‘Camaroneros’, una novela histórica que enriquece el acervo literario de Sonora
Por: Jesús Fredy Pineda Torres *
Una obra literaria del Dr. Luis Núñez Noriega que nos deja con la sensación de nostalgia, añoranza y recuerdos de lo que es el espíritu del hombre trabajador, esperanzado y combativo. El Dr. Luis Núñez, autor de esta obra, es Licenciado en Economía por la Universidad de Sonora; Maestro en Economía Agrícola por The University of Arizona; y Doctor en Desarrollo Económico Regional también por The University of Arizona.
‘Camaroneros‘ es una novela histórica que se desarrolla en septiembre de 1976, relata la historia de nueve pescadores, cada uno con una historia particular, la mayoría de Empalme, Sonora. Esta novela es de amplia recomendación para envolvernos cada vez más en nuestra rica cultura sonorense, adentrarnos en las costas del Mar de Cortés y ser testigos de la gallardía de nueve hombres que se enfrentaron a Liza.
El Huracán Liza estuvo presente durante ocho días, del 25 de septiembre al 2 de octubre del año 1976, atravesando los estados de Baja California, Sonora y Sinaloa. Fue uno de los mayores desastres naturales en la región noroeste del país. Hoy en día no se conoce cuántas personas perdieron la vida por este huracán, las estimaciones van entre los siete mil y diez mil muertos. Este huracán llegó a ser categoría cuatro con vientos de 225 kilómetros por hora, un vendaval cargado de muerte y destrucción a su paso.
La historia se centra de manera particular en el Capitán Francisco Cota, cabeza del barco camaronero Doroteo Arango. Hombre de familia, padre de cinco hijos, experimentado pescador y excelente conductor de barcos pesqueros. Cota, un empalmense aún joven para lo que muestran sus arrugas, refleja lo que es ser un hombre ecuánime, lo suficientemente duro para que le hagan caso, y lo suficientemente comprensivo para que sea querido por su tripulación.
La tripulación es bastante variada. Todos hombres. Encontramos a César, un muchacho joven, bastante cómico y el “protegido” del Capitán Cota. Raúl, apodado Pichón, un padre de familia, fumador empedernido y amante de la música popular de aquellos días. Marcos, un hombre bastante discreto del cual poco o nada se le sabía, bastante ‘mecha’ corta, pero uno de los mejores pescadores y trabajadores del Capitán Cota. Víctor, un yaqui bastante fuerte, bastante borracho y amante de muchas mujeres. Herman, el cocinero del Doroteo Arango, un hombre letrado, amigo del Capitán, ya experimentado y muy trabajador. Adalberto, el mecánico nayarita, apodado Chango, este hombre era el encargado de revisar el correcto funcionamiento del Doroteo Arango, apoyado por su aprendiz Luis, un joven que sentía un gran afecto por el Chango, a quien le aprendía como si fuese su padre. Finalmente está Carlos, un muchacho joven empalmense que por primera vez trabajaría como ayudante, con la esperanza de juntar algo de dinero para ayudar a su madre.
Cada uno de estos personajes nos describirán sus anhelos, esperanzas, deseos. Veremos cómo cada uno de ellos es motivado por diferentes razones, pero cada una de ellas válidas para sí mismos. Son personajes llenos de vida, algunos se parecen tanto a alguien que nosotros conocemos que la historia puede llegar a atraparnos de una forma especial.
Es significativo, tal como se describe en la novela, que el ser humano es capaz de enfrentarse a la adversidad y buscar salir siempre airoso, sin importar lo difícil que se vea o parezca. El espíritu combativo y que nunca se rinde es parte de esta gran historia que nos hace sentirnos de muchas formas, pero nunca indiferente. Trata matices que nos hacen sentir el mar, el rocío tibio del Mar de Cortés, acompañado de ese hermoso sol que nace por las mañanas para inspirarnos en un nuevo día, y que se oculta por las tardes para acurrucarnos por haber cumplido satisfactoriamente con nuestras tareas diarias.
Cualquier sonorense nacido, criado y de alguna manera conectado con las localidades de Guaymas y Empalme sin duda alguna se sentirá identificado con lo descrito a través de las páginas. Y aunque la posición histórica de la novela es de hace casi cuarenta y cinco años, la verdad es que la colonia Bellavista, el puente Douglas o la bahía entre estas localidades siguen iguales al pasar de los años. Con gente trabajadora, con una vista hermosa, bellamente serena; esperando el nacer del sol cada mañana y su declive cada tarde.
* El autor, Jesús Fredy Pineda Torres. es licenciado en Derecho y Maestro en Procuración, Administración de Justicia y Litigación Oral por la Universidad del Valle de México.
Fotografía de portada por Efraín Bojorquez García.