
¿Qué debemos hacer los mexicanos para tener un mejor país?

Por: Luis Fernando Heras Portillo
Desarrollador de negocios turísticos, comerciales e industriales.
En muchas ocasiones se ha hablado de lo que esperamos de México: que sea un país próspero, desarrollado y con oportunidades para todos. Aunque en este tema se suele señalar solamente a quienes consideramos que son responsables de lograr este crecimiento, en ocasiones olvidamos lo que realmente puede llevar esto a cabo: qué es lo que debemos hacer los mexicanos para tener un mejor país.
Una y otra vez se habla de proyectos de gran visión y de grandes planes, pero es importante también reflexionar y analizar de qué manera pueden volverse realidad y qué es lo que puede y debe hacer un gobierno, como el Gobierno de México, pero también qué es lo que puede y debe hacer la iniciativa privada para unir esfuerzos y sacar al país adelante.
Como parte de esta responsabilidad que tenemos como mexicanos, a continuación me permitiré comentar, en lo personal, algunos puntos de vista sobre la materia, desde una perspectiva clara, analítica y profesional de un empresario y persona que ve las cosas siempre desde la óptica de cómo sí lograr los objetivos.
En este sentido, considero que existen tres opciones de fondo que se tienen que explorar y trabajar para el crecimiento de México.
La primera de ellas es lo que el Gobierno de México —es decir, el gobierno federal junto con los gobiernos estatales y municipales— puede y debe hacer con recursos propios. Sabemos que el capital es limitado, que hay muchas necesidades y problemas, pero es importante determinar los alcances y posibilidades del gobierno sobre cómo puede contribuir con sus propios recursos.
Lo segundo es lo que el gobierno debe hacer por estrategia. Es decir, de qué manera puede el gobierno trabajar en equipo, tomando en cuenta la soberanía nacional, para avanzar de la mano con la IP. Por ejemplo, asociado en alianzas público-privadas, en coinversiones o en otras modalidades que sean permitidas por nuestras leyes actuales y cualquier otra que se promueva en el futuro. Para ello, es necesario establecer reglas claras y definir planes de acción para lograr que el Gobierno de la República, en conjunto con la iniciativa privada internacional, actúen en beneficio de nuestro país: unos haciendo negocios (IP) y otros garantizando que México no deje de crecer, que no deje de tener nuevos proyectos y modelos de infraestructura con los que logremos no solamente estar entre los 20 países más desarrollados del mundo, sino que también podamos escalar peldaños.

La tercera gran opción para el crecimiento del país es lo que puede hacer la iniciativa privada internacional para llevar a cabo proyectos en territorio mexicano. Y aquí es donde subyace el interés tanto de empresarios mexicanos como del mismo gobierno. Este último debe hacer una labor fundamental de apoyo y de facilitación para la realización nuevos proyectos de desarrollo en materia de infraestructura general, de desarrollo económico, de generación de proyectos viables que impliquen inversión extranjera directa en nuestro país.
Pero, en términos generales ¿de qué proyectos estamos hablando? Es evidente, por ejemplo, que debe haber proyectos de parques de energía solar y eólicos, como los que ya existen, con nuevas reglas, pero sin detener el desarrollo. También otros proyectos de generación de energía renovable como la geotermia, que es la generación de energía eléctrica obtenida a través del calor del interior de la Tierra, como los que ya hay en Baja California, Michoacán, Puebla y Nayarit.

En la industria del turismo, el proyecto de trenes de pasajeros en México tiene un gran potencial de crecimiento a largo plazo. ¿Cómo lograrlo? Con una alianza público-privada en donde el gobierno establezca las reglas y dé los permisos, y la IP aporta los recursos y la tecnología necesaria para llevarlos a cabo. También, proyectos de apertura de aerolíneas internacionales para tener mejores precios, mayor competencia, mayor conectividad y más opciones de vuelos para la ciudadanía, con una infraestructura de conectividad que nos permita acceder a más y mejores alternativas.

En materia de logística, el proyecto del corredor transístmico que conectará los estados de Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Veracruz es fundamental para tener una gran movilidad, tanto de carga como de energéticos que provengan del Golfo de México y que sean enviados al Océano Pacífico para enviarlos al mercado asiático, transportando así mercancía transcontinental. De acuerdo con estimaciones, este proyecto podría representar 2 puntos del PIB nacional y una generación de ingresos aproximada de 300 millones de dólares al año.
Sobre la explotación de recursos, resultan vitales los proyectos de gasoductos por toda la regiones del país con el propósito de contar con una auténtica red nacional de parques industriales que cuenten con la infraestructura que requieren las empresas internacionales. Adicionalmente a ello, para la exploración y explotación de recursos mineros (especialmente el nuevo jugador mundial, el litio), gas natural e incluso petróleo, particularmente en aguas profundas, México requiere abrir su mente a efectos de llevar a cabo alianzas público-privadas, procurando el beneficio de la nación. Esto entendiendo que el gobierno actualmente no cuenta con los recursos que se requieren para llevar a cabo grandes inversiones, y por el contrario, la iniciativa privada internacional lo puede hacer siempre y cuando se otorgue la garantía de seriedad y seguridad en dichas inversiones.
Sobre la explotación de recursos, resultan vitales los proyectos de gasoductos para poder tener sectores estratégicos para la exploración y explotación de recursos naturales y mineros. Entre ellos destacan el litio sonorense, el petróleo y otros.
Finalmente, proyectos de industrialización de materias primas, como frutas, verduras, carnes, mariscos y granos. Cada uno de los productos que provengan de esta industria representa una gran fuente de riqueza, de generación de empleos y de desarrollo de negocios inmobiliarios. Es decir, volver a tener maquiladoras y plantas procesadoras de alimentos, armadoras y todo lo que implique los desarrollos turísticos en la franja fronteriza para llegar a los grandes consumidores: los norteamericanos.

Todos esos proyectos implican nuevas reglas de operación y funcionamiento controlado desde el gobierno, sin importar quién esté en el poder o cómo esté conformada la Cámara de Diputados y Senadores. Lo importante aquí es pensar en México, en los proyectos y en las ideas que sí podemos sacar adelante, que sí podemos construir.
Estos y muchos otros proyectos y propuestas son parte de la transformación real de México. La transformación no se logra desde un gobierno, se logra desde la conjunción de esfuerzos de quienes, repito, hacen viables los proyectos: la iniciativa privada y el gobierno.
México somos todos. México somos todos los que queremos nuevos puertos de carga, ver nuevas opciones de conectividad con Asia y Estados Unidos, de todos aquellos que vemos la oportunidad de tener una frontera norte dinámica, con más maquiladoras, más fábricas, mayores oportunidades de empleo y desarrollo para aprovechar el mercado más grande del mundo, Estados Unidos.
Lo anterior lo planteo con una visión propositiva de México, y de lo que se puede lograr y hacer con la participación de importantes firmas internacionales, inversionistas que puedan consolidarse no solo en Sonora sino también en otros estados de la república.
Esto lo comparto porque estoy inmerso, como muchos otros mexicanos, en ver cómo sí jalamos la carreta hacia adelante, en cómo sí se pueden hacer proyectos, cómo sí se pueden hacer cosas con seriedad, compromiso, tecnología de punta e inversiones internacionales que beneficien a México, a Sonora y, desde luego, al mundo.
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La oportunidad histórica de México con la explotación del litio – Sonora Star
Feb 28, 2022[…] modelo es muy loable y puede ser repetido en México mediante alianzas público-privadas con empresas internacionales que tengan la capacidad probada para explotar el litio. Esto para […]