
5 beneficios de comer en familia
Una de las tradiciones más populares entre las familias mexicanas es reunirse para comer, ya sea compartir la comida principal o la cena. Sentarse juntos a comer podría traer más beneficios de los que crees. A continuación te mostramos cinco de ellos.
Elecciones de alimentos más saludables
Comer en familia se relaciona directamente con elecciones más saludables de alimentos y un estilo de vida más balanceado. De acuerdo con una encuesta realizada en Estados Unidos, los niños cuyas edades se encontraban entre 9 y 14 años, y que cenaban con sus familias, comieron más frutas y verduras, y menos sodas o comidas grasosas. Esto se debe a que cuando la familia se reúne a comer, tiende menos a comprar comida lista, comida rápida o alimentos congelados.
Disminuye el estrés y fortalece los lazos familiares
Los seres humanos necesitamos tomarnos un tiempo para sentarnos con nuestra familia y platicar acerca de nuestro día. La mesa del comedor es un sitio ideal para reflexionar y charlar.
La Universidad Brigham Young descubrió que cuando la familia se reúne para comer, pueden reducir el estrés relacionado con largas jornadas laborales. También genera una sensación de seguridad y un sentido de pertenencia en niños, lo que fortalece la relación son sus padres y hermanos.

Motiva a los niños en la escuela
Existen diversos estudios que muestran que reunirse a comer tiene un impacto significativo en el desempeño escolar. De acuerdo con un reporte presentado por el Centro Nacional de Adicciones y Abuso de Sustancias en Estados Unidos (CASA por sus siglas en inglés), se reveló que los niños que comían con su familia entre 5 y 7 veces por semana eran más propensos a obtener buenas y excelentes calificaciones.
Protege a los hijos de la presión social
Las comidas en familia representan una oportunidad perfecta para reforzar las enseñanzas hacia los hijos, como por ejemplo, modales, valores y moral. Esto les permite tener confianza en sí mismos y protegerse ante conductas de acoso escolar o presión por parte de personas externas a la familia.
Un estudio de CASA indicó que los adolescentes que se reunían a comer con la familia menos de tres veces por semana tenían una probabilidad 3 veces mayor de haber consumido marihuana, 3.5 veces alguna otra droga, 2.5 veces más de haber fumado tabaco, y 1.5 veces más de haber probado alcohol.

Ahorra dinero y calorías
Comprar comida en la calle es mucho más caro que prepararla en casa, debido a que el costo de los platillos también incluye sueldos, servicios y ganancia de los restaurantes o puestos de comida que la venden.
Además, una comida de restaurante contiene en promedio 60% más calorías que una comida casera, por lo que comer en casa le permite a muchas personas continuar con sus regímenes dietéticos.
Vía Monica’s Table