
3 pasos a seguir para liderar de manera positiva y efectiva
Los líderes nos rodean: manejando negocios, en el gobierno, en la iniciativa privada con toda clase de empresas, desde centros comerciales y escuelas hasta cines y restaurantes. Están en todas partes, y quizás tú eres uno de ellos. Tal vez lideras también una empresa, un proyecto e incluso tu propia familia. Pero hay de líderes a líderes, y existen ciertas características que distinguen a los buenos de los malos, a los efectivos de los ‘tóxicos’.
Por ejemplo, algunos errores que las personas cometen al momento de identificar al líder de una organización son:
- Competencias técnicas sobrevaluadas: Recuerda que las habilidades técnicas se pueden enseñar y aprender, mientras que las habilidades interpersonales y la inteligencia emocional son más difíciles de desarrollar. Investigaciones han demostrado que los líderes con mayores habilidades sociales e inteligencia emocional tienen un mejor desempeño.
- Toxicidad subestimada: Un líder controlador, negativo y malhumorado contaminará al resto del equipo con sus emociones, lo que provocará un desempeño inestable y renuncias.
- Crean un ambiente de miedo: Si el equipo tiene miedo de hablar, la creatividad y la innovación serán ahuyentadas, llevándose muchas ideas y soluciones que serían excelentes. El respeto es bueno, el miedo no.
En su libro ‘Profit from the Positive‘, Margaret Greenberg y Senia Maymin enumeran elementos del liderazgo positivo y efectivo, que son explicados a través del enfoque de la psicología positiva y su aplicación en los negocios. Los siguientes tres elementos son extractos de este libro, y que son importantes pues sientan las bases para convertirse en un líder más positivo, que logre inspirar y aliente a su equipo a desarrollar sus capacidades.
1. Ten en cuenta que tu estado de ánimo es contagioso
Los seres humanos, por naturaleza, imitamos las expresiones y los estados de ánimo de las personas que nos rodean. Estudios han demostrado que se necesita a solo una persona en un grupo de cinco para influir al resto con un estado de ánimo negativo o positivo. Investigaciones también muestran que esto es aún más importante para los líderes por su estatus, y por lo tanto el estado de ánimo de un líder puede tener efecto en las personas en tan solo siete minutos. Así que la próxima vez que entres a una reunión, o a tu hogar, trata de pensar en el estado de ánimo en el que te encuentras y cómo afectará al resto.
2. Aprende a cambiar tu estado de ánimo a uno más positivo
Todos hemos tenido malos días en nuestro trabajo y momentos frustrantes durante nuestra jornada. Esto es completamente normal, pero es importante comprender que cuanto más tiempo permanezcas en un estado de ánimo negativo y frustrado, peor te sentirás y más se extenderá a tu alrededor, lo que afectará el rendimiento de tu equipo. Entonces, ¿cómo puedes cambiar tu estado de ánimo?
Comienza por reconocerlo: ¿Es tristeza, enojo, frustración, miedo? Esto te ayudará a aliviar la negatividad interna. Los investigadores también han encontrado que las respiraciones largas y profundas en un ritmo constante tienen un efecto calmante inmediato. Una tercera estrategia es levantarse y moverse. Sacude la negatividad cambiando tu entorno por lo menos durante dos minutos, haciendo algo físico, ya sean unos cuantos estiramientos, una corta caminata o un pequeño baile. Por último, también puedes fingir un estado positivo hasta que lo consigas. Por ejemplo, al sonreír puedes engañar a tu mente y, por lo tanto, cambiar tu estado de ánimo. Esto incluso podría funcionar si intentas hacer reír a alguien más, porque su risa de inmediato hará que tus neuronas entren en un estado más positivo.
3. Suelta el control y dale independencia a tu equipo
En el mundo laboral, todos somos adultos, y la mejor manera de obtener un buen rendimiento es dejándolos hacer su trabajo. Cuando un empleado se siente en control de su trabajo, tiene mayores niveles de esfuerzo, motivación y rendimiento. Siempre y cuando te entreguen resultados, permíteles hacer su trabajo a su manera y olvídate de la microgestión.
¿Por qué es importante? Porque cuando los empleados se sienten más responsables de su trabajo, buscan maneras de mejorarlo y asumen riesgos más calculados. También son capaces de continuar haciendo su trabajo incluso si no estás cerca, ya que no estarán esperando tu próximo paquete de instrucciones.
Vía The Happyologist por Susanna Newsonen
Ilustración: Freepik.