
Mezquite, el árbol sagrado del desierto que se aprovecha casi en su totalidad
En las regiones desérticas de México, incluyendo el estado de Sonora, crece un árbol de gran tamaño, bastante popular y que puede aprovecharse casi todo, incluso para alimento: el mezquite.
Existen once especies de mezquites mexicanos, mismas que habitan las zonas áridas y semiáridas de nuestro país, con presencia en Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Jalisco, Aguascalientes y Zacatecas, aunque su distribución también se extiende hacia el sur de Estados Unidos.
Otras especies de esta planta habitan países de Sudamérica como Venezuela, Perú y Argentina, y algunas más viven en la zona del mediterráneo, específicamente en Siria e Irak.
Este árbol puede llegar a medir hasta 15 metros de altura. Son extremadamente duros y tolerantes a la sequía, pues sus raíces son gruesas se extienden ampliamente para buscar hasta el más mínimo rastro de humedad. De hecho, su raíz puede llegar hasta los 50 metros de profundidad.

Importancia en el desierto
En su hábitat natural, el mezquite es un tesoro para la flora y fauna local. Su sombra ofrece protección a reptiles y pequeños mamíferos, especialmente para aquellos que viven en madriguera.
Sus ramas son hogar de diversas especies de aves, pues su buena retención de humedad les brinda un ambiente fresco.

Las flores de este árbol segregan un néctar muy dulce para las abejas, quienes lo utilizan en la elaboración de miel de mezquite, que es de color amarillo claro y tiene un sabor muy suave.

Además, la vaina es de suma importancia para los ecosistemas del desierto, pues es alimento de coyotes, ardillas, aves, venados de cola blanca y liebres.

Propiedades alimenticias
El fruto del mezquite es una vaina dulce que en Sonora se le conoce como péchita, del Ópata ‘péchit‘ que significa ‘fruto de mezquite‘.

Al molerla, se obtiene un polvo similar a la harina, que es altamente nutritiva y se utiliza en la preparación de atole, horchata, panes, galletas y repostería en general.

De hecho, la péchita es muy atractiva para deportistas y personas celiacas, pues es libre de gluten, además de ser rica en proteínas, calcio, potasio, zinc y hierro. También se destaca su bajo índice glucémico, por lo que resulta muy benéfica para personas que padecen diabetes.
Del mezquite también surge la ‘chúcata‘, como se le conoce en Sonora. Se trata de una goma que el árbol segrega naturalmente cuando se siente amenazado. Puede producirla por un periodo de hasta 16 semanas, entre los meses de mayo a julio. Su color varía dependiendo de la especie: puede ser amarillo claro, ámbar, rojo y café oscuro.
El estudio de las propiedades de la ‘chúcata’ o goma de mezquite es de especial interés para la industria alimenticia, pues se le considera un buen agente emulsionante y estabilizante en salsas, mayonesas y aderezos. También es utilizada como material de recubrimiento de comestibles que son usados para alargar la vida de anaquel de algunas frutas.
Aunque por tradición, la chúcata es saboreada por los lugareños de las zonas donde crece el mezquite. Su sabor es descrito como ligeramente dulce.
Propiedades medicinales
Al mezquite también se le atribuyen propiedades medicinales. Por ejemplo, la corteza de su raíz se ha utilizado para curar heridas, y tiene funciones vomitivas y purgantes. También se dice que el jugo de las hojas de mezquite es efectivo para aliviar algunos padecimientos oculares.

Madera de mezquite
Por su tamaño y resistencia, del mezquite se obtiene buena madera, la cual es utilizada para fabricar muebles pero principalmente para cocinar, pues el aroma del carbón de mezquite da un toque ahumado muy especial a carnes y barbacoas.

Por otra parte, la corteza del mezquite es usada para fabricar cestas y telas, y las hojas se aprovechan como forraje para ganado.
Con información de Web Consultas, CIAD, USDA, Informador y Delicias Prehispánicas. Fotografía de portada: Luis Cabrera.