Incrementar áreas verdes podría ayudar a reducir muertes por enfermedades cardíacas: Estudio
Además de ser importantes para el medio ambiente, las áreas verdes pueden mejorar la calidad del aire que respiramos, y con esto reducir las enfermedades respiratorias, pero también las muertes por enfermedades cardíacas.
Así lo revela una reciente investigación realizada por la Asociación Americana del Corazón (AHA por sus siglas en inglés), en donde se determinó que un leve aumento en la cantidad de áreas verdes, como parques y jardines, puede contribuir a la disminución de la tasa de fallecimientos por enfermedades cardíacas.
Para ello, los investigadores utilizaron el Índice Vegetativo de Diferencia Normalizada, así como datos de calidad del aire, verdor (presencia de vegetación en un área determinada) y censos de 2014-2015 en Estados Unidos. Posteriormente, midieron la vegetación por condado en Estados Unidos y lo compararon con las tasas nacionales de mortalidad por enfermedades cardíacas.
El análisis encontró que por cada 0,10 unidades de aumento en el verdor, las muertes por enfermedades cardíacas disminuyeron en 13 muertes por cada 100 mil adultos. Los valores de verdor (NDVI) oscilaron entre 0,00 y 0,80 y por cada aumento de 1 microgramo de material particulado por metro cúbico de aire, la muerte por enfermedad cardíaca aumentó en aproximadamente 39 muertes por cada 100 mil adultos.
“Encontramos que las áreas con mejor calidad del aire tienen mayor verdor (…) a su vez, se relaciona con tener una menor tasa de muertes por enfermedades cardíacas», explicó el doctor William Aitken, profesor de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami.
Ante los resultados prometedores y los posibles beneficios cardiovasculares de implementar medidas ecológicas, Aitken destacó la importancia que tiene el diálogo sobre la salud al momento de formular políticas ambientales.
“Los formuladores de políticas deben apoyar la ecología a través de esfuerzos que promuevan la justicia ambiental a través del acceso equitativo a espacios verdes, aire limpio y agua limpia, además de minimizar la exposición a los peligros”, detalló.
Los investigadores esperan que sus resultados alienten la realización de más ensayos clínicos que utilicen intervenciones en entornos construidos (por ejemplo, plantación de árboles para aumentar la presencia de vegetación y el verdor) para mejorar la salud cardiovascular.
“Realizaremos un estudio longitudinal en Miami para evaluar si los cambios en el verdor del vecindario a lo largo del tiempo están asociados con cambios en las enfermedades cardiovasculares”, señaló Aitken.
Los resultados mostrados en la investigación forman parte de una versión preliminar que se presentará en las Sesiones Científicas de la Asociación Americana del Corazón 2020.
Con información de Infosalus y Su Médico