
Qué es la resiliencia y por qué es la cualidad más poderosa de los emprendedores

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Luis Fernando Heras Portillo
Dar el primer paso para iniciar un proyecto o negocio requiere de gran fuerza de voluntad, visión, liderazgo y, principalmente, la firme convicción de que el esfuerzo y la confianza en tus habilidades pueden llevarte a cumplir tus objetivos.
Aunque a veces pueden presentarse obstáculos en el camino, son estos mismos los que forjan la fortaleza de los emprendedores. Al respecto, Luis Fernando Heras Portillo nos comparte el siguiente artículo sobre la resiliencia, una capacidad que podemos desarrollar superar cualquier adversidad.
Cuando te enfrentas a una adversidad, tragedia o incluso al estrés, tirar la toalla suena como una salida fácil. Pero, ¿qué pasaría si pudiéramos desarrollar una inmunidad al estrés de la misma manera que tomamos vitaminas y medicamentos para aumentar nuestra inmunidad a las enfermedades?
La respuesta a eso podría ser la resiliencia. De acuerdo con la American Psychological Association (APA), la resiliencia es la capacidad que tiene el ser humano para adaptarse y superar la adversidad. Significa «rebotar» de una experiencia difícil, como si fueras una pelota o un resorte.
La resiliencia es uno de los conceptos que los emprendedores deben tener en cuenta, pues viven, por naturaleza, en entornos hostiles que suelen sacudirlos; de ahí que la resiliencia se convierta en cómplice de buena parte de los proyectos emprendedores exitosos que, sin la terquedad ante el fracaso, no hubieran sido posibles.
En un artículo de The Wall Street Journal, Dennis Charney, un profesor de la Escuela de Medicina de Icahn, y Steven Southwick, un profesor de psiquiatría de la Universidad de Yale, explican que las personas pueden entrenar al cerebro para que sea más resilientes, aprovechando los factores que los estresan y usándolos a su favor.
Charney y Southwick observaron rasgos en común encontrados en personas que soportaron enormes cantidades de estrés por debido a la guerra, asaltos y desastres naturales (así como otros eventos menos traumáticos) y finalmente prosperaron. Aquí está su «receta» de 10 pasos para entrenar a tu cerebro para que se vuelva más resiliente.
Mantén una actitud positiva. Aunque parezca demasiado simple, mantener una actitud positiva es clave para desviar el estrés. Esto puede ser difícil para algunas personas: una gran parte de lo optimista que eres está determinada por la genética y la química de los «circuitos de recompensa» de tu cerebro. Una forma de reestructurar la respuesta de tu cerebro al estrés es detener por completo sus pensamientos pesimistas. Pregúntate si hay algún motivo racional para sentirte de manera negativa sobre una situación. Reconoce que tienes el control de ver el vaso medio vacío o medio lleno.
Replantea tus pensamientos. Si la raíz de tu estrés podría estar vinculada a un evento en particular, intenta replantear ese evento en tu cabeza, y así podrás darte cuenta que el fracaso es esencial para el crecimiento. Al igual que el optimismo, puedes aprender a alterar el valor y el significado del evento, reformulándolo, asimilándolo, aceptándolo y recuperándote de él.
Desarrolla una «brújula moral». El altruismo está fuertemente relacionado con la capacidad de resiliencia, y fortalecer tus creencias podría ayudarte. Charney y Southwick señalan que existe una fuerte correlación entre la fe y las creencias religiosas o espirituales y la capacidad de resiliencia.
Encuentra a un modelo a seguir. La imitación es una poderosa manera de aprender. Nuestros modelos a seguir son tan importantes en nuestras vidas que sus valores pueden influir en nuestros propios valores a través de la impronta psicológica. Ya sean líderes mundiales o vecinos amigables, encuentra modelos a seguir a los que puedas admirar en momentos de estrés.
Enfrenta tus miedos. El miedo es normal. No te avergüences de tener miedo. El miedo es una herramienta poderosa que puede aumentar tu autoestima al ayudarte a aprender y practicar las habilidades necesarias para superar el estrés.
Desarrolla estrategias de afrontamiento. A pesar de lo doloroso que pueda llegar a ser, intenta lidiar con tus factores de estrés, en lugar de retirarte y rendirte. Las personas más resilientes utilizan estrategias de afrontamiento, como minimizar el estrés, hacer declaraciones positivas sobre sí mismas y buscar el apoyo de los demás.
Establece y nutre una red de apoyo. Muy pocos de nosotros podemos «hacerlo solos». Construir una red de relaciones cercanas con amigos u organizaciones puede aumentar tu fuerza emocional en momentos de estrés. Además, sentirás la satisfacción de ayudar a otros.
Prioriza tu bienestar físico. El ejercicio es considerado como una de las claves para liberar tu mente del estrés. La actividad física se ha relacionado con mejoras en el estado de ánimo, la cognición, la regulación de las emociones, la inmunidad y la autoestima en general. El ejercicio puede parecer trivial cuando te enfrentas a un aumento significativo de estrés y ansiedad, así que trata de considerarlo como una gran ayuda en lugar de una tarea más que completar. Nuevamente, tu mentalidad es pieza importante.
Entrena tu cerebro. Cambiar la forma en la que funciona tu cerebro puede parecer una tarea bastante complicada, pero con un poco de autodisciplina y entrenamiento regular puedes lograrlo. Trabajar para desarrollar inteligencia emocional, integridad moral y resiliencia física puede ayudarte a desviar el estrés. Y no olvides dejar descansar a tu cerebro: un sueño adecuado es fundamental para todos los aspectos del entrenamiento cerebral.
Aprovecha tus puntos fuertes. Reconoce, utiliza y aumenta tus fortalezas para poder afrontar situaciones difíciles. Si tienes fuertes habilidades sociales o deseas desarrollarlas, reserva tiempo en tu agenda para convivir con tu red de contactos. Si prefieres quedarte en casa, intenta escribir o realizar tus actividades artísticas favoritas. Realiza actividades en las que eres bueno (o simplemente lo que te gusta hacer).
Vía INC y Entrepreneur