
¿La mejor manera de mostrar gratitud? Valora lo que tienes
Conoces la historia: te levantas todos los días y tu vida comienza a fluir de una manera más o menos organizada. En muchos casos, tu día transcurre inmerso en la inercia o lleno de problemas, pendientes y objetivos a corto plazo que debes cumplir. En otras palabras, no siempre tienes la oportunidad de valorar adecuadamente lo que tienes o de mostrar gratitud por lo que llega a tu vida.
Al final del día, te falta tiempo para recordar los sueños que has cumplido, las cosas que te han causado inmensa felicidad o los momentos más memorables de tu vida. En cambio, las obligaciones diarias te presionan a continuar con la rutina. Pero el deseo de mejorar tu vida y la de las personas que te rodean siempre está presente dentro de ti. Pero por otra parte, apenas le prestas atención a todos los objetivos que ya has logrado.
En esas pocas horas libres del día que tienes, probablemente quieras aprovecharlas para hacer algo de ejercicio, dormir, pasar tiempo con tu familia o amigos o simplemente relajarte. Por lo tanto, puede que olvides que valorar lo que tienes es un ejercicio de reflexión saludable que merece algo de tiempo.

¿Cómo valorar lo que tienes?
Para muchas personas, la gratitud está asociada con el deber. Muchas veces, incluso, agradecer es tomado como un deber molesto para alguien que ha hecho algo por ti. Pero la gratitud es mucho más que eso. La gratitud es un estado mental.
Puedes estar agradecido por las personas que te han ayudado o también por aquellos que te han hecho la vida difícil, porque después de todo pusieron obstáculos en tu camino que pudiste vencer y, por ende, aprender de ellos. Es bueno estar agradecido por tus puntos fuertes, así como por tus defectos. Agradece lo que tienes y también lo que has perdido, porque estas últimas te dieron la oportunidad de crecer y continuar tu camino.

La gratitud y la ciencia
Varios estudios han demostrado que la gratitud puede tener muchos beneficios para tu salud física y psicológica. Su efecto es tan grande que es muy importante dedicar aunque sea algunos minutos al día para apreciar lo que tenemos.
Por ejemplo, diversos estudios del Mindfulness Awareness Research Center de la Universidad de California descubrieron que desarrollar el acto psicológico de la gratitud cambia la estructura molecular del cerebro.
Cuando te sientes agradecido, activas las áreas de tu cerebro encargadas del pensamiento moral. Esto también activa los centros emocionales y sistemas de recompensa del cerebro, pero principalmente la corteza prefrontal. Esta parte del cerebro está involucrada en el comportamiento cognitivo complejo. También participa en el proceso de toma de decisiones, el comportamiento social y la expresión de la personalidad. Otra parte del cerebro que se activa es el cortex del cíngulo anterior, que es el área responsable de las emociones y la empatía.
¿Cómo se comprobó esto? Los equipos de investigadores sometieron a varias personas a diversas pruebas, que implicaron expresar gratitud por varias semanas. El resultado fue muy positivo. El patrón de activación cerebral mencionado anteriormente se reflejó en un aumento de los niveles de bienestar de los participantes: las personas indicaron sentirse con menos problemas de salud en general y se calificaron a sí mismos con tasas más bajas de ansiedad y depresión. Además, afirmaron tener niveles de productividad más altos al sentirse renovados por tener un mejor sueño por las noches.

Algunas formas de cultivar la gratitud
Al despertar, comienza tu día agradecido con lo que tienes. El reconocimiento es la base de la gratitud, pues muchas veces damos las cosas por sentado.
Es cierto que desear las cosas puede motivarte a conseguirlas, pero esto no debería afectar tu aprecio por tu vida actual. Esa es la base de tu autoestima. Es de donde surgen muchas de las emociones que experimentas. Por lo tanto, la gratitud es una de las emociones más positivas que debemos desarrollar.
Un buen ejercicio para estimular la gratitud es escribir una carta o un mensaje alguien que te haya ayudado en algo. No importa si ha pasado mucho tiempo desde que sucedió. Además, puedes pasar unos minutos al día meditanto sobre las cosas por las cuales te sientes agradecido. Otra idea es llevar un diario donde puedas escribir tres cosas que agradeces. Esto puede ayudarte a valorar lo que tienes.
En conclusión, estas son formas muy fáciles de ayudarte a recordar que también debes valorar el presente, principalmente cuando te sientas frustrado por no tener lo que deseas.