#Mi Bolsa No Es De Plástico, iniciativa sonorense para ayudar en la recuperación del planeta
Hace tres años un grupo de mujeres de Sonora dio los primeros pasos para hacer realidad un proyecto que busca contribuir a la reducción del daño ambiental en el planeta.
Por: Mirna Jiménez Virgen
Con recursos propios, determinación y conciencia ecológica 45 mujeres crearon el proyecto ambientalista sin fines de lucro, #Mi Bolsa No Es De Plástico, una iniciativa local que propone sustituir el uso de las bolsas de polietileno por otras de tela, más resistentes, reutilizables y que no contaminan.
El proyecto, hoy convertido en realidad, tiene el doble propósito de ofrecer una alternativa al uso de las bolsas de plástico y de apoyar a sectores de la comunidad con los ingresos por la venta de estas bolsas de tela.
Carla Elena Celaya, nutrióloga de profesión y propietaria de un restaurante de comida saludable, se dio cuenta de la gran cantidad de bolsas de plástico, contenedores de unicel y otros productos desechables que se generaban diariamente en su negocio, por lo que comenzó a dar forma a un plan que amortiguara la generación y acumulación de basura.
En 2017 formó parte de la segunda generación del programa del Gobierno del Estado de Sonora, “Mujeres Sonorenses de 100” cuyas becarias viajaron a Washington, D.C. para asistir al seminario “Empoderamiento de las Mujeres en el Siglo XXI”.
Ahí estableció lazos de amistad y colaboración que culminaron en la creación de #Mi Bolsa No Es De Plástico y en el que participaron, desde su inicio, casi la mitad de las asistentes al programa.
En las reuniones para dar forma a la iniciativa se enteraron del trabajo del taller de costura del Centro Femenil de Reinserción Social cuyas internas podrían confeccionar las bolsas y recibir un porcentaje de los ingresos. También, la labor de jóvenes del taller de serigrafía del Internado Coronel J. Cruz Gálvez quienes se encargarían de imprimir el logotipo en cada artículo y, de la misma forma, participar de las ganancias.
Una vez que se definió el nombre por parte de Alejandra Inda y el diseño autoría de Blanca Hughes, solamente faltaba el material que se obtuvo de una donación con ayuda de Sonora Adelante A.C. y Hortensia Galaz. Así comenzó a desarrollarse #Mi Bolsa No Es De Plástico.
El resto de los insumos para elaborar el primer tiraje se obtuvo de un fondo donde cada una de las participantes aportó una cantidad de manera personal. La promoción se realiza a través de redes sociales donde han colaborado personajes de todos los ámbitos a nivel nacional e internacional y por parte de cada una de las participantes que han documentado con imágenes el uso de las bolsas en actividades como la compra en el supermercado, en viajes y para contener todo tipo de productos.
La bolsa es de un tamaño considerable, mide 45 x 45 cm, soporta hasta 20 kilos de mercancía ya que está confeccionada con costuras resistentes y al mismo tiempo es ligera y manejable.
Su precio es similar a las que se encuentran en los supermercados, sin embargo, su confección y distribución conlleva mayores gastos y aun así se destina cierta cantidad de bolsas para ser donadas. Mientras, el 50 por ciento del dinero obtenido por la venta va hacia las internas que las confeccionan y los jóvenes que trabajan en la serigrafía; el resto, se reinvierte en su elaboración.
“Y ahora en la pandemia lo que hicimos con ese dinero de las ventas, fue dar despensas a familias vulnerables, personas con discapacidad o que quedaron desempleadas. Empezamos con 16 familias y terminamos con 46”, afirma Carla Elena Celaya.
Labor con otras organizaciones
Además de Mujeres Sonorenses de 100, en la iniciativa participa Sonora Adelante, A.C. y conforme se va conociendo en la población, se han unido otras organizaciones con colaboración, promoción y diversos apoyos.
El Ayuntamiento de Hermosillo les ha brindado patrocinio y espacio para dar a conocer el producto en los Reciclacentros; a través de la iniciativa Hermosillo ¿Cómo Vamos? lograron otro patrocinio por parte de Super del Norte para elaborar las despensas y entregarlas a familias necesitadas, ya que la labor de #Mi Bolsa No Es De Plástico va más allá de la recuperación del planeta.
Las actividades para ayudar a la comunidad y al mismo tiempo crear conciencia ambiental van desde pláticas en Villas del Papa Francisco en la Costa de Hermosillo y centros escolares, hasta encuentros virtuales con alumnos del Tec de Monterrey para que conozcan la iniciativa y desde su trinchera hagan esa conciencia para eliminar los plásticos de un solo uso.
Carla Elena Celaya señala que “es un cambio pequeño pero muy sustentable; si todos dejáramos de utilizar bolsas de plástico y nos acostumbráramos a llevar bolsas de tela para compras en el super, lograríamos un buen impacto en disminuir el uso de combustibles fósiles y de extracción de petróleo, que es necesario para muchas cosas pero se podría evitar en gran medida si hacemos ese pequeño cambio en nuestro día a día”.
Jornada de limpieza de playas
Gracias al trabajo con otras organizaciones dedicadas al mejoramiento del medio ambiente, #Mi Bolsa No Es De Plástico ha realizado por tres años consecutivos una limpieza masiva de playas en Bahía de Kino.
La más reciente ocurrió en octubre pasado en la que participaron más de 200 voluntarios y donde por primera vez se incluyó al Estero Santa Rosa.
En todas las ediciones han colaborado empresarios locales, personajes e influencers como El Viejón Agrio y Luica Larios; Servicios Públicos Municipales de Hermosillo; Prescott College; el Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad de Sonora (DICTUS); grupos ambientalistas como Reduce tu Huella, Hermosillo Plogging, Caminantes del Desierto, Juventud Proactiva, Rotaract y Gente Buena entre otros, además de varias familias.
La basura que retiraron de las playas alcanzó las 1.4 toneladas, entre bolsas y botellas de plástico, botellas de vidrio, pañales, cubiertos, envases de comida, envoltorios de frituras, contenedores de cerveza, botellas de suero, refresco, ropa y otros artículos de gran tamaño, además de casi 6 mil colillas de cigarros.
“El tema es que la persona llega a la playa, hace su convivencia, pero desgraciadamente no se lleva sus residuos. La playa es para disfrutar, pero debemos responsabilizarnos del pedazo que disfrutamos”, apunta Carla Elena.
El trabajo es del comité que integran las agrupaciones y #Mi Bolsa No Es De Plástico se encarga de la logística, acomodo de los voluntarios de las distintas asociaciones y recopila información de la basura que recogen para integrar una estadística ciudadana que posteriormente suben a la plataforma Ocean Conservacy.
Para conocer más sobre la iniciativa de las bolsas reutilizables, dónde se pueden adquirir y cómo sumarse visite: