El arte y la niñez en tiempos del Covid
Imagen del espectáculo “Una tarde mágica con Tchaikovsky” con Arco y Lira. www.arcoylira.com
El arte ha sido una de las actividades más golpeadas por la pandemia ocasionada por el coronavirus. De acuerdo con el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), en mayo de 2020 los servicios de esparcimiento, culturales y deportivos cayeron 33.9% respecto al mismo mes del año anterior. Sin embargo, en esta época de confinamiento es cuando más notoria ha sido la ausencia de los músicos, actores, bailarines, y demás artistas de todas las disciplinas de contenido cultural, necesitamos de ellos para alimentar nuestro espíritu y cambiar nuestro estado de ánimo.
Por: Anjanette D. Zebadúa Soto*
Cuando yo era niña mi madre me inculcó el amor a la música clásica. Desde muy pequeña me introdujo en las grandes salas de conciertos, y aprendí a comportarme porque ella me contaba historias maravillosas relacionadas con la música que escuchaba, así que era fácil adentrarme en ese mundo mágico al que le iba dando forma al paso de cada nota, cada compás y cada acorde. Desde entonces y hasta el día de hoy me considero melómana.
La música es un alimento para el espíritu, reconforta nuestra alma, nos transporta hasta lugares desconocidos donde nos encontramos con nuestro yo más profundo. Escuchando una pieza musical podemos experimentar amor, alegría, efusividad, nostalgia o melancolía, e incluso llegamos a experimentar una emoción que nos lleva hasta las lágrimas.
La música incuso se ha utilizado para meditar porque nos permite entrar un estado de calma que nos lleva a reducir el estrés y la ansiedad, nos permite sentirnos tranquilos y relajados a tal grado que puede aliviar dolencias físicas, en este sentido es incluso una medicina.
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha realizado un estudio sobre los nexos entre el arte, la salud y el bienestar, y la principal conclusión ha sido que “tener una conexión directa con el arte y la cultura brinda el beneficio adicional de mejorar la salud física y mental”.[1]
Sin embargo, en la actualidad nuestros niños viven una crisis que nunca imaginaron, se les ha limitado su capacidad de movimiento, de convivencia y de juego, y se ha incrementado la interacción que tienen con los medios electrónicos. La pandemia nos ha llevado a hacer todo de manera virtual por el miedo a que contraigan la enfermedad por coronavirus e incluso por la inseguridad que vivimos, la escuela se lleva en casa y estamos replegados entre cuatro paredes a tal grado que los niños de hoy solo “conviven” a través de los juegos en línea, están lejanos de la cultura y las artes, y sólo hablan de la “música” y los nuevos bailes de Fornite.
De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés), el arte ha sido una de las actividades más golpeadas por la pandemia, fueron los primeros en cerrar y cancelar conciertos, presentaciones teatrales, cines, parques, sitos arqueológicos, museos, y seguramente serán los últimos en abrir nuevamente sus puertas al público.
En México, el sector de servicios de esparcimiento, culturales y deportivos llegó a caer hasta 33.9% en mayo, y en septiembre aún mostraba una variación porcentual de -19.3% respecto al mismo mes del año anterior.
Sin embargo, es en este período de distanciamiento físico, cuando más valorada se ha vuelto la cultura, específicamente el aporte que brinda al bienestar físico y emocional, aportes que muchas veces provienen de artistas con pocos ingresos y largas jornadas de trabajo, artesanos que tratan de plasmar en cuadros y/o artesanías el sentir de una cultura milenaria, así como emprendedores y creadores que están reinventándose a fin de subsistir durante esta crisis.
Los sectores culturales de países y ciudades hacen su reingeniería hacia la virtualidad. Aprovechan contenidos, producen, convocan, comunican. Se ha abierto bibliotecas digitales, se hacen recorridos virtuales en museos, los conciertos se hacen en streaming. De modo que las plataformas tecnológicas aparecen como los nuevos escenarios. Como señala Lucina Jiménez, Directora General del INBA y miembro del grupo de expertos de la Agenda 21 por la cultura,[2] muchos creadores abrieron o ampliaron sus canales en sentido colectivo digitalmente. Hay nuevas composiciones, clases, videopoemas, video conciertos. A tal grado que hoy la cultura y las artes son un recurso básico de conexión con el mundo, por lo cual sería deseable su revaloración como sector estratégico.
Pero para ello, debemos comenzar por los niños, que serán el capital humano del futuro. Acercar a los niños a la cultura depende de los adultos que estamos a cargo, tenemos la tarea de transmitirles el valor que tiene el arte, de enseñarles la belleza detrás de cada pieza musical, de cada pintura o escultura, de cada interpretación actoral o dancística. Mostrémosles la magia y creemos para ellos un mundo de esperanza, lo merecen y lo necesitan. Los niños necesitan muy poco para echar a volar su imaginación, fomentemos en ellos esa capacidad para seguir soñando.
Aprovechemos todos los recursos que se ponen a nuestro alcance, que pueden ser gratuitos o con una pequeña cuota de recuperación para los artistas que buscan opciones para subsistir en esta difícil época al tiempo que llevan su talento a nuestros hogares.
En esta ocasión los invito al streaming de Arco & Lira, empresa cultural fundada en 2009 integrada por músicos mexicanos y rusos radicados en México con formación musical de primer nivel que, a través de los años, ha creado 18 espectáculos multidisciplinarios y conciertos temáticos, siete de éstos dirigidos a niños, en los cuales combinan música, teatro, danza, video, títeres y magia.
Entre ellos, destaca el espectáculo operístico para niños “Los Cuentos de Sadkó” con música de Rimsky Korsakov y otros compositores rusos, el concierto «Una tarde mágica con Tchaikovsky y El Cascanueces», en el que un cuenta cuentos y una bailarina dan vida a las piezas más representativas de dicha obra musica, y un homenaje al Cuarteto de Liverpool “Beatles entre Cuerdas” que fue presentado en vivo como lanzamiento en El Lunario del Auditorio Nacional en diciembre de 2018.
Los boletos para descargar el streaming de «Una tarde mágica con Tchaikovsky y El Cascanueces» y poder verlo cuantas veces quieran desde el 16 y hasta el 31 de diciembre están disponibles por un módico costo en la página de Boletópolis www.ElCascanuecesArcoyLira.boletopolis.com Aprovechen la oportunidad para disfrutar una tarde mágica con la familia y los niños en casa.
[1] UNESCO, En época de COVID-19 el mundo consume Arte y Cultura. Disponible en: https://es.unesco.org/news/epoca-covid-19-mundo-consume-arte-y-cultura
[2] Jiménez, Lucina
* Anjanette D. Zebadúa Soto es economista y candidata a Doctor en Estudios Urbanos y Ambientales por El Colegio de México. Especialista en temas de medio ambiente, vivienda y desarrollo urbano. Melómana desde la niñez.