El significado de los niveles y ofrendas en el altar del Día de Muertos
El altar del Día de Muertos es una tradición mexicana que se realiza año con año por quienes recuerdan con cariño a sus queridos difuntos. Se trata de uno de los elementos básicos de dicha celebración, cuya composición guarda un valioso significado.
Desde principios de octubre, los mercados, supermercados y tiendas de todo el país se inundan de elementos para armar el altar: calaveritas, flores de cempasúchil, cañas de azúcar, pan de muerto, veladoras y otros elementos. Estos son colocados en diferentes niveles, y aunque no lo parezca a simple vista, cada uno de ellos representa los pasos para llegar al descanso eterno.
Estos elementos, llamados ‘ofrendas‘ son colocados en una mesa. Cuando el altar es de dos niveles, se dice que simbolizan el cielo y la Tierra. Si es de tres niveles, el del medio simboliza el purgatorio.
Existen otras de siete y nueve niveles, cuyos peldaños representan el camino del difunto hacia el cielo.
Significado de los niveles del altar
Si bien no existe una regla de cuántos niveles debe tener un altar, o una fecha oficial para instalarlo, en muchos lugares comienzan a armarlo desde el 27 de octubre, durante la noche de velación a San Judas Tadeo.
Uno de los más populares es el altar de siete niveles, cuyo significado se describe a continuación:
- Nivel 1: Se coloca la imagen del santo al que se le tenga devoción. Las velas no deben faltar cerca de retratos e imágenes de la ofrenda.
- Nivel 2: Se dedica a las ánimas del purgatorio. Con ello, se otorga el permiso a las almas para salir de ese lugar y regresar a la Tierra. Para esto, es recomendable la colocación de una imagen de las ánimas del purgatorio.
- Nivel 3: La sal es uno de los elementos imprescindibles en el altar. Debe colocarse en este escalón para evitar que el cuerpo se corrompa y se purifique el espíritu.
- Nivel 4: Pan de muerto, un elemento que representa la eucaristía en la liturgia católica. Debe colocarse en el cuarto escalón.
- Nivel 5: Platillos, fruta, dulces y en general todo alimento que era del gusto del difunto o difuntos.
- Nivel 6: El retrato de los difuntos se coloca en el sexto escalón. Las veladoras acompañan la imagen del ser querido para que la luz guía su camino de ida y de regreso.
- Nivel 7: La cruz, símbolo cumbre de la religión católica. Se despliega en el séptimo nivel para expiar las culpas del difunto. De acuerdo a la tradición debe formarse una cruz con semillas, frutas y cal, en algunos casos también se agrega la sal.
Significado de las ofrendas
En cuanto al significado de las ofrendas que se colocan en el altar, las siguientes son algunas de sus interpretaciones:
-
Agua: Reflejo de la pureza. ayuda a mitigar la sed del alma que viene de un largo camino y también fortalece su regreso.
-
Veladoras y cirios: su flama es la luz, la fe y la esperanza que guía en este y el otro mundo. En algunas comunidades indígenas cada vela representa un difunto. Si los cirios tienen algún motivo morado significa duelo; si se colocan en forma de cruz implica los cuatro puntos cardinales que orientan el camino del ánima a su casa.
-
Copal e incienso: fragancia de reverencia que limpia y purifica el ambiente, además ahuyenta los malos espíritus.
-
Cempasúchil: flor que por su olor y color dirige las almas a nuestro hogar.
-
Alhelí y flor de nube: sus colores se complementan con la flor amarilla. Por su pureza y ternura acompañan el alma de los niños.
-
Arco: se adorna con flor de cempasúchil y fruta; representa la entrada hacia el inframundo.
-
Cruz: elemento introducido durante la evangelización, se coloca en la parte superior del altar.
-
Pan: no pueden faltar en los altares representan a la fraternidad.
-
Petate: sirve para el descanso de las ánimas. En algunos hogares se usa como mantel para poner los alimentos.
-
Fotografía del difunto: honra a la persona que fue en vida.
-
Comida: para que los espíritus se alimenten con los aromas de los platillos que fueron sus preferidos.
-
Calaveritas de azúcar: aluden a la muerte, siempre presente.
-
Izcuintle: compañero de las almas, quien las ayuda a cruzar el caudaloso río Chiconauhuapan, el último paso para llegar al Mictlán.
-
Sal: elemento purificador que ayuda al cuerpo a no corromperse en su traslado. Es la parte esencial de la celebración de muertos; se cree que las ánimas regresan a disfrutar los platillos, a probar la fruta y a contemplar la flor de cempasúchil que se les ofrece. De esta forma, vivos y muertos se reencuentran en una dimensión que les permite convivir.
- Papel picado: dibujos y figuras de gran diversidad. Brinda color y felicidad a la celebración.
Con información de México Desconocido y El Financiero