¿Qué es el Trastorno del Espectro Autista?
Por: Sonia Heras Gastélum*
@soniaherass
¿Tu hijo/a no avanza en su desarrollo? ¿No habla? ¿No responde a su nombre? ¿No te mira a la cara? ¿No se relaciona con los demás? ¿No hace lo que “debería” hacer normalmente para la edad que tiene? Quizás podría padecer autismo.
Pero ¿qué es el autismo?
El autismo es un trastorno en el que se producen una serie de alteraciones del desarrollo cerebral que provocan problemas para el correcto funcionamiento de las vías de comunicación entre las diferentes áreas del cerebro
Las personas autistas se enfrentan a problemas importantes para integrar la información que reciben del exterior y, además, no pueden gestionarla adecuadamente.
Se estima que el autismo puede llegar a afectar hasta uno de cada 200 niños en el mundo, siento la mayoría de los casos por causas genéticas.
Existen espectros derivados del autismo, como el síndrome de Asperger, trastorno desintegrativo infantil, el autismo clásico, entre otros.
¿Cómo se diagnostica el autismo?
Es preocupante cómo hoy en día se les realiza un diagnóstico erróneo a muchos niños solo por tener problemas de aprendizaje o por sufrir trastorno por déficit de atención. Estos problemas hacen que se les diagnostique como autistas.
Para hacer un buen diagnóstico del Trastorno del Espectro Autista deben coincidir tres características principales:
- Trastorno comunicativo: Cuando un niño o niña no es capaz de comunicar o transmitir información al exterior.
- Trastorno en las relaciones sociales: Esto no significa un niño o niña con pocos amigos o introvertidx, sino incapaz de empatizar y transmitir sus sentimientos a otras personas.
- Patrones de conducta repetitivos: Aquí se habla de una situación claramente anormal. No hablamos de niños con manías, sino de situaciones o conductas patológicas.
Existen muchos exámenes para llegar al diagnóstico correcto. Es aceptado utilizarlos con pacientes en quienes ya se sospeche de autismo o incluso que ya hayan sido diagnosticados.
El diagnóstico es 100% clínico. Es decir, se basa en la observación y la experiencia del profesional, pues si nos basamos únicamente en los exámenes podríamos llegar a un mal diagnóstico.
Hacer pruebas para valorar el autismo puede ser muy complicado. Sin embargo, saber si un niño o niña es autista es realmente fácil. De acuerdo con profesionales de la salud, se puede tener claro en un tiempo aproximado de 10 minutos durante la consulta.
Tratamiento
El tratamiento para un niño o niña con autismo debe tener como objetivo normalizar al máximo su neurodesarrollo. ¿Cómo? Trabajando en mejorar su nivel de auto control. También tenemos que mejorar su nivel de ansiedad, su alimentación y su ciclo de sueño.
La terapia de estimulación cognitiva y relaciones sociales son muy eficaces para el tratamiento y mejoría en calidad de vida de personas con autismo.
Ahora que tienes una definición más clara de lo que es el autismo, te comparto algunas cosas que niños y niñas con autismo les gustaría que supieras:
- Todo niño con autismo es más que un “autista”; no les gusta ser etiquetados.
- Ellos viven en un mundo sensorial muy diferente al nuestro. Por ejemplo, sienten la textura de la tela del pantalón sobre su piel y les incomoda, al igual que la forma y material de los zapatos. Por ello no es raro que se rehúsen a usar ciertas marcas de ropa, y no es un capricho: realmente les incomodan mucho.
- Les gustaría que pudiéramos diferenciar un “no puedo” a un “no quiero”.
- A un niño o niña autista tienes que pedirle que se acerque a ti, hablarle con palabras sencillas de comprender y captar su atención. Si estás gritándole del otro lado del salón puede que no entienda lo que le estas pidiendo y solo se sentirá humillado.
- No entienden el sarcasmo o las metáforas; interpretan literalmente lo que decimos.
- Debemos estar atentos a sus señales no verbales, pues tienen dificultades para expresarse.
- Piensan con imágenes. Por esto es mucho mejor que, antes de decirles lo que queremos, es mejor que se lo mostremos.
- Les gustaría que no nos enfoquemos en lo que no pueden hacer, sino en lo que pueden y saben hacer.
- Ayudémosles en las relaciones sociales, enseñémosles a jugar con otros niños porque ellos también quieren jugar, pero no saben cómo. También tenemos que enseñarles a los demás cómo integrar a estos niños a jugar con ellos.
- Amémoslos de forma incondicional, pues sin nuestra ayuda sus posibilidades de tener éxito son muy bajas.
- Tres palabras clave: Paciencia, Paciencia, Paciencia.
* Sonia Heras Gastélum es analista especializada en psicología clínica, feminista y a favor de los derechos humanos.