
De Memoria: Negocios internacionales y el futuro de México

Por: Luis Fernando Heras Portillo
Desarrollador de negocios turísticos, comerciales e industriales.
Existe una frase que se le atribuye al gran científico Albert Einstein que dice: “Si quieres conocer el futuro, mira al pasado”, y existe mucha razón en ella. En ocasiones, para formular nuestro futuro, es necesario rescatar algunas memorias, pues de ellas deriva un gran conocimiento que nos forja y nos ayuda crecer.
Para algunos, mirar al pasado es considerado algo negativo, pues sería el equivalente a ‘estar anclado’ en lo que alguna vez fue, a vivir constantemente de ‘glorias pasadas’ o a tratar de revivir una y otra vez una experiencia o sensación sin lograr tener éxito. Sin embargo, considero que todo depende de la perspectiva. En el pasado también se encuentran valiosas lecciones y aprendizaje que es válido en la actualidad, pues para construir un nuevo sendero es necesario saber de dónde venimos.
Ha sido esta reflexión la que me ha motivado a realizar “De Memoria”, una serie de videos y podcast que estaré publicando en mis redes sociales (Facebook: Heras Portillo Luis Fernando) y en Sonora Star. Se trata de publicaciones, comentarios y cosas de la vida actual, mezcladas con anécdotas que se me vienen a la memoria de años pasados y que vale la pena rescatar.
También es un espacio de expresión, de charlas y conversaciones con amigos, profesionistas, empresarios y familiares, así como personas que he conocido a lo largo del camino y de quienes se tiene la grata experiencia de aprender algo, ya sea que hayamos coincidido en el hogar, en la calle, restaurantes o en cualquier otro lugar que implique la comunicación entre seres humanos.
“De Memoria” es un ejercicio de reflexión que proviene del recuerdo de su servidor para comunicar experiencias en el presente.
A continuación, comparto el primero de los capítulos sobre el desarrollo de negocios internacionales, la importancia de la atracción de inversiones y las oportunidades de México en el mundo.
En una ocasión charlaba con un grupo de amigos —dos de ellos empresarios y uno más dedicado al ámbito político— sobre negocios en México y el mundo. Como sucede en estos casos, en la conversación se comparten y se escuchan opiniones acerca de diversos temas que son del conocimiento e interés de los invitados.
Por mi parte, mi actividad como empresario me permite viajar a otros países para promover o atraer inversiones, llevando a cabo acciones de comercio o simplemente desarrollar negocios internacionales, integrando las piezas fundamentales para que empresas puedan tener presencia en otros países.
Quizás usted se pregunte, ¿cómo se lleva a cabo tal cometido? Para ello es necesario la integración de equipos de trabajo, que es lo que se conoce como business development, para efectos de que vengan negocios a nuestro país o inviertan para sacar adelante proyectos productivos, comerciales, turísticos e industriales, así como proyectos innovadores en cuestión de tecnología que permiten también el desarrollo económico y social de los países donde se llevan a cabo.
Esa es la finalidad de la labor: fomentar la capacidad de que se lleven a cabo proyectos específicos que, como lo he dicho siempre, generen utilidades, porque empresas o negocios que no generan ganancias, no son negocio. Y en el marco de la ganancia, para que esta exista se tienen que generar empleo, inversiones y desarrollos inmobiliarios. Tiene que haber operación y equipos de personas, de mexicanos en este caso, llevando a cabo dichos proyectos hasta convertirlos en una realidad.
En ese ámbito, recordé la llegada a México de una de las cadenas comerciales ferreteras más importantes del continente: The Home Depot. En su momento, trabajé durante casi 18 años promoviendo la apertura de tiendas por todo el país. En un sentido anecdótico, recuerdo muy bien la inauguración de la tienda en Hermosillo, donde se cortó listón con autoridades presentes y se celebró con gran entusiasmo la apertura de una nueva opción no solo para constructores, sino también para familias.
En este tipo de trabajos, mi labor concluía el día del corte de listón. Sin embargo, la labor comienza desde mucho antes, desde que se plantea el negocio, se realizan los estudios de mercado, se analiza la competencia, la economía y se negocia con los principales propietarios de terrenos donde se edificará la tienda. Esto permite que uno, como desarrollador de negocios, pueda conocer muchas ciudades. Con maleta en mano, en aviones pequeños y comerciales, en vehículos y transporte público, tuve la oportunidad de viajar a alrededor de 40 ciudades de todo México.
El tema vino a colación durante la charla con amigos, pues recientemente incursioné en negocios de Asia y el Medio Oriente, particularmente de Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Catar y Omán, países donde actualmente desarrollo actividades comerciales. Al igual que cuando viajé a otras ciudades para la construcción de tiendas de The Home Depot, los viajes de negocios son experiencias muy interesantes porque te nutren. Al observar lo que sucede en otros países, al conocer otras economías, es cuando aprendes a leer qué es el presente y cómo se construye el futuro. Y no me refiero al futuro de los otros países, sino al de México. Cuando ves cosas que ya son una realidad, que ya se llevaron a la práctica, que están siendo sumamente exitosas, que tienen una razón de ser y que son muy diferentes al modelo que llevamos a cabo aquí en nuestra región, en Norteamérica, es cuando te das cuenta de que es posible replicarlo. Estrategias y desarrollos turísticos en Dubái podrían realizarse en la Riviera Maya o en la Riviera del Mar de Cortés, edificios o centros de negocios en Abu Dabi fácilmente podrían existir en la Ciudad de México o Monterrey. Es ahí cuando abres las visiones y ves las conexiones respectivas para poder llevar a cabo proyectos internacionales.
Sobre esta reflexión, les comentaba a mis amigos sobre una inquietud que me surgió: si no tenemos la mente abierta y la visión apropiada para ver lo que está sucediendo en el mundo, con voluntad y apertura de preguntarle a los expertos y a la gente adecuada, México corre el riesgo de siempre estar a 15 a 20 años, si es que no más, atrasado con respecto a lo que está pasando en el mundo.
Hoy en día, con el internet y la comunicación instantánea, con la tecnología en general, la posibilidad es más cercana, al estar en contacto y observar lo que acontece en otras latitudes. Pero si no lo ven quienes dirigen el destino de nuestro país, si no lo ven los grandes empresarios —que a veces caen en lo que se conoce como “ceguera de taller”— que solo ven lo que pasa al interior de su oficina y sus empresas, y no ven lo que pasa en la sociedad y mucho menos en otros países (o como se dice coloquialmente “ves el árbol pero no ves el bosque”), pues entonces estamos destinados a vivir alejados de la vanguardia en materia global. ¿Por qué? Porque estamos estancados en el presente, en el día a día, en nuestras broncas cotidianas, en nuestros grandes problemas nacionales y, desde luego, más grave aún, estamos anclados en el “hubiera”. Pero el hubiera se convierte en una maraña enorme de pretextos para no hacer las cosas diferentes.
Por eso, muchos países —sobre todo nuestros socios comerciales como Estados Unidos—, dudan de si tenemos la capacidad de abrir nuevos mercados, desarrollar nuevos productos y recibir nuevas tecnologías que ya funcionan en Europa y Asia.
Concluí con mis amigos que es sumamente importante ver a México no solo en su presente, que hoy por hoy nos duele aceptarlo. Sino cómo lo vemos en los próximos 10 o 20 años en su posible futuro. De nosotros depende.
Escucha “De Memoria” en:
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De Memoria: Un recuerdo de anécdotas pasadas y comentarios presentes – Sonora Star
May 16, 2022[…] De Memoria: Negocios internacionales y el futuro de México […]