La alimentación basada en plantas puede reducir el riesgo de padecer diabetes tipo 2, afirma nuevo estudio
Nutrirte con una alimentación basada en plantas puede ayudar a disminuir el riesgo de padecer diabetes tipo 2, de acuerdo con los resultados de un nuevo estudio.
Según la investigación realizada por la Universidad de Harvard, el consumo de alimentos saludables de origen vegetal, como frutas, verduras, nueces, café y legumbres, está relacionado con un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en personas sanas,
El profesor Frank Hu y colegas de la Harvard T.H. Chan School of Public Health en Boston, realizaron el estudio destinado a descubrir perfiles de metabolitos asociados con varias dietas basadas en plantas y evaluar cualquier correlación entre esos perfiles y el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Dicho padecimiento representa más del 90% de todos los casos de diabetes en el mundo. Además, en menos de dos décadas se ha duplicado la frecuencia global de diabetes tipo 2 en adultos, pasando de 150 millones de casos en 2000 a más de 450 millones en 2019. Se estima que para 2045 existirá un aumento de alrededor de 700 millones de casos.
El impacto en la salud mundial de la diabetes tipo 2 se ha visto exacerbado por las diversas enfermedades macrovasculares, como las enfermedades cardiovasculares, y microvasculares, como aquellas que afectan los riñones, los ojos y el sistema neurológico. Las dietas poco saludables, el sobrepeso o la obesidad, la susceptibilidad genética y otros factores relacionados con el estilo de vida, como la falta de ejercicio, son las principales causas de la diabetes.
Por lo que las dietas basadas en plantas, principalmente aquellas ricas en alimentos de alta calidad como cereales integrales, frutas y verduras, se han relacionado con una menor incidencia de diabetes tipo 2.
Estudio
Los investigadores analizaron muestras de plasma sanguíneo y el consumo de alimentos de 10,684 personas de tres estudios. La mayoría de los participantes eran caucásicos, con una edad promedio de 54 años y tenían un índice de masa corporal de 25,6 kg/m2.
Los participantes en el estudio completaron cuestionarios de frecuencia de alimentos (FFQ) que se evaluaron en función de su adherencia a una de las tres dietas basadas en plantas: un Índice de dieta basada en plantas (PDI) general, un Índice de dieta basada en plantas saludables (hPDI) o un Índice de Dieta Basada en Plantas No Saludables (UPDI).
Durante el seguimiento, los participantes diagnosticados con diabetes tipo 2 tenían una menor ingesta de alimentos nutritivos de origen vegetal y puntuaciones más bajas de PDI y hPDI que aquellos que no adquirieron la afección. También eran más propensos a tener presión arterial alta y niveles de colesterol, tomar medicamentos para la presión arterial y el colesterol, tener antecedentes familiares de diabetes y ser menos activos físicamente.
De acuerdo con los datos de metabolómica, las dietas basadas en plantas se relacionaron con distintos perfiles de múltiples metabolitos, que diferían considerablemente entre las dietas basadas en plantas buenas y no saludables.
Además, las puntuaciones del perfil de metabolitos tanto para la dieta basada en plantas en general como para la dieta saludable basada en plantas se asociaron inversamente con la diabetes tipo 2, independientemente del IMC y otros factores de riesgo de diabetes. Por el contrario, la dieta poco saludable basada en plantas no tuvo tal asociación.
Según los investigadores del estudio publicada en la revista científica Diabetologia, se cree que estos metabolitos deben explorarse más a fondo porque podrían dar razones mecánicas de cómo las dietas basadas en plantas pueden reducir el riesgo de diabetes tipo 2.
Alimentación y medio ambiente
Una dieta basada en plantas no solamente beneficia tu salud; también tiene un impacto en el medio ambiente. En años recientes, especialistas han hecho énfasis en la importancia de cambiar nuestros hábitos alimenticios para proteger al planeta Tierra del cambio climático.
Lo anterior se debe a que, a través de nuestras elecciones de alimentación, es posible minimizar nuestra huella de carbono al reducir la demanda de productos cuyas industrias se les considera altamente contaminantes, como carnes rojas, alimentos procesados, bebidas azucaradas y más.
Por ejemplo, un estudio encontró que The JUMP —un movimiento para alentar a las personas a comprometerse a hacer seis cambios en su estilo de vida en los próximos diez años— puede representar una cuarta parte de las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero necesarias para reducir el calentamiento global a 1.5 grados Celsius.
De acuerdo con el cofundador del movimiento, Tom Bailey, el primer paso es: “Llevar una alimentación mayoritariamente vegetal, sin desperdicios y con raciones saludables”.