Entrena tu cerebro para recordarlo todo con este sencillo método
Se dice que el ser humano está formado de sus experiencias y memorias. Pero si olvidamos nuestro pasado, no podríamos ser la misma persona.
Por otra parte, el aprendizaje está relacionado con la capacidad de retención de nuestra memoria, la cual ha sido fundamental para el proceso evolutivo.
Para nosotros, aprender va más allá de la necesidad: lo hacemos también por el amor por el saber. Pero en ese camino lidiamos con un problema que quizá te suene conocido: la curva del olvido o forgetting curve.
La forgetting curve expresa, en una fórmula matemática, el rango entre el momento en que una memoria es generada y el progresivo olvido de ésta. Fue utilizada por primera vez en el siglo XIX por el psicólogo Hermann Ebbinghaus, quien fue un pionero en los estudios de la memoria, aplicándolos a él mismo. De esta forma descubrió la tendencia a olvidar, sobre todo información un tanto “sin sentido”, la cual se convierte en una “curva de olvido”, según la fórmula de Ebbinghaus, mientras que los hechos traumáticos forman una línea plana que jamás cae en el olvido.
Ebbinghaus también encontró que las cosas que logramos retener más de 1 día se quedan por mayor tiempo, y que podemos retenerlas todavía más mediante el método de la repetición a intervalos. Éste funciona porque el cerebro tiene que reconstruir las memorias cuando ha pasado un lapso, fortaleciéndose al igual que un músculo cuando hacemos ejercicio. Así que estudiar algo y luego repasarlo al día siguiente, relajadamente, puede ser mejor que estresarse y querer aprenderlo todo en 15 minutos.
Fórmula de Ebbinghaus
La fórmula de Ebbinghaus explica que debes pasar 10 minutos revisando el material o información que deseas aprender dentro de las primeras 24 horas de haberlo recibido. Siete días después, tómate solo 5 minutos para «reactivar» o repasar el mismo material y levantar la curva nuevamente. Para el día 30, tu cerebro solo necesitará de dos a cuatro minutos para «reactivar» por completo el mismo material, elevando nuevamente la curva.
Está comprobado que el método de la repetición a intervalos sirve, sobre todo, para nuestros pequeños placeres mundanos asociados a la memoria: aprender a tocar un instrumento o memorizar un poema. Pero también puedes ponerlo a prueba: está comprobado que la repetición a intervalos es el mejor método para aprender un idioma.
Vía INC y Academia Play