5 trucos para mantenerte enfocado todo el año
Siempre que inicias algo nuevo, la motivación, la emoción y la esperanza te mantienen en marcha. Sin embargo, estas suelen desaparecer cuando perdemos el enfoque en nuestros objetivos, por lo que tener muy claro tu propósito te ayuda a evitar que luches por mantenerte concentrado en lo que haces.
Por ejemplo, algunas razones que nos hacen desconcentrarnos son:
- Tener demasiadas ideas
- Aumento de dificultad
- Charla interna
- Charla externa
- Propósito poco claro
A continuación de explican cada una de ellas:
Demasiadas ideas
Cuando tienes más ideas en la cabeza de las que puedes controlar, tendrás dificultad para mantenerte concentrado, pues querrás hacerlo todo al mismo tiempo. No hay nada de malo en esto, pero si realmente deseas lograr alguno de esos objetivos, primero debes tenerlos bien claros.
Comienza haciendo un mapa de todo lo que deseas hacer en un tablero digital o físico. Nuestro cerebro es visual, por lo que será muy útil ver (literalmente) los objetivos por los que estás trabajando. Cuando reflexiones sobre tu tablero de visión, podrás comenzar a ver en qué orden debes trabajar para cumplir tus metas. Por ejemplo, si deseas comprar una casa de un millón de dólares pero no ganas lo suficiente, la casa no es el verdadero objetivo sino incrementar tus ingresos, por lo que este último debería ser tu primer objetivo.
Aumento de dificultad
Como adultos, lidiamos con decenas de situaciones todos los días. Es fácil darse por vencido cuando nos inundan los pendientes y las cosas se vuelven más difíciles. Pero superar las dificultades teniendo confianza en ti mismo y en tus capacidades te ayudará a mantenerte concentrado.
Cuando algo en lo que estás trabajando se vuelve difícil, reflexiona sobre lo que está sucediendo para trazar un camino hacia la solución. Este puede incluir más información, una mejor formación, contratar a un asesor, asociarte con otras personas, etc.
Charla interna
Desde nuestra infancia hasta la actualidad, las personas pasamos por una formación que podría incluir creencias limitantes o erróneas que a menudo luchamos por romper.
Entre el ‘no puedes hacerlo’, ‘es imposible’ o ‘no es para ti’, lo más importante es mantener a nuestro ‘crítico interno‘ bajo control. Para lograrlo, mira a tus objetivos todo el tiempo, siempre que lo necesites. Si crees que puedes hacerlo, ¡es verdad! Puedes lograrlo. Aprende a silenciar a tu ‘saboteador personal’, especialmente si la charla que estás teniendo internamente no se alinea con tus objetivos. Cuando surja un pensamiento limitante, piensa ‘¿esto es relevante para mi?‘.
Charla externa
“La comparación es la ladrona de toda alegría”. Es muy fácil abandonar el camino hacia el cumplimiento de tus metas cuando te comparas con los demás. La tecnología actual complican aún más esto, pues tenernos a la mano miles de perfiles en redes sociales e historias de vida que te hacen creer que no eres lo suficientemente bueno.
Pero recuerda que cuando ves a una persona en redes sociales disfrutando sus vacaciones, la mayoría de las veces estás viendo el resultado final de sus esfuerzos y no el difícil camino que los llevó hasta allí. En lugar de seguir a las personas que alimentan en ti una charla externa negativa, sigue a las personas que te inspiren a ser mejor.
Propósito poco claro
Tener un propósito claro es la clave del éxito. Si no sabes lo que quieres, ¿cómo sabrás qué hacer? Para aclarar tu mente, piensa ‘¿Con qué frecuencia defines el propósito de tu trabajo?‘ Por ejemplo, si este fuera “Quiero hacer más ejercicio para poder controlar mi peso más fácilmente”, el propósito claro sería “quiero controlar mi peso más fácilmente”, lo que al final te llevaría no solo a hacer más ejercicio, sino adoptar un estilo de vida más saludable que incluya alimentación sana y suficientes horas de sueño.
Usando el ejemplo anterior, vuelve a escribir el objetivo en el que estás trabajando. Crea una oración clara, convincente y realista. Ponla en un lugar importante para que te sirva de recordatorio cada vez que estés teniendo dificultades para mantenerte concentrado.
Cómo recuperar el enfoque
En primer lugar, debes disfrutar lo que haces. Si bien el camino puede ser difícil, tu meta siempre debe causarte entusiasmo. Si sientes que una tarea no te hace feliz, has fallado. Cuando estableces una meta clara puedes concentrarte más.
De hecho, la razón por la que las personas tienden a tener dificultades para concentrarse es porque están trabajando hacia la meta equivocada. Por ejemplo:
Objetivo: Quiero ser exitoso(a)
Crítica: Esta es una declaración vaga. ¿Cómo mides el éxito? ¿Cómo será tu vida cuando lo hayas logrado?
Meta enfocada: Quiero lograr el éxito en mi negocio aumentando mis ganancias un 50% cada año durante los próximos tres años. Cuando lo haya logrado, contrataré a 20 miembros más del personal, lo que me permitirá dedicar más tiempo a los proyectos que disfruto. Mientras tanto, trabajaré en un proyecto al mes que disfrute.
Lo que hace que este objetivo enfocado sea el adecuado es que se explica cuáles son los objetivos y por qué. Deberás incluir también los resultados claros que deseas obtener, pues esto te ayudará a mantenerte concentrado, y por lo tanto, motivado.
Vía Thrive Global por Puja McClymont, coach de vida y de negocios.