Cómo superar el pasado puede ayudarte a construir un futuro más sólido
Ya sea que no puedas dejar de pensar en conversaciones y argumentos que sucedieron la semana pasada o que te estés castigando por uno error que cometiste hace años, quedarse en el pasado puede mantenerte atrapado en el mismo lugar doloroso.
De acuerdo con la autora Amy Morin “13 cosas que la gente mentalmente fuerte no hace”, estar atrapado en el pasado es uno de los problemas más comunes en la sociedad. Mientras algunas personas tienen un trastorno de estrés postraumático que dificulta el avance, otros simplemente no pueden dejar de lado algo que ya sucedió.
Aunque ser autorreflexivos puede ser positivo para nuestra salud mental, para ser una persona más fuerte debes concentrarte en el presente. Mirar hacia atrás todo el tiempo hace que sea casi imposible disfrutar lo que está sucediendo a tu alrededor en este mismo instante, e impide que tu futuro sea más brillante.
Existen muchos ejercicios de fortaleza mental que pueden ayudarte, pero estas son dos estrategias que pueden ayudarte a superar tu pasado y avanzar:
1. Haz las paces con tu pasado
Quizás necesites pensar durante un tiempo para saber por qué estás atrapado en el pasado. ¿Sientes que no eres digno de avanzar? Tal vez heriste a alguien y consideras que quedarte en el pasado es tu castigo. ¿Estás guardando rencor porque piensas que tu ira logra minimizar a otras personas? Tal vez alguien te lastimó y tienes miedo de que si lo superas, significaría que lo que te hicieron “no fue tan malo”.
A veces, vivir en el pasado es una manera fácil de distraerse del presente. Si te encuentras triste o frustrado, podrías sentirte tentado a encontrar un falso refugio pensando que “eras más feliz en aquel entonces”, o prefieras castigarte por haber tomado “la decisión equivocada”. Pero la verdad es que nunca sabes lo que la vida te habría reservado si hubieras tomado una decisión diferente.
Dependiendo de las circunstancias, es posible que solo necesites darte ‘permiso’ para seguir adelante y luego hacer un esfuerzo consciente para ponerte un alto cada vez que sigas pensando en el pasado.
¿Pasó algo traumático y nunca buscaste tratamiento? Si consideras que lo que te hace quedarte en el pasado es algo grave o trágico, puedes buscar ayuda profesional para que te ayuden a curar esa vieja herida emocional.
2. Concéntrate en las lecciones que aprendiste
Pensar que un suceso fue injusto o desagradable te mantendrá atrapado en el pasado. Para sanar, debes dedicar un tiempo a concentrarte más en los hechos y no en las emociones.
Recuerda un momento doloroso y piensa en los hechos, no en tu angustia. Haz memoria y trata de visualizar dónde estabas sentado, qué estabas haciendo, quién estaba allí y qué fue lo que sucedió. Luego, considera las lecciones que aprendiste al sobrevivir ese momento doloroso o al soportar esa experiencia. Algunas de las mejores lecciones de vida se aprenden en situaciones adversas.
Ya sea que escribas un diario o repitas la historia en tu cabeza, repasa los detalles como si fueras un narrador que cuenta los hechos. Hacer esto varias veces puede ayudar a eliminar el dolor emocionar de las experiencias.
Acepta tu pasado, abraza tu presente y planea tu futuro. Negarte a superar tu pasado no se trata de ignorar las cosas que sucedieron. Significa abrazar y aceptar tus experiencias para que puedas vivir el presente. Por lo tanto, debes reconocer el costo emocional que te detiene y luego permitirte seguir adelante.
Si alguien más te ha hecho daño, esto puede implicar perdón. Pero no solo “perdonar y olvidar”, porque es posible que debas apegarte y no ‘olvidar’ la decisión de no tener contacto con esa persona. Pero concéntrate en perdonar dejando de lado el dolor o la ira que sientes hacia él o ella.
Tu visión del futuro debe ser sobre quién quieres ser, no sobre quién solías ser. Si bien puedes reflexionar sobre el pasado lo suficiente como para aprender de él, asegúrate de dejar de lado cualquier enojo, tristeza, vergüenza o culpa que te impida crecer.
Vía INC