10 flores comestibles y saludables
Las flores son hermosas y únicas. Adornan tanto nuestros hogares, jardines y a la naturaleza misma con su gran variedad de colores, formas y aromas. Pero además de ser agradables a la vista, también existen las flores comestibles.
Las flores comestibles pueden ser encontradas en distintas formas en la gastronomía de las distintas regiones del mundo, desde la mexicana, hasta la japonesa y del medio oriente.
No todas las flores pueden comerse, pero las que sí se pueden llegan a ofrecer una explosión de sabor y color en muchos platillos, incluyendo ensaladas, salsas, bebidas y platos principales. Incluso, algunas de ellas pueden llegar a tener importantes beneficios para nuestra salud.
Estas son 10 flores comestibles:
1. Flor de jamaica
La hibiscus sabdariffa, o también conocida como flor de jamaica, es una variedad de hibisco originaria de África Tropical, aunque por sus propiedades medicinales y popular sabor, se cultiva también en el sudeste de Asia y Centroamérica.
Entre sus usos más populares se encuentra la bebida jamaica, tés, aderezos, salsa botanera, ensaladas y recientemente en tacos como una alternativa vegana a la barbacoa.
En muchas culturas, el té de jamaica es bebido por sus propiedades medicinales. Algunos estudios indican que la jamaica puede ayudar a reducir la presión arterial y los altos niveles de colesterol. Además, uno de sus beneficios principales es que es diurética, ayudando a eliminar toxinas en el hígado y los riñones.
2. Diente de león
Los dientes de león pueden llegar a ser obstinadas malezas de jardín. Sin embargo, son también una flor altamente nutritiva.
Los dientes de león tienen flores pequeñas, de aproximadamente 2 a 4 centímetros de diámetro. Sus compuestos vegetales poseen poderosas propiedades antioxidantes. Estas se pueden comer crudas, solas o en una rica ensalada. En algunos lugares las utilizan para hacer vino.
Curiosamente, las flores no son la única parte que se puede comer. De hecho puedes hacer té con sus raíces (es diurético y equilibra el azúcar en la sangre), comer sus hojas en ensaladas y disfrutar de sus tallos ricos en fibra.
3. Lavanda
La lavanda es una hierba que posee un aroma encantador y relajante. Originalmente se cultiva en el norte de África y en el Mediterráneo, pero ha logrado adaptarse a regiones con climas similares. Sus flores son pequeñas, abundantes y de un hermoso color violeta.
La combinación de color y aroma hacen que la lavanda sea un ingrediente especial en una variedad de alimentos, incluida la comida horneada (por ejemplo, en pasteles y cupcakes), jarabes, licores, tés, como especia seca y en mezclas de hierbas para carne.
Su sabor combina bien con sabores tanto salados, adoptando un toque a pimienta y madera junto con otras hierbas como romero, salvia y tomillo; o en dulces, complementando a los cítricos, bayas y chocolate.
Cuando cocines con lavanda, es mejor comenzar con una pequeña cantidad y aumentar lentamente hasta lograr el sabor deseado, ya que su aroma y sabor puede dominar el platillo rápidamente.
4. Flor de calabaza
La flor de calabaza es un alimento milenario, cuyas primeras evidencias de cultivo y domesticación se originan en Oaxaca.
Son flores brillantes, coloridas y pueden ser cocinadas fácilmente con sal y un toque de epazote. A pesar no tener aroma, pueden disfrutarse crudas, cocidas o en platillos como quesadillas, cremas, sopas y ensaladas.
La flor de calabaza es una buena fuente de vitamina C, ácido fólico y vitaminas del complejo B.
5. Madreselva (honeysuckle)
La madreselva es una flor originaria de la región de Eurasia y también de Norteamérica. Su nombre en inglés deriva de su dulce néctar. Su flor es fragante y de color amarillo claro o blanco.
Esta flor ha sido vital para el desarrollo de la medicina tradicional china durante siglos. Sus extractos se ingieren o se aplican en la piel para tratar afecciones inflamatorias. También se utiliza en trastornos digestivos, como dolor e hinchazón del intestino delgado, así como también en enfermedades respiratorias.
En el mundo culinario, la madreselva se usa para hacer té o para producir un jarabe dulce, fragante y sabroso. Puedes utilizarlo para endulzar el té, limonadas o nieves. También puedes utilizarlo como sustituto de azúcar en la panadería.
Si bien la madreselva y su néctar pueden comerse, ten en cuenta que las bayas de algunas variedades pueden llegar a ser tóxicas si se ingieren en grandes cantidades.
6. Bugambilia
Además de ser colorida y frondosa, la bugambilia es comestible. Esta planta es originaria de Sudamérica, pero es común verla en diferentes regiones de México.
Su flor ha sido utilizada por siglos en la medicina tradicional de estados del centro y sur de México, principalmente como jarabe para auxiliar en casos de infecciones respiratorias, como tos, asma, bronquitis y gripe.
La bugambilia puede ser preparada en té, bebidas refrescantes o en platillos tanto dulces (merengues, postres) como salados (ensaladas y guisados).
7. Manzanilla
Una de las flores comestibles más populares, la manzanilla es utilizada en la medicina tradicional como un poderoso relajante para fomentar el sueño, como analgésico contra dolores estomacales y cólicos, así como también en la salud de la piel, actuando como un suavizante apto para pieles sensibles.
Uno de sus usos más populares es en té, mismo que puede ser caliente para relajar, o frío y refrescante, combinando bien con limón y otros cítricos.
Por su sabor similar a la manzana, la manzanilla es utilizada, en su mayoría, junto a platillos dulces, tales como avena, pay de manzana, durazno o bayas, y ensaladas de frutas.
8. Rosas
Existen más de 150 especies de flores en todo el mundo, disponibles en todos los tamaños y colores imaginables. La mejor parte es que todas ellas son comestibles.
Una buena manera de identificar si una rosa es sabrosa es su aroma, si este es agradable, es probable que también tenga buen sabor. Sin embargo, solamente los pétalos de las rosas pueden comerse.
Esta flor tiene un sabor aromático, floral y ligeramente dulce. Puede comerse cruda, mezclada con frutas o ensaladas verdes.
Los pétalos de rosas frescas también se pueden mezclar y agregarse a líquidos para crear bebidas (como el agua de rosas), cocteles, mermeladas y gelatinas.
Al igual que otras flores comestibles, las rosas tienen beneficios para la salud. Algunas investigaciones sugieren que ciertos compuestos de las rosas pueden desempeñar un importante papel en la reducción de la ansiedad.
9. Cempasúchil
Más allá de su simbolismo en el Día de Muertos, la flor de cempasúchil ha sido integrada por años en la cocina tradicional mexicana, pues crece de manera silvestre en estados del centro y sur del país, así como también en Centroamérica y parte de Sudamérica.
Las flores de esta planta se caracterizan por ser de un amarillo brillante, naranja e incluso rojo. Por su sabor ligero, se utiliza para hacer sopas y guisados con sus pétalos, así como también en infusiones, helados y repostería. En El Templo de Diana, en Xochimilco, se fabrica un interesante y exótico pulque de cempasúchil.
Además de sus usos culinarios, la flor de cempasúchil tiene propiedades cosméticas y se usa como colorante natural de alimentos y medicinas, por su alto contenido de carotenoides.
10. Verdolaga
La verdolaga es una planta deliciosa que produce pequeñas flores amarillas comestibles. Tiene hojas gruesas y carnosas que pueden comerse crudas o cocidas.
Comúnmente, la verdolaga es considerada una maleza que abunda principalmente después de la épica de lluvias. Sin embargo, su popularidad ha ido en aumento por sus propiedades nutricionales.
Es rica en hierro y otros minerales, también contiene vitaminas A, B y C, es fuente de omega-3 y antioxidantes.
Las flores y hojas de la verdolaga se pueden comer crudas en ensaladas y sándwiches. También pueden saltearse o cocerce al vapor junto con otras verduras como guarnición. Incluso puedes guisarla con carne, (especialmente carne de cerdo).
¿Conoces más flores comestibles?
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Con información de Healthline, México Desconocido, Sección Amarilla y Eco Cosas.