Hablemos sobre depresión
Ilustración de portada por Manolo Barrios.
Por: Sonia Heras Gastélum
La depresión, también llamada “depresión clínica” o “trastorno depresivo”, es un trastorno del estado de ánimo que causa síntomas de angustia que afectan la manera en que sentimos, pensamos y coordinamos nuestras actividades diarias. También puede alterar nuestro ciclo de sueño y apetito.
A raíz de la estigmatización de los trastornos mentales, la depresión frecuentemente termina siendo “el secreto familiar” que todos conocemos de cerca pero que casi nadie se atreve a hablar de él. Este silencio provoca tal grado de desinformación que actualmente existe la falsa creencia de que la depresión es estar triste, cuando en realidad es mucho más que eso; hay personas que se encuentran deprimidas y ni siquiera sienten tristeza. Pero lo opuesto a la depresión no es la felicidad sino la vitalidad, y las personas que padecen este trastorno parecen carecer energía.
La depresión no es igual para todas las personas. Por ejemplo, las mujeres la padecen en mayor medida que los hombres, debido a factores biológicos, hormonales y de ciclo de vida que las hacen tener síntomas de tristeza, baja autoestima y sentimientos de culpabilidad.
Por otra parte, los hombres con depresión son más propensos a sentirse muy cansados, irritables y, en ocasiones, agresivos. Suelen perder el interés en actividades que antes disfrutaban y presentan dificultad para dormir. Lamentablemente, muchos hombres no buscan ayuda porque no reconocen que están deprimidos.
En personas mayores, la depresión los vuelve más propensos a padecer trastornos médicos, como problemas cardiacos, que pueden incluso contribuir a la aparición de más síntomas del trastorno.
Los niños pequeños también sufren depresión. Algunas señales de alerta son fingir estar enfermos o negarse a ir a la escuela, mientras que sus principales preocupaciones son el abandono o perdida de sus padres.
Finalmente, los adolescentes con depresión pueden tener problemas de rendimiento académico, mal humor, son propensos a aislarse, caer en trastornos alimenticios, abusar del alcohol y otras drogas.
¿Cómo se siente estar deprimido?
A continuación, comparto algunos testimonios de cómo es realmente vivir con depresión, relatados por quienes la padecen. Agradezco a las personas que me brindaron la oportunidad de entrevistarlos. Por respeto a su confidencialidad, no compartiré sus nombres.
– “Es una manera más lenta de estar muerto, pero esto es muy importante porque me recuerda que la depresión puede conducir a la muerte real”.
– “Hay días en los que me siento tan triste que ya no logro recordar cómo se siente no estar triste”.
– “Puedes pedir incapacidad en el trabajo si estás enfermo, incluso muestran simpatía y te desean que te mejores. Pero no pasa lo mismo si estás deprimido”.
– “Estar vivo es demasiado doloroso, y lo peor es que yo sé que es ridículo no poder bañarme o hacerme desayuno, pero simplemente no puedo. Mi cuerpo no responde”.
– “Yo no tengo miedo a morir; yo tengo miedo a vivir”
– “Comprender y aceptar tu depresión no previene que puedas tener una recaída emocional, pero hacer la recaída más fácil de soportar”.
¿Qué pasa con los medicamentos?
Una vez diagnosticada por un profesional de la salud -como psiquiatras o psicólogos clínicos –es posible tratarla con psicoterapia o medicamentos, preferiblemente ambos.
Los medicamentos llamados antidepresivos suelen demorar de 2 a 4 semanas en surtir efecto. Aunque los antidepresivos pueden tener efectos secundarios, estos suelen disminuir con el tiempo.
Al respecto, Andrew Solomon, escritor estadounidense especializado en temas políticos, culturales y de psicología, y maestro de psicología clínica en la Universidad de Columbia, en Nueva York, impartió una TED Talk donde habla sobre la depresión (si te interesa verla, te comparto el enlace al final de este artículo). Solomon fue diagnosticado con depresión y compartió lo siguiente:
“Los tratamientos con los que contamos hoy en día son lamentables. Los antidepresivos no son muy eficaces, son sumamente caros y tienen una infinidad de efectos secundarios. A veces me pregunto si los medicamentos me hacen sentirme más como yo mismo, o si me hacen ser otra persona. La verdad es que agradezco padecer depresión hoy en día, y no hace 50 años cuando la depresión se trataba con un internamiento en un hospital psiquiátrico, con técnicas inhumanas o, en el “mejor” de los casos, una lobotomía. Solo espero que en 50 años la gente vea mi tratamiento y se sienta horrorizada de que alguien haya soportado una ciencia tan primitiva”.
* Nota: Ten en cuenta que los antidepresivos pueden ser muy eficaces para muchas personas, pero pueden ser nocivos particularmente en niños. Los antidepresivos pueden hacer que algunas personas tengan pensamientos suicidas, principalmente en la primera etapa del tratamiento cuando empiezan a tomarlos. No obstante, los riesgos de no tratar la depresión supera con creces los riesgos de tomar el medicamento.
La magnitud de la depresión
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS):
• Se calcula que la depresión afecta a más de 300 millones de personas en el mundo.
• Es la principal causa de discapacidad a nivel global.
• Contribuye en gran parte a la carga mundial de morbilidad.
• En el peor de los casos, la depresión lleva a la muerte por suicidio. Se estima que anualmente, cerca de 800,000 personas deciden acabar con su propia vida.
• El suicidio es la segunda causa de muerte en jóvenes de 15 a 29 años.
¿Qué hacer ante la depresión?
La depresión no es un juego ni mucho menos una forma de “holgazanería” o de querer “llamar la atención”. Es una enfermedad que provoca un desbalance químico en nuestro cerebro, quien nos envía una señal de que algo no está bien, aunque pensemos que “todo está bien”.
Me gustaría terminar este articulo con un testimonio que logró cambiar mi percepción sobre la depresión.
“Agradezco a mi depresión porque me ha obligado a valorar mi felicidad, y sobre todo me ha enseñado a agarrarme fuerte a los motivos por los cuales quiero vivir. Incluso en mis peores días la agradezco, porque sé que será pasajero”.
Si conoces a alguien que pueda padecer depresión, o si tú mismo te encuentras en esta posición, no dudes en buscar ayuda porque, como lo mencioné anteriormente, la depresión puede llevar a la muerte. NO ESTÁS SOLO.
Líneas de ayuda y apoyo psicológico:
Servicio Nacional Locatel
- Teléfono: 55 5658 1111
- Chat psicológico: www.locatel.cdmx.gob.mx
- Twitter: @locatel_mx
- Facebook: @locatelmx
Saptel
Sistema Nacional de Apoyo, Consejo Psicológico e Intervención en Crisis
- Teléfono: 55 5259 8121
Comisión Nacional de las Adicciones
Aunque se enfoca en la asesoría por la ingesta de sustancias, también cuenta con asistencia psicológica.
- Teléfono: 800-911-2000 y 800-710-0900
- Twitter: @CONADICm
- Facebook: @conadicmxoficial
En Sonora:
- Dirección General de Salud Mental y Adicciones de la Secretaría de Salud Sonora
- Teléfono: (662)-381-71-10, 11 y 12
- Línea de emergencia: 911
Fuentes de información:
Cortometraje: “Yo tenía un perro negro llamado depresión”
TED Talk de Andrew Solomon
Estadísticas OMS
• www.who.int/topics/depression/es
* Sonia Heras Gastélum es analista especializada en psicología clínica, feminista y a favor de los derechos humanos.
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