
Mexicanos logran crear gasolina de bajo costo a base de desperdicios plásticos
El ingenio mexicano es ilimitado y cada vez demuestra con más fuerza que nuestro país tiene lo necesario para innovar en tecnología, principalmente tecnología sustentable.
Ejemplo de ello es el que logró un matrimonio de jóvenes investigadores mexicanos, quienes consiguieron fabricar gasolina con desperdicios plásticos, y lo mejor de todo es que tiene un bajo costo.
El innovador combustible es obra de los jaliscienses Eduardo Sahagún Ceniceros y Angélica Karina Castañeda, quienes preocupados por los daños ocasionados por el plástico en el medio ambiente, e inconformes por los altos costos del combustible fósil, decidieron buscar una alternativa desde hace algunos años.

Gracias a esto, y después de mucho tiempo de trabajo, finalmente encontraron una solución que no sólo es barata (el precio comercial por litro se estima en $4 MXN), sino que también disminuye el impacto ambiental; esto gracias a que está hecha a partir de basura, principalmente de deshechos plásticos.
Además, con el método desarrollado por estos mexicanos también se puede obtener diésel. Y aunque ya han existido otras propuestas para sustituir aquel combustible, Sahagún ha señalado que los resultados hasta ahora no habían sido del todo exitosos.
Diésel de plástico en un tractor. pic.twitter.com/bgDVj8ik4S
— SCEduardo (@esc_eduardo) April 13, 2020
Incluso, la gasolina que ellos mismos han trabajado ha sido sometida a una gran cantidad de pruebas en distintos motores. Y aunque se han producido resultados positivos, Sahagún permanece a la espera de la respuesta de las autoridades correspondientes para que su combustible no sea percibido como un producto ilegal.
En entrevista para el diario Debate, Eduardo Sahagún explicó cuáles son los desechos aptos para reutilizarlos para la producción de los energéticos:
“Nosotros tratamos de usar plásticos que ya no entran en las cadenas de reciclaje. Hay un punto en que hay plásticos ya pasan tantos procesos de reciclaje que ya no se reciclan pero que a nosotros nos sirven: las etiquetas de refrescos, bolsas, emplayes, plásticos agrícolas, envases de residuos peligrosos (aceite de carro, residuos de hospitales biológicos e infecciosos), polietilenos (envases del shampoo, bolsas), polipropileno (tapas de refresco, los foils metalizados como los de las Sabritas, los cases de los celulares, de las computadoras), de la industria automotriz usamos los faros, las defensas”, dijo.