Proteger al lobo gris mexicano es vital para evitar la caza furtiva y salvar a la especie, revela estudio
Un nuevo estudio encontró que las protecciones gubernamentales pueden salvar la vida de depredadores importantes como los lobos grises mexicanos.
La investigación, publicada en la revista Royal Society Open Science, reveló que los miembros de las especies en peligro tenían un 121% más probabilidades de desaparecer durante los períodos en los que las acciones para protegerlos disminuyeron.
“La protección es lo que está reduciendo la caza furtiva”, dijo en un comunicado de prensa el coautor del estudio y profesor de la Universidad de Wisconsin-Madison, Adrian Treves.
De acuerdo con el Centro para la Diversidad Biológica (CBD), los lobos grises mexicanos son la subespecie más austral del lobo gris, así como también los más pequeños y genéticamente únicos. Sin embargo, son una especie en peligro de extinción.
En algún tiempo, los lobos se extendieron por las regiones montañosas del desierto de Sonora y centro de México, así como en el sureste de Arizona, el sur de Nuevo México y el suroeste de Texas. Sin embargo, a principios del siglo XX, se extinguieron en Estados Unidos y en México disminuyeron drásticamente. La aprobación de la Ley de especies en peligro de extinción en 1973 permitió su recuperación, siendo reintroducidos en Arizona y Nuevo México en 1998 y en Sonora a partir de 2011.
Este programa de recuperación significó que más de la mitad de los lobos cuentan con collares de rastreo, lo que los convierte en candidatos ideales para estudios, como el recién presentado.
Los científicos utilizaron datos de los collares de rastreo para probar dos teorías: la hipótesis de la ‘caza por tolerancia’, que establece que permitir el control legal de las especies reduce la caza furtiva; y la hipótesis de la ‘caza ilegal facilitada’, que sostiene que permitir la caza legal también aumenta las ilegalidades.
Los investigadores observaron la supervivencia y desaparición de los lobos grises mexicanos antes, durante y después de dos períodos en los que se permitió la caza de lobos: 2005 a 2009 y 2015 a 2016. La caza no estaba permitida durante estos tiempos, pero las autoridades podían matar lobos que se consideraban una amenaza para el ganado o para los humanos.
Durante estos períodos, la cantidad de lobos que desaparecieron aumentó notablemente. Si bien los lobos pueden desaparecer cuando las baterías de su collar se agotan o cuando migran fuera del área de recuperación, estas desapariciones ocurrieron antes de la vida útil de una batería típica, y se encontró poca o ninguna evidencia de migración. Esto sugiere que los cazadores furtivos estaban matando a los lobos y destruyendo los collares para ocultar la evidencia.
“Nuestros hallazgos sugieren que no hay evidencia para la hipótesis de la tolerancia a la muerte, donde permitir la muerte de más individuos aumentará la tolerancia para la especie y, por lo tanto, reducirá las muertes”, dijo el coautor del estudio, Francisco Santiago-Ávila.
Los hallazgos tienen implicaciones más allá de los lobos, escribieron los autores del estudio, y podrían aplicarse a todos los animales salvajes que están en riesgo de caza furtiva.
«Los depredadores son muy importantes para el bienestar de los ecosistemas», dijo Treves. “Están amenazados a nivel mundial por las actividades humanas, y la caza furtiva es la principal causa».
Vía EcoWatch