
Guamúchil, una dulce vaina mexicana
El guamúchil es una vaina que crece en el árbol que lleva el mismo nombre. Es comestible, y su sabor es una curiosa combinación entre lo dulce y amargo; un sabor verdaderamente natural. Son de color rosa o rojizo, enroscadas y tienen un tamaño de hasta 20 centímetros de largo.

Además de su fruto, este árbol puede tener propósitos ornamentales y para la producción de leña, forraje y otros productos. Esta especie también es conocida por ser una fuente de alimento para especies polinizadores. De hecho, esta planta es excelente para las abejas productoras de miel.

No es común encontrar este fruto en cualquier supermercado o tienda de comestibles, pero es precisamente la dificultad para encontrarlo lo que lo hace tan especial. En Sonora, la especie abunda en el sur del estado, donde comerciantes encuentran en el guamúchil un sustento para sacar adelante a sus familias, como es el caso de Teodora Díaz, vendedora del Valle del Yaqui, quien explicó para Azteca Noticias que ella los cosecha en los campos ubicados en la comunidad de Cachihueca durante el mes de julio.

El sabor de los guamúchiles, una rica tradición
Si le preguntas a algún sonorense, es probable que tenga en su memoria anécdotas sobre esta vaina, principalmente aquellas relacionadas con las travesuras de la niñez. Desde aquellos que, ante la dificultad de trepar el árbol para alcanzar los guamúchiles crearon sus propios ganchos, hasta quienes usaron sus negras semillas como proyectiles de resorteras o “tirabichis”.

Una experiencia similar es la que observó Josué Huerta, autor del portal México Desconocido.El periodista narró que su primer encuentro con los guamúchiles fue en Villa Juárez, Sonora, durante una caminata por el lugar. Ahí observó cómo niños y adultos lanzaban piedras y palos a las ramas de un árbol, para bajar la rojiza vaina, lo que de inmediato le causó curiosidad y se decidió a probarla, afirmando que su sabor “lo atrapó”.

Recordando la importancia que tiene para el medio ambiente cultivar valores y enseñanzas sobre la conservación de la naturaleza a futuras generaciones, qué mejor que hacerlo plantando un árbol de guamúchil para que nuestros hijos conozcan de cerca una tradición que, si bien no es puramente sonorense, la costumbre de cosechar y comer guamúchiles se encuentra arraigada en las raíces de nuestro estado.
