¿Por qué la música nos ayuda a cuidar nuestra salud emocional?
Actualmente, los seres humanos nos enfrentamos con cada vez más frecuencia a desafíos que a terminan por llevarnos al límite físico y mental. Por lo tanto, terminamos dañando nuestra salud emocional y padeciendo diversas patologías como el estrés, la depresión, la ansiedad, entre otras.
En estas situaciones, muchas personas recurren a la medicación, se aíslan de familiares y amigos, tienden a permanecer más retraídas y cerradas. Sin embargo, existen alternativas para lidiar con esto sin tener que recurrir al aislamiento, y una de ellas es más sencilla de lo que imaginas: escuchar música.
No importa cuál es tu género favorito; ya sea pop, rock, metal, banda, jazz, electrónica o cualquier otro género, escuchar música se considera una buena manera de tratar con las emociones e incluso para controlarlas, sobre todo cuando existen dificultades para expresar y comunicar lo que somos. Pensamos y sentimos. Además de ser una gran aliada durante etapas de recuperación traumas y duelo, la música también sirve como tranquilizante y regulador de las emociones.
Incluir música en tu rutina puede ayudarte a encontrar en ella un mecanismo para equilibrar los cambios de humor. Por sus características rítmicas y repetitivas, la música actúa sobre la neocorteza, una región del cerebro donde se ubican las áreas más desarrolladas de la corteza, calmando y reduciendo la impulsividad y liberando sensaciones de bienestar.
Además, la música nos ayuda a ser más críticos y creativos. Ya sea cantando, bailando, tocando un instrumento o simplemente concentrándote en los sonidos, sus efectos psicológicos son altamente benéficos para nuestra salud mental. Algunos de estos son:
- Activa la liberación de hormonas saludables e inhibe las no saludables
- Crea vínculos más fuertes y un sentido de identidad compartida con otras personas
- Mantiene alejada la soledad
- Te ayuda a expresar tu dolor
- Es una forma de ejercicio físico
- Te permite desconectarte de tus problemas
- Hace que el tiempo pase más rápido
- Estimula tu capacidad de reflexión
Por lo general, elegimos canciones que coinciden con nuestro estado emocional actual, lo que puede mantenernos en una situación triste, enojada o ansiosa por más tiempo del necesario, o que pueden ayudarnos a cambiarlo para mejor. Para que esta actividad sea más beneficiosa para la mente, una sugerencia es cambiar gradualmente el tipo de música que estás escuchando en un momento de crisis a algo más sereno y optimista.
Tanto para quienes tocan instrumentos como para quienes se expresan a través del canto, la música se presenta como una poderosa herramienta que puede fomentar la expresión de diferentes tipos de sentimientos. Además de servir como forma de expresión, esta actividad también contribuye al autoconocimiento y la autoestima.
¿Sabías que la música es mucho más que una opción de entretenimiento y puedes aprovecharla eligiendo integrarla en tu rutina diaria? Cuando necesites ayuda para concentrarte, escuchar música clásica puede ser una buena alternativa, ya que las canciones con un tempo de 60 bpm (latidos por minuto) aumentan la eficiencia del cerebro para procesar la información.
Para ejercitar la creatividad, un buen consejo es armar una lista de reproducción con géneros diferentes a los que normalmente te gusta escuchar. Ahora bien, si tu objetivo es hacer alguna actividad como correr, limpiar la casa, leer o hacer ejercicio, lo mejor que puedes hacer es poner algunas de tus canciones favoritas pues lograrán darte ese impulso de ánimo que tanto necesitas.
Para reducir la ansiedad, lo más recomendable es reproducir canciones más tranquilas. Se ha comprobado que tienen el mismo efecto que una sesión de masaje y también que pueden inducirte a un estado meditativo, alterando la velocidad de las ondas cerebrales y, por tanto, también aliviando síntomas de depresión, tensión y trastornos del sueño.
La música también puede fortalecer las conexiones sociales, ya sea que compartas tus listas de reproducción favoritas con amigos o conozcas gente nueva a través de los gustos compartidos. Además de ayudarte a conectarte contigo mismo, la música te conecta con el mundo.
Vía Thrive Global