Una nueva bacteria que «come» CO2 podría ayudar a mitigar el cambio climático
Bacterias que normalmente sobreviven con azúcar han sido genéricamente modificadas para hacerlas capaces de sobrevivir mediante el consumo de dióxido de carbono (CO2), y podrían utilizarse para ayudar a producir suministros sustentables de comida y combustible, afirmaron científicos en un estudio publicado en la revista Cell.
Durante el curso de varios meses investigadores en Israel crearon una cepa de E. Coli que, a través de la alteración genética, consume CO2 para obtener energía, en lugar de compuestos orgánicos.
El equipo utilizó la «reestrucrura metabólica» para ayudar a transformar la dieta de la bacteria para hacerla consumir CO2 de una manera similar a como lo hacen las plantas.
Esto involucró añadir genes que metabolizan el CO2, y remover genes que normalmente procesan compuestos de azúcar.
«Desde una perspectiva científica básica, queríamos ver si una transformación en la dieta de la bacteria, de una dependencia al azúcar a sintetizar toda su biomasa con CO2, era posible», dijo el autor principal Shmuel Gleizer, del Instituto Weizmann de Ciencias.
«Más allá de probar la viabilidad de esta transformación en el laboratorio, queríamos saber qué tan extrema debía ser la adaptación en términos de cambios en en el modelo de ADN bacteriano».
El equipo afirmó que los resultados son un paso significativo en la biología sintética, y destacaron la «increíble plasticidad del metabolismo bacteriano», lo que podrían proporcionar un marco para la bioproducción de carbono neutral.
«Nuestra meta era crear una plataforma científica conveniente que pudiera mejorar la fijación de CO2, lo que ayuda a abordar los desafíos relacionados con la producción sostenible de alimentos, combustible y calentamiento global causado principalmente por las emisiones de CO2 en la atmósfera», dijo Ron Milo, coautor y biólogo de sistemas en la misma institución.
El Dr. Gleizer indicó que no existe un trabajo precedente sobre este proceso.
«El estudio describe, por primera vez, una transformación exitosa del modelo de desarrollo de una bacteria. Cuando comenzamos el proceso evolucionario guíado, no teníamos idea de cuáles serían nuestras posibilidades de éxito, y no habían precedentes bibliográficos para basarnos y sugerir la factibilidad de esta transformación tan extrema».
Los autores dicen que una limitación importante es que la bacteria actualmente libera más CO2 del que se consume a través de la fijación de carbono. Además, se necesita más investigación antes de que este proceso pueda llevarse a la escala industrial.
Vía Independent