Energía solar: el futuro de Sonora
Por: Luis Fernando Heras Portillo
Desarrollador de negocios turísticos, comerciales e industriales.
Lo he mencionado antes: nuestro estado posee características naturales únicas que pueden detonar la industria de las energías renovables. Con ello, Sonora tiene la oportunidad de impulsar la economía y, al mismo tiempo, contribuir a la reducción de los efectos del cambio climático.
Es un tema que he venido planteando desde hace tres años y lo seguiré haciendo por la gran relevancia que tiene para Sonora el desarrollo e instalación de infraestructura para la generación de energía limpia.
Por ello, cabe destacar el proyecto que fue planteado por el gobernador electo Alfonso Durazo Montaño al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, y que tiene mucho que ver con el futuro de nuestra entidad: la energía solar.
El pasado martes 15 de junio, Durazo Montaño sostuvo un encuentro con el mandatario, en el que tuvo la oportunidad de presentarle varios proyectos, siendo uno de ellos en particular el que llamó mi atención porque coincide con mi forma de pensar.
El gobernador electo le dijo al presidente -seguramente con la habilidad que lo caracteriza- que le dé la oportunidad, a él y a los sonorenses, de instrumentar un plan piloto de generación de energía solar en el estado de Sonora, en virtud de que contamos con todas las condiciones necesarias que nos brinda la madre naturaleza para ser una potencia internacional en materia de generación de energía renovable.
Al leer la noticia, y releerla un par de veces más ante la sorpresa que me causó, tuve muy en claro que en ocasiones interpretamos los mensajes desde la perspectiva de donde nos encontramos, en función de lo que hacemos. Como lo mío es la promoción de inversiones, la relación con empresas involucradas en la generación de energía eléctrica, así como proyectos turísticos, desarrollos inmobiliarios, comerciales e industriales por todo el país, no deja de ser para mi un gran aliciente este planteamiento que Alfonso Durazo le hizo al presidente López Obrador.
Nos encontramos frente a una gran oportunidad. De acuerdo con un estudio del Laboratorio Nacional de Sistemas de Concentración y Química Solar, se determinó el recurso solar promedio diario en zonas desérticas como Sonora es de alrededor de 2,400 kilovatios hora (kWh) por metro cuadrado al año. Dicho estudio también determinó que la cantidad de radiación solar que recibe nuestro estado es una de las más altas a nivel mundial, comparable a la que se registra en el desierto de Sahara en el norte de África, en el desierto de Atacama en Chile, en Sudáfrica y en Australia.
Actualmente contamos parques de energía solar impresionantes en Caborca, Pitiquito, Hermosillo y otras regiones del sur de Sonora. Ahora, lo que necesitamos es encontrar la fórmula imaginativa para detonar la industria, y contar con una persona con la capacidad de planteárselo al presidente, y por supuesto, en quien el presidente confíe. Yo creo que ese es Alfonso Durazo, no tengo la menor duda. Por la cercanía, congruencia y eficacia que ha tenido con él, y porque ahora tiene la gran responsabilidad de hacer lo mismo con los sonorenses.
Creo que lo puede lograr. Cuando los proyectos tienen “pies y cabeza”, pero además poseen sentido lógico y factibilidad, es cuando se convierten en realidad. La generación de energía solar es un mar -o quizás en este caso “un desierto”- de oportunidades para Sonora y para los mexicanos.
Si nosotros tenemos la capacidad (y es así como lo maneja el gobernador electo Alfonso Durazo), de que el proyecto se realice con técnicos sonorenses y técnicos mexicanos, con empresas sonorenses y nacionales, con financiamientos nacionales e internacionales pero con inversionistas locales, estaremos dando un gran paso por el futuro económico, social y ambiental de nuestro estado.
Al respecto, existen modelos mediante los cuales se puede llevar a cabo. Uno de ellos es a través de esquemas de Asociación Público-Privada (APP), en donde el gobierno de México otorgue concesiones a la iniciativa privada para que esta invierta en infraestructura, y que, al término de dicha alianza, estos pasen a ser propiedad de la nación. Con acuerdos transparentes y abiertos, el gobierno sería parte de la producción de energía renovable, avanzando en la creación de infraestructura y tecnología sustentable para la nación.
Así es como se generan las oportunidades, cuando los motivos son claros, cuando tienen sentido y sensibilidad. El gobernador electo Alfonso Durazo lo está haciendo de una manera sutil, cuidadosa, consciente de que se trata de un tema sensible para el presidente, puesto que en ocasiones anteriores ha expresado su animadversión hacia esta industria debido a que, según menciona, los extranjeros que llegaron a instalar parques de energía solar o eólica en el país abusaron de las negociaciones con funcionarios de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) con quienes hicieron los contratos. Pero si las cosas se hacen en su justa dimensión, si se hacen de manera correcta, específica y, sobre todo, de una manera nacionalista al quedarse aquí el beneficio, el recurso, lo que aquí se pague de impuestos, México y Sonora saldrán ganando y progresarán de una manera insospechada.
Creo que muy pronto veremos resultados y nos sentiremos muy orgullosos, no solo de los recursos naturales que posee nuestro estado, sino de la capacidad que tenemos tanto inversionistas, ingenieros, técnicos y constructores, para hacer de este proyecto una realidad. Yo estoy convencido de que los sonorenses y los mexicanos podemos.
Aunque veo con mucho ánimo cuando llegan las grandes empresas trasnacionales buscando nuestras riquezas y nosotros, de una manera o de otra, cooperamos con ellos, termina siendo decepcionante saber que terminamos con utilidades desproporcionadas. El pago de los impuestos se va a otros lugares debido a que sus domicilios fiscales ni siquiera están en Sonora. Al final solo terminamos lidiando con la contaminación y otros problemas que sus actividades generan.
Ya es el momento de que a Sonora le vaya bien de otra manera, con imaginación, talento, capacidad y entrega. Para lograrlo, hay que hacer los acercamientos y las propuestas adecuadas, sensatas y respetuosas. Cuando hay voluntad política y voluntad empresarial, y ambas se unen, los resultados son ilimitados.
Tanto la energía solar, el aprovechamiento de nuestros litorales en materia turística como es la ‘Riviera del Mar de Cortés’ y la explotación de las minas de litio, pueden llegar a ser la gran riqueza de la presente y futura generación de sonorenses.
Me da gusto que el proyecto de energía solar en Sonora se lleve a buen término, pero más gusto me dará si realmente se le da un enfoque sencillo, natural, sin complicaciones y si se hace con sonorenses y con mexicanos. Tengo mucha confianza en que así sea.