Berrendo de Sonora, el mamífero de pezuña más veloz del mundo que “corre” para sobrevivir la extinción de su especie
El berrendo sonorense (Antilocapra americana sonoriensis) es un mamífero sorprendente: es capaz de sobrevivir las extremas condiciones de calor y sequía en el Desierto de Sonora, y además, catalogarse como uno de los animales más veloces del continente americano.
Sin embargo, esta especie nativa del estado de Sonora se encuentra desde hace algunas décadas en peligro crítico de extinción, siendo sus principales amenazas la cacería ilegal y la pérdida de su hábitat.
Características del berrendo sonorense
El berrendo sonorense es una especie endémica del noroeste de Sonora y suroeste de Arizona. En nuestro estado habita en la Reserva de la Biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar.
Se diferencia de las otras dos especies de berrendos en nuestro país (peninsular y mexicano) por tener narices y cuernos negros, y marcas tipo “collar” en la parte superior del pecho.
De acuerdo con un trabajo realizado por los autores Cristina Meléndez, Rafaela Paredes y Manuel Valdés, la distribución histórica del berrendo sonorense comprendía desde el suroeste de Hermosillo y Bahía de Kino, hasta el suroeste de Arizona, en Estados Unidos.
Hoy en día, debido a los diversos factores que lo amenazan, el hábitat del berrendo sonorense se limita a una pequeña extensión del Desierto de Sonora, en los municipios de Plutarco Elías Calles y Puerto Peñasco, el noroeste de Caborca y el este de San Luis Río Colorado.
En lo general, el berrendo de Sonora prefiere habitar las planicies desérticas con vegetación de matorral. Por ser una especie herbívora, el 62% de su dieta se compone de pasto seco y el resto de plantas como arbustos, hojas de palo fierro y cactáceas, principalmente las chollas.
Como se mencionó anteriormente, el berrendo sonorense ha logrado adaptarse de gran manera al clima desértico, seco semicálido, muy árido y extremoso. La temperatura de su hábitat tiene una media anual que oscila entre los 18 a 22° C, con una temperatura máxima de 57° C, una mínima de –8.3° C y una oscilación térmica mayor a 14° C.
Por habitar en una zona desértica, las fuentes de agua superficiales para el berrendo resultan escasas. Si bien existen fuentes de agua dulce permanentes y semi permanentes, como pozos artesianos o tinajas, así como cauces de arroyos efímeros, el berrendo obtiene agua principalmente de las plantas que consume y del rocío contenido en ellas durante las primeras horas de la mañana.
En medio de un hábitat complicado, los berrendos destacan por ser los mamíferos de pezuña más veloces del mundo, y uno de los animales más rápidos del continente americano.
Al correr, pueden alcanzar velocidades entre 88 y 96 kilómetros por hora y mantienen su carrera durante más tiempo que los carnívoros más rápidos. Es probable que esto se deba a una condición que evolucionó con ellos para ayudarlos a sobrevivir de sus depredadores, aunque actualmente no cuenta con ninguno que lo amenace gravemente.
En peligro crítico de extinción
A pesar de ser uno de los mamíferos mejor adaptados a condiciones extremas, el berrendo sonorense se encuentra en peligro crítico de extinción por una serie de factores, como la caza ilegal de la especie y la reducción de su hábitat provocada principalmente por la urbanización, el establecimiento de ejidos y ranchos, así como la agricultura y el sobrepastoreo del ganado.
Al respecto, tanto autoridades gubernamentales como organizaciones sin fines de lucro y empresas se han involucrado con acciones a favor de la recuperación de la especie.
Por ejemplo, desde 1988 los gobiernos de Sonora y Arizona han realizado trabajos de evaluación y seguimiento de las poblaciones de berrendo sonorense. Con ello, han logrado realizarse censos aéreos: el primero en 1993, donde se estimó una población de 414 berrendos; el segundo en 2000 que reportó una población de 346 animales; el tercero, realizado en 2002, reportó 285 berrendos, y en 2006 se localizó un total de 433 berrendos. Hasta 2019, se estimó que habitan 550 ejemplares libres en los dos estados.
Por otra parte, a partir del año 2002 Minera Penmont, Mina la Herradura, se involucró proporcionando recursos para desarrollar actividades con la intención de preservar al berrendo sonorense. También brinda apoyo al seguimiento de las poblaciones en campo y la implementación de un programa de reproducción en cautiverio en terrenos cercanos a la región de la mina, en el municipio de Caborca.
Con información de INECC, Defenders of Wildlife, CONAFORy La Razón