Transforman desperdicios de pesca en Bahía de Kino
Foto: Margarita Sau, socia de “Nutrek Terra”
En días pasados tuve oportunidad de visitar el “tiradero de residuos marinos” de Bahía de Kino.
Un terreno del ayuntamiento destinado al confinamiento de los desperdicios que se generan de la actividad pesquera, principal actividad del poblado de 10 mil habitantes, en su mayoría pescadores. Este se encuentra apenas en las afueras del poblado citado y casi a orilla de carretera. Es decir, este tipo de desperdicio no se lleva al basurero en la calle 36, sino que se acopia con la idea de utilizarlo en alguna forma como las que a continuación se plantean.
Pude conversar con los socios de la compañía denominada “Nutrek Terra” que ha solicitado trabajar con dichos desechos, parte de los cuales ellos mismos recogen en algunas plantas de proceso locales como “L y L”. Compuestos principalmente por desperdicios de jaiba, que es el caparazón que queda después de descarnarla, un proceso de separar la carne desmenuzada una vez cocido el crustáceo.
Siendo la jaiba una de las principales pesquerías en Bahía de Kino y sumado a otro crustáceo aun más conocido que es el camarón, suelen juntarse cantidades significativas del residuo a través del tiempo generando mal aspecto y malos olores al descomponerse. Sin embargo, una vez procesada, secada y molida, su olor no es para nada molesto y ha resultado ser un excelente biofertilizante, por su composición química avalada por laboratorios certificados.
Esta compañía “Nutrek Terra” es una compañía local “entrepreneur” que está siendo apoyada financieramente por CONANP (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas). Sus socios son Esteban Salazar y Margarita Sau, quienes compartieron con júbilo cómo habían sido contactados por una compañía de alimentos para animales radicada en Sinaloa. Esta les solicitó todo el material que pudieran surtirle elaborado a partir de la caparazón o exoesqueleto de jaiba y camarón.
Da gusto enterarse que ya colocaron en el mercado nacional aproximadamente 200 toneladas de dicho producto elaborado a partir de los desperdicios que incluso eran motivo de olores pestilentes y un problema para los servicios de recolección de basura locales. Por supuesto, debieron trabajar en hacer un protocolo del proceso en el cual intervinieron algunos científicos del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo AC (CIAD AC) del departamento de origen animal, particularmente del área marina comandados por el Dr. Juan Carlos Ramírez.
Mas no es el desperdicio de jaiba lo que ocupa actualmente la mayor parte del terreno del centro de acopio, sino las conchas enteras del caracol chino, rosa y negro, muy abundante en esta región. Para ello, la misma compañía “Nutrek Terra” ha presentado algunas opciones de uso, como lo es material de concha resquebrajado impregnado con distintos colorantes que luce magnífico en los jardines, camellones y/o en “landscaping” (paisajismo). Sin embargo, no han podido colocar en los mercados ya que el proceso implica algunos costos que los clientes no han querido asumir. Mientras tanto, los cerros siguen aumentando dado el gran volumen que estos ocupan.
Cabe señalar que Bahía de Kino atiende el turismo de Hermosillo, situado apenas a 100 km, y que es la capital del estado que cuenta con cerca de un millón de habitantes. Que dichos visitantes frecuentes abarrotan las carretas y restaurantes de mariscos los fines de semana, y que buena proporción del peso en concha vivo va a dar al confinamiento a razón de varias toneladas cada fin de semana. Conchas entre las cuales destacan la almeja reina, la pata de mula, la almeja chocolata, el callo de hacha, etc.
“Nutrek Terra” tiene una compañía hermana dedicada a la obra civil y cuenta con maquinaria. Esta ha sido utilizada para dar mantenimiento al centro de acopio, así como para las labores de carga de los vehículos de transporte a su destino en las plantas de procesamiento de alimento animal. Además, cuentan con un molino que les fue cedido para llevar los desperdicios a un tamaño de mucho menor como se requiere. Que no es el caso de la concha de caracol chino que conlleva otro tipo de equipo para su posible molienda.