4 reglas para mejorar tu autodisciplina y hacer rendir tu tiempo
Todos conocemos a personas que parecen saber cómo hacerlo todo. Se las arreglan para ejercitarse, atender a su familia y llegar a la oficina luciendo impecables. Sobresalen en sus trabajos y parece que siempre están al tanto de todo. Este tipo de personas se les conoce como autodisciplinadas.
La buena noticia es que, al igual que con otros hábitos, la autodisciplina es algo que puede aprenderse y mejorarse. Si bien sabemos que esto no sucederá de la noche a la mañana, existen métodos para hacerlo más fácil. Estas son algunas lecciones del empresario John E. DiScala que pueden ayudarte a desarrollar tu autodisciplina para ser más productivo y alcanzar tus objetivos:
1. La regla de los cinco segundos
Para protegernos del peligro, nuestros cerebros a veces actúan en modo de lucha o en modo de huida. Esto sucede cuando el cerebro detecta que estamos en una situación de peligro y hace todo lo posible por salvarnos. Sin embargo, en ocasiones hacer algo fuera de nuestra rutina para alcanzar objetivos (ejercitarte, estudiar, aprender una nueva habilidad, etc.) puede ser detectado erróneamente como “peligro”, haciendo que el cerebro comience a convencernos de que debemos alejarnos, dándonos razones para no hacerlo. Esto sin duda puede obstaculizarnos.
En su libro ‘La regla de los cinco segundos’, Mel Robbins habla sobre cómo debemos esforzarnos físicamente para movernos en la dirección de nuestros objetivos antes de que nuestro cerebro se haga cargo. Puedes hacer esto contando de manera regresiva desde cinco hasta uno (5, 4, 3, 2, 1). Una vez que llegues a uno, oblígate a moverte.
Por ejemplo, cuando tengas problemas para concentrarte en tu trabajo, cuenta hacia atrás, comenzando desde cinco. Cuando llegues a uno, levántate y estírate durante unos segundos. Luego, siéntate de nuevo y esfuérzate por hacer un trabajo de calidad durante 30 minutos. Este pequeño truco para reiniciarte no solo funciona, sino que te hace más productivo.
2. Empieza poco a poco
Cuando te hayas decidido y empieces a desarrollar tu autodisciplina, comienza con un hábito a la vez. Tratar de hacer todo a la vez no solo te abrumará sino que reducirá tus posibilidades de éxito. Tratar de aprender tantas cosas en poco tiempo puede afectarte y hacerte sentir frustración.
Por ejemplo, la meta de muchas personas es levantarse más temprano para que sus mañanas sean más productivas. Para esto, puedes comenzar configurando tu alarma para despertarte cinco minutos antes todos los días durante algunas semanas, hasta que con el tiempo logres despertarte 30 minutos antes de lo que lo hacías inicialmente. Esos 30 minutos pueden marcar una gran diferencia.
3. Haz una lista con tres tareas a lograr
Escribe tres cosas que quieras lograr durante el día, pero que solo una de ellas esté vinculada con tu objetivo de desarrollar autodisciplina. Si bien, tres tareas pueden no parecer importantes, son mucho más alcanzables. Una vez que hayas logrado cumplir esas tres, te sentirás motivado para continuar.
Puede parecer simple, pero es muy fácil desviarse o desanimarse. Al reevaluar tu estrategia podrás notar que tres es el número mágico. No es demasiado, pero aún así te da algo por lo que trabajar.
4. Recompénsate de manera retardada
Ser paciente es uno de los ejes fundamentales de la autodisciplina, especiamente cuando vivimos en el mundo del “ahora”. Queremos que nuestros problemas desaparezcan ahora, queremos el éxito ahora. El problema es que cuando las cosas no salen como esperamos, terminamos por abandonarlas. Esto se conoce como la trampa de la gratificación instantánea y es muy nociva para la autodisciplina.
La gratificación instantánea es cuando sacrificas tus metas a largo plazo por la tentación que te brinda el corto plazo.
Es tentador revisar tus redes sociales mientras trabajar. Y antes de que te des cuenta, has perdido mucho tiempo valioso. Cuando caigas en esta trampa, usa la regla de los cinco segundos y comprométete a concentrarte.
Cuando quieras darte una gratificación, esfuérzate para que no sea instantánea sino retardada. No elijas revisar tus redes sociales o ver un video largo que te robe valioso tiempo de productividad. En cambio, escoge una estrategia a largo plazo que sea aún más gratificante, como planear un viaje. Al hacerlo, no solo podrás disfrutar de unas vacaciones, sino que lo harás como una recompensa por tu esfuerzo.
Al final del día, el objetivo es ser productivo. Encuentre los métodos y formas que mejore te funcionen. Tener autodisciplina probablemente te hará más feliz y menos estresado.
Vía INC por John E. DiScala