
Vuela alto, Capitán Rubén Heras Portillo
Rubén Heras Portillo, quien fue el primer piloto aviador de la extinta Aviación del Noroeste y el único sonorense con carnet de árbitro internacional en el basquetbol, falleció el pasado 23 de agosto a los 63 años de edad, víctima de Covid-19.
Al capitán piloto aviador le sobreviven su esposa Alma Peralta de Heras y sus hijos, Alma Alejandra y Rubén Heras Peralta, con quien compartió sus grandes pasiones en la vida, la aviación y el basquetbol.
Su hija, la terapeuta Alma Alejandra Heras Peralta, dedicó su participación en el programa Vía Libre de Telemax a la memoria de Rubén Heras Portillo. Al hablar sobre los procesos de duelo, la terapeuta recordó con cariño a su padre.

“Le gustaban mucho las nubes, era piloto, así que tengo toda la confianza de que él me está viendo desde allá y yo lo traigo aquí conmigo, él está en mi corazón. Así que no olviden que, aunque estemos pasando un proceso de duelo, mientras tengamos a las personas en nuestro corazón, ellas siguen viviendo”, expresó.
Durante 25 años estuvo enfocado en vuelos privador a través de avionetas turbo hasta tipo Citation y últimamente lo hacía en grandes jets trasatlánticos privados.
El hermosillense nació el 6 de diciembre de 1957 en el matrimonio formado por Antonio Heras Lara y doña Ramona Portillo de Heras, quien además procreó a sus hermanos Elva, Martha, Lila, Alfonso y Luis Fernando.

Luis Fernando Heres Portillo, empresario y fundador de Sonora Star, dedicó recientemente unas palabras a su hermano Rubén, a quien recordó con cariño por su alegría, dedicación y entrega a sus labores.
“Se ha ido y nosotros nos quedaremos con su recuerdo para siempre, de su alegría, de su manera de ser, de convivir, de querer, de expresarse, siempre atento y dispuesto a compartir un buen alimento, una buena cerveza y una buena compañía.
“Rubén emprendió su último vuelo con un boleto solo de ida, ya no de regreso, intentando llegar al espacio sideral, al cielo, para acogerse en los brazos de nuestro ser creador, de Dios, y al encuentro de sus padres que seguramente lo recibirán con júbilo”, dijo.
En su trayectoria profesional trabajó en los aviones de Las Palomas Beach & Golf Resort en Puerto Peñasco, Sonora; Grupo Tapia, en Hermosillo; y recientemente trabajaba para Grupo José Cuervo, en Guadalajara, Jalisco.
Heras Portillo era uno de los pilotos aviadores que más demanda tenía en los vuelos privados de Sonora, por su experiencia en diferentes rutas, entre las que destacan México, Estados Unidos y Europa.
Su pasión por el deporte y la aviación lo llevó a conseguir un sinfín de amistades en diferentes entidades de la República Mexicana.
Hoy, sus restos ya descansan. Estos fueron entregados a su familia el día de ayer martes 7 de septiembre, quienes realizaron una solemne recepción en su honor.

Descanse en paz, Capitán Rubén Heras Portillo.