
Árboles urbanos, una inversión necesaria en salud pública

Compartido por:
Luis Fernando Heras Portillo
A medida que la población aumenta, la presencia de árboles en la urbe cobra mayor relevancia. Entre sus numerosas ventajas se encuentran su capacidad de producir oxígeno, atrapar el polvo, la ceniza y el polen, además de regular la temperatura ambiental.
Por estos motivos, los árboles en las calles tienen un impacto sumamente positivo en la salud humana, y deben ser considerados como parte de la infraestructura de salud pública de las ciudades. Esto de acuerdo con los resultados de un informe realizado por The Nature Conservacy, que nos comparte Luis Fernando Heras Portillo.
The Nature Conservancy (TNC), la organización ambiental global dedicada a la conservación de las tierras y aguas, elaboró un informe donde se destaca que los árboles y otras características naturales en las ciudades pueden ayudar a regular la calidad y cantidad del agua, reducir los contaminantes dañinos del aire y estimular las economías locales, representando un gran activo para la salud pública. Al crear nuevos incentivos para invertir en la naturaleza urbana, las ciudades pueden abordar los desafíos relacionados con la salud de manera efectiva, ayudando a salvar vidas.
De acuerdo con el estudio realizado en Estados Unidos, las ciudades de este país pierden anualmente 4 millones de árboles, lo que representa el 1.3% del total de árboles urbanos. Ante la velocidad a la que aumenta este problema, la reforestación no está logrando alcanzar dicha pérdida.
Aunque estudios científicos muestran que los árboles urbanos tienen un impacto positivo en la salud de los ciudadanos, al reducir las enfermedades cardíacas y respiratorias intensificadas por la contaminación del aire, el desafío se dirige ahora a los creadores e impulsores de políticas públicas para que se asignen recursos de manera efectiva y que las personas puedan disfrutar de estos beneficios naturales.
El informe de TNC se centra en las ventajas de los árboles para la salud pública, a fin de brindar una orientación específica a los encargados de las políticas públicas de las ciudades.
Dicha orientación incluye aspectos como:
- Vinculación de fondos para árboles y parques con objetivos enfocados a la salud
- Intercambios municipales que faciliten la colaboración de organismos de salud pública y agencias ambientales
- Implementar políticas para incentivar la reforestación por parte del sector privado.
- Invertir tiempo y esfuerzo en educar a los ciudadanos sobre los beneficios tangibles que tienen los árboles para la salud, y el impacto económico positivo que se deriva de esto.
«Cuando se consideran los beneficios de los árboles en las ciudades, existe un sólido argumento comercial para aumentar la inversión», dijo Robert McDonald, investigador principal de TNC y autor del estudio.
«Después de analizar 27 grandes ciudades estadounidenses, descubrimos que cada una de ellas podría ahorrar al menos $25 millones de dólares anuales en trabajos para mitigar la contaminación y costos de atención médica con solo plantar más árboles urbanos y mantener la cobertura de árboles existente», explicó.
De acuerdo con un estudio anterior, publicado en 2016 por la misma organización, existe evidencia científica de los beneficios de los árboles de la ciudad y su rentabilidad para reducir el calor y la contaminación.
Con información de The Nature Conservancy