
México reintroduce exitosamente al picote tequila luego de mantenerse extinto durante 20 años
Luego de que en 1998 comenzara a desarrollarse un proyecto para salvar al picote tequila (Zoogoneticus tequila), México finalmente logró reintroducirlo con éxito a su hábitat natural: el río Teuchitlán, en Jalisco.
Con ello, el picote tequila se convirtió en el primer pez endémico de México en regresar de la extinción en su hábitat.
El pequeño pez de ocho centímetros de largo —también conocido como “gallito” por los pobladores de Teuchitlán por el tono anaranjado de su cola— habita en aguas poco profundas y contribuye de manera importante al equilibrio ecológico. Como los demás peces de su familia, los picotes tequila son depredadores naturales de larvas y pupas de mosquitos. Por lo que su presencia ayuda a controlar las poblaciones de mosquitos, y por ende, los casos de dengue y otras enfermedades transmitidas por su picadura.

El picote tequila dejó de verse desde finales del siglo XX y se le consideró extinto durante al menos dos décadas debido a la contaminación y actividad humana en el río donde habita.
Pero en 1998, un equipo del Zoológico de Chester, Inglaterra puso en marcha un laboratorio de conservación de peces mexicanos y trajo consigo cinco parejas de picote tequila que habían sido criados en cautiverio por coleccionistas.
Desde entonces, la Universidad Michoacana se encargó de dar vida a un proyecto con las condiciones ideales para aumentar la población, con el fin de alcanzar un hito en la conservación de especies de peces en México: la reintroducción exitosa a su hábitat natural.
Para preparar a los peces para la vida en la naturaleza, después de que durante algunas generaciones solo conocieron el cautiverio, el profesor Omar Domínguez y su equipo crearon grandes estanques artificiales en la universidad.
Con ello, lograron multiplicar los peces a 10,000 ejemplares en 2017, alcanzando la madurez suficiente para dar el siguiente paso: la reintroducción.
Domínguez, que dependía en gran medida de las comunidades locales para apoyar la reintroducción, liberó 1,500 peces en los ríos de Jalisco.

A finales de 2021, el equipo descubrió que los peces no sólo habían logrado adaptarse a la vida silvestre: también que cada vez más individuos se expandían a otras zonas del río que habían abandonado por la presencia de ganado y especies invasoras introducidas artificialmente.
La población ahora está creciendo de manera constante, y la UICN ha revaluado la especie de “Extinta en estado salvaje” a “En peligro de extinción”.
Con información de National Geographic y Good News Network