5 elecciones inteligentes en tu comida que pueden ayudar al planeta
Existen pequeños cambios que podemos realizar para ayudar al medio ambiente, muchas veces en aspectos de nuestra vida que ni siquiera habíamos considerado, como nuestra alimentación.
Lo que eliges para comer tiene un impacto significativo en la Tierra, pues cuanto más se consumen ciertos alimentos, mayor es la demanda de cultivos, ganado, tierras, agua y energía. Aunque parezcan insignificantes, con el tiempo estas acciones suman.
Puedes hacer la diferencia eligiendo alimentos locales o más ecológicos, e incorporándolos a tu dieta de vez en cuando. Cuanto más lo hagas, más fácil se volverá y mayor será la diferencia que tus acciones tendrán sobre nuestro planeta. Estas son algunas recomendaciones que hace el sitio Treehugger a través de su sección ‘Small Acts, Big Impact‘.
1. Come frijoles en lugar de carne roja una vez a la semana
Cambiar la carne por ingredientes de origen vegetal en una comida reducirá tu huella de carbono. Los frijoles son una excelente opción, así como también las lentejas, granos o nueces. Son fuente de proteínas y pueden hacer que tu comida sea satisfactoria y llena de sabor.
Según la ONU, el ganado representa casi el 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo. Este, en particular, requiere grandes cantidades de alimento, lo que impulsa la deforestación. Si todos en México dejaran la carne y el queso durante un día a la semana, sería como sacar de circulación a 2.9 millones de automóviles de la carretera, o no conducir 22 mil millones de kilómetros. Si eres parte de un hogar de cuatro personas, dejar la carne una vez a la semana equivale a sacar tu auto de circulación durante cinco semanas.
2. Elige pescados pequeños
Si comes pescado, es mejor elegir los más pequeños, como anchoas, calamares, sardinas y caballa, que comer pescados grandes como el atún y el salmón. Elije ostras, mejillones y almejas en lugar de camarones.
Los peces más pequeños tienden a quedar atrapados en redes que no se arrastran por el fondo del océano, lo que los hace menos nocivos para el medio ambiente. Además, ,existe una bioacumulación reducida de sustancias químicas en sus cuerpos porque están en la parte inferior de la cadena alimentaria, lo que los hace más saludables.
3. Come vegano hasta la hora de cenar
Al evitar los productos de origen animal durante el día, puedes ahorrar carbono sin perderte la comida más importante del día. Esto también se conoce como la “dieta vegana antes de las 6”.
Reducir el consumo de productos animales es una de las formas más efectivas de frenar las emisiones de gases de efecto invernadero. Según Jonathan Safran Foer en “We Are the Weather: Saving the Planet Begins at Breakfast”, no comer productos de origen animal en el desayuno y el almuerzo te hará ahorrar 1.3 toneladas métricas de carbono al año.
4. Come más brócolis que espárragos
Comer muchas verduras es una de las maneras más ecológicas y saludables de alimentarnos. Pero incluso entre las verduras, hay algunas opciones que son mejores que otras. Si bien los espárragos son deliciosos, su cultivo es nocivo para el planeta. Un estudio encontró que los espárragos tienen los mayores impactos ambientales. Mientras que el brócoli, la coliflor y las coles de Bruselas necesitan alrededor de 65 litros de agua por kilo para crecer, los espárragos requieren 490 galones de agua por kilo. Comer brócoli en lugar de espárragos una vez al mes reduciría 10,220 litros de agua de tu huella hídrica anual.
5. Usa leche de avena en tu café
La leche de avena es amada por los baristas de todo el mundo, gracias a sus similitudes con la leche de vaca. Tiene un sabor rico y cremoso y se puede espumar para preparar café con leche y capuchinos.
Agregar leche de vaca al café duplica tu huella de carbono, de 0.28 kilogramos de dióxido de carbono de un café negro a 0.55 kilogramos de CO2 por un café con leche. Si cambias a la leche de origen vegetal, las emisiones promedio son aproximadamente la mitad de las de la leche de vaca. La leche de almendras tiene la menor huella de carbono (0,14 kilogramos de CO2e), pero para producirla se utilizan cantidades excesivas de agua y pesticidas; La leche de avena es la segunda mejor opción para el carbono (0,18 kilogramos de CO2).
Vía Treehugger