Alcances del Home Port de Puerto Peñasco
Por: Luis Fernando Heras Portillo
Desarrollador de negocios turísticos, comerciales e industriales.
La conclusión del Home Port en Puerto Peñasco sería una gran oportunidad económica y social, de gran impacto regional que haría crecer el turismo en Sonora si se concretan las gestiones del gobernador electo Alfonso Durazo Montaño.
En su reciente visita a la Ciudad de México, donde tuvo un encuentro con el presidente Andrés Manuel López Obrador, Durazo Montaño se reunió también con otros funcionarios federales para analizar los futuros planes y proyectos del gobierno estatal que podrían llevarse a cabo con el apoyo de la federación, ya sea económico o de voluntad política.
El actual es un escenario inmejorable, un momento que se debe aprovechar durante el primer y segundo año del gobierno estatal que coincide con los últimos años del gobierno federal para poder tener la viabilidad financiera para echar a andar esos proyectos.
Hay proyectos de gran alcance, de gran visión, como el que se anunció por el presidente de la República, a propuesta del gobernador electo Alfonso Durazo de establecer un parque de energía solar sonorense con una modalidad local para beneficio de los sonorenses y buscando tener energía eléctrica limpia y más barata.
Esto impulsaría las acciones que ya realizan muchos sonorenses para atacar el calentamiento global, evitar la contaminación y, sobre todo, generar energías limpias.
Entre los encuentros del gobernador electo Alfonso Durazo, destaca el que sostuvo con el secretario de Turismo Miguel Torruco Marqués, al que le planteó la importancia de la terminación del Home Port en Puerto Peñasco.
Este proyecto, que personalmente conozco muy bien desde que solamente era una idea, se confeccionó, se presentaron dibujos, planos y estudios, es uno de los más trascendentes para Puerto Peñasco, la región y para todo Sonora. Un desarrollo que ya existe en otras partes del mundo, pero que sería el primero en México.
¿Qué es un Home Port?
Para aclarar confusiones: en el caso de Guaymas y otras partes de México, existen muelles o atracaderos a donde llegan los cruceros; cuando arriban, los pasajeros bajan, consumen, dejan una derrama económica y se van. Esa estancia es por seis, ocho horas y quién sabe cuándo vuelven.
En el caso del Home Port, se llama así porque es la casa de los cruceros, de donde salen, por ejemplo, para el recorrido por el Mar de Cortés y a donde regresan. Esto significa que cruceros de gran calado, con hasta cuatro mil pasajeros y tres mil personas de la tripulación, necesitan increíbles cantidades de agua purificada y potable; combustible, alimentos, toneladas de pollo, pescado, carne, frutas, verduras y todo lo que requieran. Por eso paran en ciertos lugares donde hay muelles aunque los pasajeros no bajen, como La Paz, Los Cabos, Mazatlán o Guaymas.
En nuestro caso se trata de que el avituallamiento, es decir el proporcionarle al barco todo lo que ocupa para una travesía de siete o 10 días por el Mar de Cortés, sea en Puerto Peñasco.
Eso implica generar una gran central de abasto donde se tenga toda la mercancía que se va a subir al barco en menos de 12 horas. Que el barco esté preparado para recibir a los miles de pasajeros con su capitán, camaristas, cargadores, meseros, cocineros, etc. El crucero es un gran empleador que genera una derrama económica brutal no solo a los lugares donde llega, sino al Home Port que he visualizado y en el que he trabajado mucho.
Algún día tendremos terminada la escollera que son 1,200 metros adentro del mar para que alcance la profundidad. Por la característica de Puerto Peñasco, de sus aguas y de sus olas, necesita cuando menos 22 metros de profundidad para que lleguen los grandes cruceros, ahí vivan, de ahí salgan y le den la vuelta.
El crucero que llegue a las 6 de la mañana, se baja a tierra toda la gente, así como sus maletas, la basura y la ropa sucia, para que en esa central de avituallamiento en menos de seis horas estén subiendo y cargando al barco con todo lo nuevo; con nueva alimentación, verduras, pasteles, pollos, carne, pescado, con todo lo que van a servir los próximos siete días. Y que la historia se repita una y otra vez.
Los grandes beneficios
El Home Port convertiría a Peñasco en una gran industria del turismo mexicano y sonorense, en una actividad comercial e industrial al mismo tiempo, con una enorme derrama económica.
Gente que llega por primera vez a Puerto Peñasco, lo conocen, muchos de ellos se enamoran del lugar, se hospedan en Las Palomas, Mayan Palace o cualquier otro lugar y compran casas o condominios. Así funciona; es cuando comienza el gran negocio del turismo.
Y le ha sucedido a Los Cabos, Acapulco, Cancún, Tulum y a todos los lugares turísticos de México, pero nadie en la historia de México, ha tenido o tiene un Home Port.
Adicionalmente a toda esta mega derrama de millones y millones de pesos que se quedarían en la economía de Sonora, a los lados de esa escollera tan larga que es una especie de L para protección de los cruceros y para que atraquen y ahí lleguen y salgan, el proyecto está diseñado para la construcción de cuando menos dos marinas.
Lo que significa que los principales barcos de Arizona, de Utah o de Nevada que actualmente están en California o en Florida, se vengan a vivir a Sonora y tengamos una marina, así como la de San Carlos, pero 10 veces más grande.
No exagero: dos marinas de gran calado para yates y barcos privados que aparte tendrían su desarrollo inmobiliario, su hotelería, restaurantes. Aquello sería, créame, una transformación brutal económica y turísticamente de Puerto Peñasco.
Urge deshacer la maraña burocrática
Esa es la trascendencia de lo que está haciendo el gobernador electo Alfonso Durazo, que sí le entendió claramente a lo que parece que no le entendieron quienes tenían la responsabilidad de hacerlo estos últimos seis años.
Fue el exgobernador Guillermo Padrés quien echó a andar el Home Port, pero se atoró por cuestiones administrativas y después vivimos seis años en la ignominia, entrampados en discusiones tontas y burocráticas.
Se perdieron más de 700 millones de pesos que se consiguieron por los diputados federales para que se fueran al fondo portuario y ya no están a disposición.
Esa pérdida fue en la Coordinación de Puertos en el gobierno de Enrique Peña Nieto, en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y en la Secretaría de la Función Pública, quien hizo unas observaciones y nunca dio su brazo a torcer.
Toda la maraña burocrática fue provocada por el gobierno federal, por no querer soltar el dinero que ya tenían depositado en el fondo portuario, que se había conseguido en la Cámara de Diputados y que estaba a disposición de la Coordinación de Puertos y en el fondo para mandarlos al Gobierno de Sonora y nunca lo hicieron.
Es decir, el dinero que se consiguió para terminar el Home Port, nunca llegó a Sonora.
Ojalá se pueda rescatar por parte del gobernador electo Alfonso Durazo para que se ponga a disposición del proyecto, terminarlo y echarlo a andar; que todo quede en manos de la oferta y la demanda turística y de la gran ventaja y oportunidad que brinda el Mar de Cortés.
Esa es la Riviera del Mar de Cortés, tener una marca mundial, que vengan a conocernos, a consumir y a dejar mucho, pero mucho dinero a favor de los sonorenses, de los peñasquenses y de México, por supuesto.