¿Qué esperas?
Por: Sonia Heras Gastélum*
@soniaherass
Vivimos en un mundo donde la envidia destruye familias, el amor se viste de engaño y los traidores de amigos. Si me dejas darte un consejo, Déjalos. Déjalos que te juzguen, que hablen de ti.
Sus opiniones no son tu problema; tú sigue siendo amable, cree en el amor, sé autentico o autentica.
¿Qué importa lo que digan los demás? No te atrevas a dudar de tu valor. Si alguien te desea el mal, tú deséale mil veces el bien. Quien se ama no necesita hacerle daño a los demás, no gastes tu energía con personas que te llenen la cabeza de ideas negativas. Pobres, su vida debe ser difícil y bastante vacía para envenenar la tuya. Lo que más amarga a una persona amargada es no poder amargar a los demás.
Tengo la creencia de que uno de los principales propósitos del ser humano es ayudar a los demás, y si no puedes ayudarles al menos no les hagas daño. Todos llevamos heridas que la gente no ve. Se esconden detrás de las sonrisas, bajo la alegría y se llevan muy dentro del corazón.
No te avergüences, agradece. A pesar de estar luchando contra algo que otros quizá no ven, tu sigues dando lo mejor de ti. Hoy eres más fuerte que ayer. Intenta quejarte menos y agradecer más.
Tu trabajo es encontrar ese propósito y tu recompensa será el compartirlo con los demás. Créeme que, si no tuvieras un propósito, no estarías aquí.
¿Te gustaría dejar tu huella? Quizá pienses que no puedes cambiar al mundo, sin embargo, puedes cambiar el mundo en el que tu vives. Empieza, con miedo, con pereza, con poquito, pero ¡caray! empieza.
Quizá te canses de empezar una y otra vez, pero no te des por vencido. No va a ser fácil, pero valdrá la pena.
* Sonia Heras Gastélum es analista especializada en psicología clínica, feminista y a favor de los derechos humanos.