
Regalo de la naturaleza: 5 flores endémicas de México para el mundo
Con colores tan vivos como el alma alegre de sus habitantes, las flores endémicas de México son reconocidas en el mundo no solo por su belleza, sino por su valor histórico, cultural, alimenticio y medicinal.
Su uso ornamental en hogares, fiestas y ceremonias se ha generalizado tanto, que no está de más recordar de dónde es nativa cada una de estas flores propias de nuestro país y que, por lo mismo, representan orgullosamente la riqueza biocultural con que contamos.
A continuación te mostramos cinco ejemplos de estas flores que, hoy por hoy, son un gran tesoro nacional y regalo de México para el mundo.
Dalia (Dahlia coccinea)

Declarada “Flor Nacional de México” en 1963, esta hermosa especie es muy valorada desde tiempos prehispánicos por los diversos y vivos colores de sus 43 variedades, 35 de las cuales son endémicas de México. Además, posee atributos medicinales, culinarios y nutricionales.
Con esta linda flor se adornan casas y templos, y de sus suaves pétalos se extraen tintes, se elaboran exquisitos platillos pero también es un buen forraje, tal y como lo documentaron Francisco Hernández, en su “Historia de las Plantas de la Nueva España”, y los botánicos Mociño y Sessé durante la Real Expedición Botánica a Nueva España, entre 1787 y 1803.
Nochebuena (Euhphorbia pulchérrima)

Conocida originalmente con el nombre náhuatl de Cuetlaxóchitl, que significa “flor que se marchita” o “flor de cuero”, esta planta es endémica de nuestro país donde crece, desde Sonora hasta Chiapas, e incluso en partes de Guatemala.
Este arbusto mexicano sobresale por sus hojas rojas, pero también hay nochebuenas color rosa, amarillas y blancas.
La flor se popularizó en todo el mundo después de que Joel Robert Poinsett la llevara a Estados Unidos en 1829 con el fin de reproducirla y propagarla.
Aunque su uso común es de ornato en los hogares, iglesias y otros espacios durante las fiestas de Navidad, también posee propiedades medicinales para aliviar afecciones respiratorias, del corazón y menstruales.
Magnolia pacifica (M.pacífica)

Esta flor originaria de México se encuentra en el listado de especies amenazadas de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-ECOL-2001. La madera del árbol de magnolia es usada para trabajos de carpintería y su flor tiene usos en la medicina tradicional para padecimientos cardíacos.
Naturalmente encontrado en los estados de Sinaloa, Nayarit y Jalisco, este árbol vascular es estudiado por el Herbario Nacional de México del Instituto de Biología de la UNAM con el objetivo de garantizar su existencia, ya que su uso es completamente local y no se conoce plenamente gran parte de sus beneficios.
Orquídea Pelícano (Cypripedium irapeanum)

Esta variedad de orquídea es endémica de México. Se escondeen los bosques de pino y mixtos de roble, y en las laderas de piedra caliza desde Durango hasta Honduras. Su nombre lo recibió por su pétalo inferior con forma de globo.
Esta flor se distingue no sólo por su color y majestuosa forma, sino también por lo sutil de su presencia, ya que es extremadamente difícil de cultivar porque depende de un hongo simbiótico que le brinda los nutrientes necesarios. Investigadores de la Universidad Veracruzana redoblan esfuerzos para garantizar su protección, ya que se encuentra en la lista de especies en riesgo de la NOM-059-SEMARNAT-2010.
Peyote (Lophophora williamsii)

Una de las muchas plantas suculentas que habitan los desiertos mexicanos es el peyote, también catalogado como especie vulnerable en la Lista Roja de la UICN, y como planta sagrada por distintos pueblos originarios.
Las flores del peyote son raras por su efímera presencia, pero delicadas al brotar. Este cactus es extensamente utilizado con fines medicinales y psicotrópicos por los pueblos indígenas, entre ellos huicholes, mexicas y navajos.
Vía SEMARNAT