Efectos colaterales de la limpieza mecánica de playas
Foto de portada tomada de: Citrics Roquetes
En algunas playas de los principales destinos turísticos de estado de Sonora y del país se ha observado, en años recientes, equipos cribadores de arena. El fin de dichos equipos jalados por un tractor es la limpieza de las mismas. El propósito en sí no es malo, sin embargo, debieran tomarse en consideración posibles implicaciones ecológicas en el ambiente costero.
La raíz del problema es que no se ha logrado evitar que las personas que visitan las playas tomen conciencia de las afectaciones ecológicas de dejar sus basuras en las mismas. Tampoco que estas basuras terminen siendo engullidas por los organismos marinos habida cuenta la cantidad de evidencia que circula en redes a ese respecto. Pero tampoco es justificación el empleo de equipo pesado para ello si pudiera afectar el hábitat de pequeños organismos invertebrados que habitan la arena y son parte de la cadena trófica.
Consideramos necesario entonces, reforzar campañas de educación ambiental e implementar medidas de seguridad restrictivas en playas que desalienten el comportamiento ilícito e inconsciente de los turistas. También se requiere de voluntad política y trabajo de parte de las autoridades locales como se hace en países de primer mundo, donde es muy penado con multas a quienes infringen el reglamento.
Se ha dado el caso de grandes hoteles que han adquirido los equipos necesarios para la limpieza y cribado de playas a fin de cumplir con los requisitos para ser considerados “Blue flag”, lo que repercute en mayor turismo internacional, como en Puerto Peñasco. También es el caso de residentes de playa con “beach front”, quienes deseando ver limpia la playa y dada su capacidad económica, han equipado a los ayuntamientos locales para desarrollar dichas labores, como en Bahía de Kino.
Sin duda la mejor estrategia es que los turistas al terminar su visita se lleven la basura a casa, donde cuentan con los servicios de recolección de basura municipal. Es el caso de la playa de Bahía de Kino en Sonora, donde los servicios públicos han resultado ser insuficientes en término de personal y equipos para poder satisfacer la demanda de más de 20,000 visitantes por fin de semana. Esto es muy evidente cuando no sido posible aumentar la frecuencia de la recolección de basuras ante el fenómeno veraniego post-pandémico 2021, y así ha estado sugiriéndose en redes por empresas particulares como Kinobay.com
Todos hemos podido observar entre la arena de la playa organismos como los pequeños cangrejos que rehúyen el contacto con los humanos. Incluso apenas a unos metros de la playa en la zona submareal, enterradas en los bancos de arena de donde son extraídas, gran cantidad de moluscos bivalvos que son un manjar, como las almejas reina, chocolata, generosa, la escalopa y el callo de hacha. Sin embargo, la diversidad y abundancia de crustáceos y moluscos conocidos no es nada en comparación con la “meiofauna”, organismos microscópicos que abundan entre los granos de arena. Estos tienen una función fundamental y de importancia, solo que no los observamos a simple vista. La meiofauna incluye metazoos y foraminíferos bénticos que pasan a través de un tamiz de 500mm y son retenidos en malla de 40-63μm (1) siendo los nemátodos, ostrácodos y copépodos harpacticoides los más abundantes (1)
Fig.12 Algunos organismos simplemente se desplazan y viven sobre el sedimento (epifauna). Otros, en cambio, remueven el sedimento y viven dentro de él (endofauna). La meiofauna o fauna intersticial es la fauna pequeña que vive entre los granos del sedimento.
En su tesis doctoral por la Universidad de Vigo de Begoña Araújo de Miguel de 2017 sobre la importancia de las playas arenosas en el reciclaje de la materia orgánica apunta que “En los años 70, dos investigaciones demostraron que las playas no eran grandes desiertos como había creído hasta el momento ya que registraron valores de biomasa de macrofauna de 25753 g peso seco m-1 en Perú (Penchaszadeh, 1971) y 6621 g peso seco m-1 en el Cabo del Este (McLachlan, 1977)”.
Araújo de Miguel señala además que: “Las playas albergan una comunidad que parece invisible pero lo cierto es que está repleta de vida microscópica y macroscópica. Todos estos componentes interactúan en una red trófica para crear el ecosistema de la playa de arena, que intercambia materiales con el mar abierto y la tierra. Con el tiempo se ha ido demostrando que las playas son ecosistemas interesantes y a menudo productivos. (3)
Liñero y colaboradores refieren que, “las playas arenosas son ambientes físicamente estresados (Rodil & Lastra 2004), en las cuales la abundancia y distribución de los organismos están sometidos principalmente a factores climáticos y a las características hidrodinámicas y de los sedimentos, y donde las interacciones biológicas no juegan un rol tan importante en la estructuración de las comunidades (McLachlan 1983). A estos factores se añade la perturbación ambiental ocasionada por las actividades turísticas, que pueden alterar notablemente a las poblaciones de la meiofauna (Gheskiere et al. 2005)”. (1)
Por su parte el Dr. Víctor Yepes Piqueras afirma que: “La limpieza de los arenales constituye una pieza fundamental para ofrecer unos espacios singulares en buenas condiciones higiénico-sanitarias para los usuarios, especialmente en aquellos municipios donde su uso es intensivo. De hecho, los estándares exigidos a las playas por el distintivo Bandera Azul y otras normativas (ISO, ICTE) suponen una garantía de calidad en este sector. Sin embargo, el uso masivo de medios mecanizados para la limpieza exhaustiva de las playas puede provocar impactos que implican tanto una reducción de los sedimentos como una alteración del equilibrio de la biodiversidad existente”. (2)
La maquinaria empleada en la limpieza de las playas
El mismo Dr. Yepes-Piqueras en su blog agrega que “El mercado ofrece equipos para la limpieza de playas que se basan en la succión y en el rastrillado o cribado. Existen equipos de distinta complejidad que penetran en la arena hasta profundidades típicas de 30 cm, realizando un intenso y continuo batido que permite el secado y la ventilación de la arena gracias a la acción del aire y los rayos ultravioletas. El material recogido atraviesa unas mallas cribadoras de diferentes calibres que separan los desperdicios para depositarlos en unas tolvas que se vacían hidráulicamente sobre un vehículo contenedor o en el lugar de vertido.”(2)
Consecuencias de la limpieza mecánica de las playas
Del mismo trabajo de Yepes-Piquera, “Roig (2004) argumenta que la limpieza mecanizada de las playas realizada de forma exhaustiva y sin aplicar criterios geomorfológicos y ambientales de gestión reduce la biodiversidad costera, altera los perfiles de playa y provoca una pérdida de sedimentos. En efecto la reducción de la materia orgánica natural disminuye tanto el desarrollo de microorganismos y fauna intersticial como la cantidad de nutrientes necesarios para las comunidades vegetales (Llewellyn y Shackley, 1996; Gheskiere et al., 2006). (2)
El Dr. Yepes Piquera concluye que: “El reconocimiento de la importancia de las playas se ha traducido en estrategias dirigidas a aumentar su excelencia mediante directivas que atienden a la calidad higiénica de la arena y del agua de baño, así como en la adopción de diferentes distintivos de calidad y normas internacionales con una clara orientación hacia el usuario. Esta situación ha provocado la limpieza sistemática con medios mecánicos de estos espacios naturales que, realizada de forma exhaustiva y sin aplicar criterios geomorfológicos y ambientales de gestión, reduce la biodiversidad costera, altera los perfiles de playa y provoca una pérdida de sedimentos. A ello hay que añadir la importante pérdida de arena provocada por la falta de efectividad de algunas máquinas en la limpieza diaria y la eliminación periódica de residuos naturales acumulados (algas y restos de Posidonia oceanica). Todo ello supone una retirada de arena involuntaria estimada en unos 500 m3 por kilómetro y año en playas no muy intensivas y con un sistema de gestión relativamente bien organizado. Estas pérdidas pueden ser mucho mayores y derivar en extracciones encubiertas de arena para usos agrícolas y ganaderos, jardinería, etc”.
De la tesis doctoral 2017 de Begoña Araújo de Miguel, se lee en su introducción el siguiente texto: “Las playas tienen un papel fundamental en los ciclos de carbono y nitrógeno tanto a nivel local como global a través de su papel como recicladoras de la materia orgánica”. (3)
Agrega además que, “numerosas investigaciones se han llevado a cabo demostrando que, a pesar de su apariencia estéril, las playas albergan una comunidad que parece invisible pero lo cierto es que está repleta de vida microscópica y macroscópica. Todos estos componentes interactúan en una red trófica para crear el ecosistema de la playa de arena, que intercambia materiales con el mar abierto y la tierra. Con el tiempo se ha ido demostrando que las playas son ecosistemas interesantes y a menudo productivos. Y así, afortunadamente, su simplicidad relativa proporciona un escenario propicio para la investigación”. (3)
Con referencia con intercambios con otros sistemas, Araújo de Miguel señala que: “Las playas son el nexo entre el mar y la tierra que permite los intercambios de materia orgánica (fitoplancton, plantas de las dunas y desechos orgánicos marinos). Constituye uno de los procesos más importantes para mantener el flujo de energía entre los sistemas terrestre y marino (McLachlan & Brown, 2006, 2011). El material orgánico que llega a la playa es asimilado por una amplia gama de consumidores a través de varios niveles tróficos (macro, meio y microfauna y depredadores terrestres superiores) que interactúan en una red alimentaria compleja (Dugan et al., 2000; Dugan et al., 2003; Catenazzi & Donnelly, 2007; Lastra et al., 2008; Spiller et al., 2010; Colombini et al. 2011a).”
Referencias Bibliográficas
- Liñero Arana, Ildefonso, Ojeda, Sol, & Amaro, María Elena. (2013). Variación espacio-temporal de la meiofauna submareal en una playa arenosa nororiental de Venezuela. Revista de Biología Tropical, 61(1), 59-73. Recuperado el 10 de agosto de 2021 de www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-77442013000100005&lng=en&tlng=es.
- Yepes-Piqueras, Víctor. La limpieza mecánica de las playas (www.victoryepes.blogs.upv.es/2020/08/20/la-limpieza-mecanica-de-las-playas)
- Begoña Araújo de Miguel. Tesis Doctoral 2017. Importancia de las playas arenosas en el reciclaje de la materia orgánica. https://www.google.com/url?sa=i&url=http%3A%2F%2Fwww.investigo.biblioteca.uvigo.es%2Fxmlui%2Fbitstream%2Fhandle%2F11093%2F855%2FImportancia_de_las_playas_arenosas.pdf%3Fsequence%3D1&psig=AOvVaw3dwNZdGYPgi8dFTWRX5Zb1&ust=1628899964675000&source=images&cd=vfe&ved=2ahUKEwiRjbav26zyAhUTAjQIHWz5BZIQr4kDegUIARDDAQ