México a la vanguardia en el desarrollo de bioturbosina
México se perfila hacia el futuro sustentable con la construcción de dos biorrefinerías especializadas en la producción de bioturbosina.
En el marco del Primer Congreso Nacional de Bioturbosina, autoridades e investigadores coincidieron en que que el objetivo principal es colocar a nuestro país como líder mundial en combustibles sustentables para la aviación, mediante el Clúster de Bioturbosina liderado por el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (Ipicyt).
Dicho Clúster inició en 2017 y representa el esfuerzo más grande en cuanto a inversión pública para desarrollar investigaciones sobre la producción de biocombustible.
El subsecretario de Planeación y Transición Energética de la Secretaría de Energía (Sener), Leonardo Beltrán Rodríguez, afirmó que este proyecto contempla un par de refinerías de 750 millones de litros anuales, en las que se aprovechará el talento mexicano para colocar al país a la vanguardia en el desarrollo de combustibles para avión.
«Para concretar este proyecto es necesaria la colaboración de todos los sectores de la industria, así como desarrollar líneas de trabajo con acciones estratégicas», mencionó.
La economía basada en la bioenergía forma parte de las políticas públicas de México como parte de la Ley de Transición Energética emitida en 2016, en la que se indica que el país debe contar con un portafolio de energía limpia de al menos 35% para el 2024 y 50% para el 2050.
Actualmente, el proyecto de investigación sobre la bioturbosina se encuentra en la fase de identificación de las fuentes de biomasa que pueden ser útiles como materia prima.
La energía del futuro
Las bioturbosinas son combustibles limpios derivados de insumos renovables (biomasa) que cumplen las mismas especificaciones técnicas que la turbosina convencional. Los insumos usados para producir bioturbosinas son de origen biológico y por lo tanto renovable. Estos insumos se clasifican en tres categorías: aceites vegetales, biomasa lignocelulósica y azúcares.
Hasta el momento, solo existen tres refinerías de bioturbosina en el mundo: una en Estados Unidos y dos en Finlandia, por lo que se destaca la gran oportunidad que tiene México para trabajar en este tema y contribuir a la protección del medio ambiente con fuentes de energía alternativa.