
4 estrategias para evitar el agotamiento
A medida que el mundo avanza, los negocios suben y bajan; ante las situaciones adversas, las empresas requieren de una mayor energía y capacidad de todo el equipo humano que se encuentra detrás. El problema surge cuando este plazo se extiende y las personas comienzan a trabajar demasiado, resultando en agotamiento.
Cuando estamos agotados y con exceso de trabajo, es difícil revivir el mismo sentido de creatividad, productividad y estrategia que tenemos cuando nos cuidamos.
No hay una forma ‘universal’ para recuperarnos del agotamiento. Aprender maneras de adelantarse a los cambios y establecer medidas preventivas en nuestra vida laboral es clave para evitarlo, pues muchos se dan cuenta que están agotados cuando es demasiado tarde.
Esto aplica si sientes que estás al borde del agotamiento, así como también cuando estás trabajando bien en ese momento; es importante en todas las etapas de nuestra vida laboral.
1. Estimula tu jornada laboral
Probablemente hayas escuchado la frase de Bill Gates que dice: ‘La mayoría de las peronas sobreestiman lo que pueden hacer en un día y subestman lo que pueden hacer en un año’. Cuando comenzamos a trabajar y miramos nuestras listas de quehaceres, es probable que tengamos una cantidad considerable de elementos en ella, los cuales creemos que debemos terminar hoy.
Sin embargo, esto no tiene por qué ser así. Disminuye un poco la presión, aunque sea el 10% de tu carga diaria, y relájate sabiendo que todo se hará en el momento indicado. Cuando administras tu tiempo, y designas a cada tarea una hora y día específico para realizarla (y no solo para entregarla), podrás darte cuenta que hay mucho tiempo por delante.
2. Lidera priorizando tareas
Quizás la razón detrás del agotamiento es que creemos que si no terminamos todo hoy, nuestra lista de pendientes crecerá mañana.
Siempre habrá más cosas por hacer. Por lo tanto, para avanzar en tus tareas, lidera tus días laborales por prioridades. Es decir, designa dos o tres de estas tareas como prioritarias, y relega o posterga el resto.
Si solo tienes algunas prioridades clave, es más probable que tu enfoque sea mayor y puedas terminar dichas tareas, incluso más rápido que antes.
3. Respeta tu hora de dormir
Muchos describen el agotamiento como ‘sentirse cansados’. Cuando los días se vuelven más largo para mantenerse al día con la lista de pendientes, es fácil que el trabajo se extienda más allá de tu hora de dormir.
Sin embargo, cuanto menos sueño tengas, mayor probabilidad tendrás de sentirte estresado al día siguiente. A menudo no sabemos cuántas horas de sueño profundo tenemos, por lo que se recomienda realizar un seguimiento de tu sueño.
Existen apps para detectar cuántas horas de sueño profundo, sueño ligero y períodos de inquietud tuviste. Si por la mañana tienes acceso a estos datos, podrás saber cómo estructurar el resto de tu día, en términos de energía.
Por ejemplo, si no dormiste bien la noche anterior, quizás debas dejar los trabajos creativos para otro día y dormir un poco más temprano para recuperarte.
4. Ayuda a tu cerebro a hacer su mejor trabajo
Dado que el cerebro es el centro que controla cómo nos sentimos y cuánto trabajo podemos hacer, es importante darle alimento para que funcione correctamente. Los alimentos pueden ayudar a evitar el agotamiento. Entre los más destacados se encuentran verduras de hojas verdes, tés de hierbas, ginseng, entre otros.
Se recomienda probar diferentes alimentos y observar si lo que acabas de comer te hace sentir animado y optimista, o solo te hace bostezar. Es importante que identifiques aquellos que hacen que tu cerebro funcione mejor. Por ejemplo, algunos dicen que el café provoca agotamiento, y otros afirman que los ayuda a mejorar su productividad.
Fortalece tu dieta con alimentos ricos en nutrientes, y elimina la comida chatarra, azúcares refinadas y otros productos que dañan tu organismo. Siempre ten en mente que debes darle a tu cerebro ‘combustible’ nutritivo para que logre dar lo mejor de sí.
Recuerda que el agotamiento daña nuestra salud. Idealmente, dar prioridad a nosotros mismos, cuidar nuestros cuerpos y prestar atención a cuándo necesitamos descansar debería convertirse en uno de nuestros hábitos diarios, en lugar de solo hacerlo en momentos estresantes, cuando somos más propensos al agotamiento.
Con información de Forbes