Mares de México se calientan por cambio climático; podría tener un impacto directo en la pesca
En los últimos años, los mares mexicanos se han visto perjudicados por el aumento de temperatura debido al impacto del cambio climático. Lamentablemente, uno de sus efectos negativos será la afectación al sector pesquero y acuícola en el país, reveló un reciente estudio.
El documento titulado “Cambio climático en México: Recomendaciones de política pública para la adaptación y resiliencia del sector pesquero y acuícola”, sostiene que, no obstante, es factible reducir los impactos negativos.
Revertir la afectación por el aumento de la temperatura, acidificación y disminución de oxígeno en los mares mexicanos en detrimento del sector pesquero y acuícola, señala el estudio, por lo que se necesita:
- Un programa nacional de pesca y cambio climático.
- Crear un atlas de riesgo; aumentar la inversión en la generación de conocimiento.
- Abrir espacios de comunicación entre gobierno y comunidades pesqueras.
- Impulsar la coordinación entre los diferentes actores.
Para llegar a esas recomendaciones, se realizó un análisis detallado de lo que ya sucede por el cambio climático, como el incremento de la temperatura en la superficie y hasta cuatro mil metros de profundidad en el mar Caribe y el Pacífico.
Además, el aumento del nivel del mar, la acidificación y la disminución del oxígeno disuelto, esencial para la vida marina, alteran no sólo a las especies de importancia comercial, sino también a toda la cadena trófica que sostiene los stocks pesqueros, dijo Marina Abas, experta en ciencias marinas y costeras, y una de las voceras del grupo consultor principal, liderado por el doctor Héctor Reyes Bonilla.
Esas amenazas climáticas extremas afectan el equilibrio de los océanos y de los ecosistemas costeros, lo cual tiene un impacto directo en la pesca como los días en altamar, la infraestructura de la industria y la maricultura, así como la pesca a pequeña escala, explicó en entrevista para el diario Excélsior.
El estudio realizado por Environmental Defense Fund de México (EDF) e Impacto Colectivo por la Pesca y Acuacultura Mexicanas proyecta que para 2050, en un escenario de alta mitigación se espera un aumento de temperatura de hasta 1°C para ambos litorales y para la flota industrial significaría bajas en la productividad primaria de hasta 20% y el oxígeno disuelto disminuiría en todas las regiones.
Abas indicó que, en un escenario business as usual, en 2100 la flota industrial enfrentaría aumentos de temperatura más elevados, disminución exagerada de oxígeno y caída pronunciada en la productividad primaria en los sitios de maricultura.
En un escenario sin mitigación para 2050 se espera una disminución de la productividad primaria hasta del 30% y las zonas tendrían una baja de oxígeno de entre 20% y 50%, y un aumento de temperatura de hasta 2°C.
Para la pesca artesanal o de pequeña escala, en un escenario de alta mitigación para 2050 se espera una pérdida de 10% de la producción primaria y un aumento de 1ºC; mientras que en un escenario business as usual se visualiza un aumento de la temperatura de más de 1°C, disminución de oxígeno y caída de la productividad primaria de por lo menos 80 por ciento.
En el peor de los escenarios para 2100, dijo, el estudio proyecta un aumento de hasta 4.5°C.
La investigadora resaltó que el estudio por eso recomienda aumentar el conocimiento a través de mayor inversión para realizar modelos cada vez más precisos.
México tiene 25 pesquerías que contribuyen al 75% del volumen total nacional estimado en alrededor de 2.1 millones de toneladas e incluye acuacultura y pesca, y se calcula que 21 de esas 25 pesquerías van a enfrentar reducciones en la captura potencial, por lo que el impacto sería enorme para muchas poblaciones y comunidades.
El estudio recomienda crear espacios directos de comunicación entre gobierno, comunidades de pescadores, organizaciones de la sociedad civil y la academia para abrir los canales de participación y enriquecer el conocimiento que se tiene de las localidades productivas.
Marina añadió que el atlas de riesgo para el sector debe revisarse constantemente, porque no existen modelos que predigan posibles futuros debido a que hay muchas variables.
Es fundamental identificar cuáles son las condiciones que hacen más susceptibles las costas, como Quintana Roo, Yucatán o Tabasco, sumada la región donde se da la mayor producción, que es el noroeste (Baja California Sur, Baja California, Sonora, Sinaloa y Nayarit), que, de alguna manera, es más vulnerable.
Para la realización del estudio participaron más de 70 personas entre académicos, representantes de gobierno, de organizaciones de la sociedad civil, representantes de las comunidades productoras, así como el equipo consultor conformado por 12 personas de cinco instituciones.
Vía Excélsior. Foto: Gobierno de México