
Ayoloco, el glaciar mexicano que fue declarado extinto
Si bien México posee una biodiversidad única en el mundo, con una variedad de ecosistemas a lo largo y ancho del país, estos se encuentran en riesgo de desaparecer como consecuencia de la actividad humana en el planeta.
En el marco del Día Internacional de la Tierra, celebrado el pasado 22 de abril, el glaciar de Ayoloco, ubicado en la cumbre del volcán Iztaccíhuatl, entre Estado de México y Puebla, fue declarado oficialmente ‘extinto’ debido al cambio climático.
El acto fue realizado por especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes advirtieron que de no tomar acciones que inhiban su desintegración, el resto de los glaciares mexicanos desaparecerán en las próximas décadas.
Los integrantes del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM, Anel Pérez Martínez y Hugo Delgado Granados, fueron los encargados de colocar una placa de acero en el sitio donde se encontraba instalado el cuerpo de hielo, uno de los pocos glaciares que aún sobrevivían en México. Lo hicieron a 200 metros del refugio Otis McAllister, ubicado a 4.626 metros de altura sobre el nivel del mar, en el lado occidental del Iztaccíhuatl, también conocido como “Mujer Dormida”.

La inscripción fue plasmada para destacar la importancia de su pérdida, ya que era uno de los mayores generadores de agua dulce. De hecho, la comunidad científica afirma que los glaciares comprenden el 90% de agua dulce de nuestro planeta.
Delgado auguró que el principal efecto de la extinción del glaciar es la disminución de la cantidad de agua a la que tienen acceso las comunidades que viven cerca del volcán. Además, sin las masas grandes de hielo de la parte alta de la montaña, la temperatura se incrementa de manera adicional e inhibe las precipitaciones, por lo que habrá más calor y más sequía.
“Esta pérdida impactará de manera definitiva en el curso del agua, la flora y la fauna al ser en estas cumbres donde se origina el líquido”, subrayó.
Añadió que es necesario proteger la Tierra y destacó que preservar el medio ambiente tiene como consecuencia “cuidarnos a nosotros mismos, como especie. Si no cuidamos a nuestro planeta, éste va a seguir existiendo; los que no vamos a seguir existiendo somos nosotros. En la medida que lo protejamos, tendremos la posibilidad de darles un mejor mundo a quienes nos siguen, a nuestros hijos”, dijo.

Los glaciares son masas de hielo que permanecen en las cumbres de las montañas durante por lo menos un año. Su importancia ecológica radica en la generación de agua dulce. Durante el siglo XX han disminuido en todo el planeta, y sus afectaciones se han acelerado en las últimas dos décadas debido al cambio climático y la influencia de la actividad humana, al ascender las temperaturas que conservaban esos cuerpos de hielo.
El Iztaccíhuatl es la tercera montaña más alta de México. Consta de varios picos, el más alto tiene 5,215 metros de altitud. Se ubica 55 kilómetros al sudoeste de la ciudad de México y puede ser vista desde 200 kilómetros a la redonda.
Con información de El Universal y Verde y Azul