósitos para levantar los grandes cohetes fuera de la atmósfera terrestre. Así también los trajes espaciales; los materiales de fabricación del módulo en que reingresarían a la atmósfera los astronautas para soportar la fricción y altísimas temperaturas, etc.
Si bien la física es una de las ramas de las ciencias más desarrolladas y siempre a la vanguardia, los logros en materia espacial no habían ido más allá del alunizaje del Apolo XI en 1969. Así fue por más de 50 años, sin embargo, pese al “impass” que tuvieron las grandes potencias como Rusia y Estados Unidos después de dicho momento, el crecimiento económico de China de las últimas décadas y la participación de los propietarios de millonarias empresas particulares en la industria espacial como: Elon Musk (de Tesla) con “SpaceX”; de Jeff Bezos (de Amazon) con “Blue Origin”, y de Sir Richard Branson (de Virgin) con “Virgin Galactic”, ha dado un nuevo impulso a la carrera espacial.

El primero, SpaceX, ya trabaja por contrato con el gobierno norteamericano llevando carga a la estación espacial internacional. Los dos últimos en 2021 construyeron con recursos propios naves que pudieron llegar hasta los 85 y 100 km de altura sobre la superficie terrestre, pero sin dejar la órbita. Con ello, consiguieron el propósito de disfrutar un ambiente ingrávido y una vista de la curvatura de la Tierra, con miras a comercializar a futuro el “turismo espacial” a quienes puedan pagar las grandes sumas de capital que se requiere.
Cabe señalar que, aunque no son misiones tripuladas, en las últimas décadas también se enviaron múltiples sondas a investigar otros planetas del sistema solar por la NASA y otros países. Así también se enviaron varios vehículos tipo “Rover” para estudiar el suelo marciano y observar, entre otras cosas, posibles pruebas de la existencia de vida extraterrestre bajo condiciones distintas a la atmósfera y recursos terrestres. A estas exploraciones se ha sumado China, quien junto con Rusia y otros países como Japón, Arabia Saudita e India, tienen sus miras puestas en la conquista del espacio exterior. Por ello, dichas potencias no han cesado de construir, no solo satélites de comunicación que orbitan en cantidades importantes alrededor de nuestro planeta y que son vitales tanto para la comunicación como propósitos militares, sino que además están construyendo grandes laboratorios espaciales para complementar los conocimientos adquiridos hasta ahora y documentar las afectaciones de las condiciones extraterrestre al organismo humano.
Finalmente, cabe destacar el desarrollo de los grandes telescopios donde es posible visualizar desde el espacio —donde fue instalado el telescopio “Hubble” orbitando la Tierra y con otras longitudes de onda— cuerpos celestes ubicados en otras galaxias a millones de años luz de la Vía Láctea, galaxia donde se localiza nuestro planeta. Así también las matemáticas desarrolladas por los genios Albert Einstein, con su teoría de la relatividad, y del físico inglés Stephen Hawking con los llamados “agujeros negros”, producto de la teoría del primero a inicios del siglo XX.

El espacio y el tiempo, y su relación con la masa, son temas matemáticos complejos que los físicos seguirán trabajando por mucho tiempo, y con los cuales los escritores de ciencia ficción seguirán imaginando el camino. Pese a que en las últimas siete décadas el hombre ha sido capaz de desarrollar naves y sistemas de navegación que le permiten viajar al espacio, incluso considerando elevadas velocidades alcanzadas fuera de la atmósfera, pero sin llegar a alcanzar la velocidad de la luz; habida cuenta el inmenso tamaño de nuestra galaxia y de los millones de galaxias que conforman el universo, resulta cuasi imposible que nave alguna pueda desplazarse más allá de nuestro propio sistema solar. Luego entonces será necesario que los hipotéticos “agujeros de gusano”, también conocidos como puente de Einstein-Rosen, existan, y permitan transportarse en el tiempo al espacio sideral. Estos fenómenos de la materia se explican como “atajos en el espacio y el tiempo que conectan dos puntos que estarían mucho más lejos si siguiéramos un camino «normal» (es decir, sin agujero de gusano)”.

Si bien el puente de Einstein-Rosen es algo aún no comprobado e inverosímil, producto de intrincadas teorías matemáticas de los grandes cerebros y genios de la época moderna, bien podría suceder lo mismo que con los “agujeros negros”, que también se pensó por mucho tiempo que no existían y del cual se capturó una imagen en 2019 (NASA). Así también lo sucedido con Colón, y los Reyes Católicos que lo patrocinaron, en una empresa que se pensaba imposible en el siglo XV: la de navegar hacia el oeste para llegar al continente asiático, y sin embargo lo lograron.
Fuentes:
- “Proyecto de Colón” – www.educa.jcyl.es/educacyl/cm/gallery/Recursos%20Infinity/tematicas/colon_vcentenario/quien/latierra.html
- “Cristóbal Colón” – www.cervantesvirtual.com/portales/cristobal_colon/cristobal_colon
- “Colón a través de sus instrumentos de viaje” – www.lne.es/aviles/2015/05/17/colon-traves-instrumentos-viaje-19801957.html
- “La invasión musulmana en España contada en 2 minutos” – www.periodistadigital.com/ciencia/educacion/20180617/invasion-musulmana-espana-contada-2-minutos-video-689402378594
- “Agenda espacial 2021” – www.youtube.com/watch?v=eir_zGuwGos
- “Una breve historia de los agujeros de gusano” – www.investigacionyciencia.es/blogs/fisica-y-quimica/85/posts/una-breve-historia-de-los-agujeros-de-gusano-14632
- “¿Qué son los agujeros negros?” – ciencia.nasa.gov/que-son-los-agujeros-negros