Nueva investigación revela que las orcas también forman amistades
En el reino animal, las orcas han demostrado ser muy sociales: viajan en grupos familiares, cuidan a sus nietos e incluso imitan el habla humana. Ahora, los biólogos marinos agregaron un comportamiento más a la lista: forman amistades rápidamente.
Michael Weiss, un ecologista conductual del Centro de Investigación de Ballenas en Friday Harbor, Washington, y sus colegas, lanzaron drones no tripulados desde una lancha a 6.5 metros desde las costas del norte del Océano Pacífico, para captar en video una manada de 22 orcas.
En total, registraron 10 horas de video durante un período de 10 días. Para su sorpresa, los investigadores registraron más de 800 casos de contacto físico entre individuos. Estos incluyeron abrazos, frotamientos de espalda con espalda y nariz con nariz, y saludos con las aletas.
Estas interacciones no fueron simplemente aleatorias, dijo Weiss. Las imágenes de drones revelaron preferencias claras entre las orcas, generalmente siendo sus “mejores amigos” aquellos ejemplares del mismo sexo y edad.
Por ejemplo, las orcas “J49” y “J51”, dos jóvenes varones de 9 y 6 años de edad. Según Weiss, cada vez que se observa un grupo de ballenas, esas dos están interactuando entre sí.
Las tasas de interacción son similares a las observadas en humanos y primates. Los investigadores también observaron más de 1600 casos de saltos y respiración sincronizados, comportamientos que implican cooperación social.
Los jóvenes lideraron la mayoría de estas interacciones, en lugar de hembras o machos mayores. Eso contradice un conjunto de pruebas que muestran el papel central de las hembras mayores en las manadas. Los machos mayores, en particular, eran más “periféricos”, dijo Weiss, pero los jóvenes “realmente parecen ser quienes mantienen unidos a los grupos”.
El estudio fue publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B. y puedes leerlo completo en el siguiente enlace: www.royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rspb.2021.0617
Con información de Science Alert y Science Magazine