En Oaxaca, agricultores siembran girasoles para proteger a las abejas
En los terrenos de siempre cercanos a la ciudad de Oaxaca, desde hace algunos años se han alternado el cultivo de maíz con girasoles. Más allá de lo hermoso que esto resulta, debido a la característica belleza de estas flores amarillas, los agricultores mencionan que el principal objetivo es favorecer a las debilitadas colonias de abejas de la entidad.
Carlos Barragán García, ingeniero en agroecología, egresado de la Universidad Autónoma Chapingo, dijo que estos sitios tienen un alto beneficio para las abejas y demás polinizadores, pues se garantiza su alimento y motiva su regreso.
A nivel mundial, las colonias de abejas han disminuído considerablemente, considerándose incluso cercanas al peligro de extinción. Algunos de los factores nocivos para las abejas son la contaminación y el uso de pesticidas.
La ausencia de las abejas podría generar una crisis en la industria alimentaria al ser ellas las responsables de polinizar sembradíos frutales y de granos.
En Oaxaca, se han establecido sembradíos de girasoles en las regiones de Valles Centrales, Costa y Sierra Norte, teniendo además previsto que se establezcan acciones para reproducirlo en la Mixteca, y así darle alimento a las abejas, abejorros, mariposas y colibríes.
Además de los girasoles, de acuerdo con Barragán García, se tiene previsto que en febrero florezcan plantas como la nube, canola y penumbra.
José Luis García Casas, agricultor del municipio de Magdalena Apazco, dispuso de un cuarto de hectárea de su parcela para la siembra de girasoles, “un cultivo orgánico benéfico para el suelo, que le proporcionará nutrientes e hidrata la tierra”.
Al igual que otros 70 campesinos del valle de Oaxaca, don José también se involucró y arriesgó con el ingeniero Barragán en la estrategia por cultivar plantas que tienen flor que necesitan ser polinizadas para producir semillas y sobrevivir.
Dijo que está satisfecho con la estrategia del cultivo, pues además de favorecer las colonias de abejas y mariposas, ya cuenta con clientes potenciales para el girasol, por ejemplo, los productores de quesillo y queso, quienes destinan los girasoles como forraje para sus vacas.
Con información de Excélsior