Popote, metate y apapacho: Conoce las palabras en náhuatl que perduran en nuestro vocabulario
El náhuatl era una de las tantas lenguas que se hablaban en México antes de la conquista. De esta se conservan aún sobreviven palabras como molcajete o petate; axolote, atole, cacahuate y otras más que seguimos utilizando.
La lengua de los mexicas era el náhuatl clásico, que actualmente es la lengua indígena con la mayor comunidad lingüística en México. Sin embargo, el día de hoy predomina el español dado que gran parte de la población es mestiza, quienes conservan el náhuatl como su lengua madre son personas de aquellos pueblos originarios.
Durante la época del Imperio mexica, centrado en México-Tenochtitlan, el idioma llegó a identificarse con el grupo étnico políticamente dominante mexica y, en consecuencia, el idioma mexicano se describió “lengua mexica”, según los estudios realizados por la Real Academia Española.
Esta lengua abarca variantes lingüísticas o dialectos divergentes de una misma familia, la yuto-nahua que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas suman 30 variantes.
De la misma manera, la lengua náhuatl se extiende por todo el territorio mexicano y en distintas zonas del país; la zona central, oriental y de la periferia, estas se dividen a su vez en más regiones que ocupan los estados de Morelos, Tlaxcala, Guerrero, Michoacán, Jalisco y las localidades de Tetelcingo, la Sierra Norte de Puebla y las huastecas (Hidalgo, San Luis Potosí y Veracruz).
Para la escritura que dio pie a las palabras que aún usamos en nuestras conversaciones, existían códices llamados “amoxtlis”, pero la académica María del Carmen Alberú, en un estudio sobre códices mexicas, expone que se cree que ningún amoxtli mexica auténtico sobrevivió a la Conquista, debido a que la mayoría de los amoxtlis existentes son reproducciones, versiones censuradas, modificadas, o completamente realizadas por autoridades eclesiásticas españolas.
Ahora bien, algunas palabras del náhuatl las escuchamos en todas partes, pero su significado no lo conocemos, ni siquiera se considera a veces su raíz.
Desde alimentos hasta objetos de uso diario, esta bella lengua está entretejida con nuestro español moderno. En ese vocablo que todo mundo tiene el día de hoy, hay términos como “chocolate”, “popote” y otras palabras en náhuatl que sobrevivieron a la conquista de Hernán Cortés y que a diario utilizamos sin saber su origen.
La lista construida por estas palabras, además de las antes mencionadas, incluye: aguacate, apapacho, canica, chapulín, chicle, chile, petate, molcajete, comal, elote, escuincle, hule, nopal, tianguis, y tlapalería, que son las más populares. Sin embargo, el listado es todavía más largo.
Dentro del campo de los animales, se conservan las siguientes: asno, coyote, guajolote y mayate; en esta división se encuentra la palabra “papalotl” que hoy usamos para referirnos a un juguete similar al cometa, pero su significado es “mariposa”. Para el grupo de las plantas, se conserva “ahuehuete” y “quelite”.
Pasando al grupo de los términos aún utilizados para los alimentos, encontramos: atole, mole, pozole, tamal y tejocote.
Otras palabras que eran muy frecuentemente usadas en la lengua náhuatl y siguen funcionándonos son: comal, cuate, jícara, tomate, guacamole y mitote.
Cabe destacar también que hay nombres propios que siguen vigentes que son palabras en náhuatl, tales como “Xóchitl” que significa “flor”, el seudónimo del pintor Gerardo Murillo, Dr. “Atl”, que significa “Agua” o “Yolotl” que quiere decir “corazón”. Otros muy comunes son: Tlacaélel, Aquetzalli, Meztli, Ameyalli, Ehécatl, Huitzitzillin, Tonatiuh, Tlalli, Tonantzin y Quetzal.
Vía Infobae