Descubren ancestral bajorrelieve de un águila real en el Templo Mayor
Según la cultura mexica, Huitzilopochtli -el dios de la guerra y del sol -era representado como un águila que guio a los hombres desde Aztlán hasta la tierra prometida : el lago de Texcoco, donde los mexicas recibieron la señal del dios y construyeron la gran Tenochtitlán. Por este motivo, la representación del águila es de suma importancia para comprender la cultura mexica y, en general, la identidad de los mexicanos, donde esta ave se muestra en nuestros símbolos nacionales.
Después de 500 años de la caída de Tenochtitlán, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) revelaron un nuevo descubrimiento arqueológico. Se trata de un bajorrelieve con un águila real tallada en piedra de teozontle rojo. La pieza forma parte de una losa del acceso al Templo Mayor y se cree que data del siglo XV, cuando reinaba Moctezuma I.
La excavación fue realizada entre las calles República de Guatemala y República de Argentina, donde debajo de ellas descansan los restos de la sexta etapa del Templo Mayor y el lugar donde estuvo el Huei Cuauhxicalco, el lugar donde se llevaron a cabo las cremaciones de algunos reyes mexicas.
Aunque la pieza arqueológica del águila real fue descubierta en febrero del 2020, es hasta este momento cuando se ha profundizado en su investigación que se dio a conocer el hallazgo.
Se trata de la representación de mayor tamaño que se ha descubierto de un águila en el Templo Mayor. Mide 1.06 metros de largo por 79 centímetros de ancho, lo que lo convierte en el relieve más grande de un conjunto de 67 descubiertos. El águila, a la que los mexicas llamaban itzcuauhtli, está esculpida de cuerpo entero y de perfil.
“Sobresale su cabeza, donde se percibe el ojo anular y un pico robusto en forma de gancho, del que sale la lengua”, mencionan los arqueólogos de la excavación.
El águila era venerada por los antiguos mexicas, ya que al igual que el sol, es el ave que vuela más alto. Su explicación cósmica y mitológica ha quedado ligada no solo a la fundación de Tenochtitlán, sino también a la creación del Estado mexicano.
Sobre el descubrimiento del bajorrelieve, el arqueólogo del Proyecto Templo Mayor, Rodolfo Aguilar Tapia, afirmó que la pieza “tiene un buen estado de conservación”, pues “se trata de un elemento que nunca fue visto por los españoles”.
“Este piso es único en todo el Templo Mayor ya que contiene bajorrelieves que aluden a la concepción dual del edificio. Del lado sur, donde estamos explorando, se encuentran elementos como esta águila, vinculados con el ciclo mítico del nacimiento de Huitzilopochtli; mientras que al norte, los bajorrelieves localizados anteriormente contienen representaciones asociadas con Tláloc, el ciclo del agua y la regeneración del maíz”.
Aguilar Tapia explicó que ”gracias al trabajo realizado por los arqueólogos Eduardo Matos Moctezuma y Leonardo López Luján, hoy se cuenta con una correspondencia estratigráfica definida, la cual permite a los investigadores conocer en qué etapa constructiva del Templo Mayor se ubican los hallazgos, y a qué época pertenecen los mismos”.
De acuerdo con el INAH, los siguientes planes en la zona del Templo Mayor se centrarán en culminar la exploración del sitio donde se encuentra el bajorrelieve del águila real para buscar otros más, y después retirarlos de manera temporal para indagar más sobre ellos.
Con información de El País y Milenio