Reflexión: El confinamiento nos ha hecho apreciar el poder de los abrazos
Algo ‘mágico’ sucede cuando abrazamos a alguien. Una sensación de calidez invade nuestros cuerpos y corazones, haciéndonos sentir conectados con la otra persona como si fuéramos uno mismo.
Esta sensación tiene una explicación científica: los abrazos hacen que nuestro cuerpo libere oxitocina, la ‘hormona del amor’. Además, la piel es nuestro órgano más grande. Tiene reacciones sensoriales tanto físicas como emocionales. De ahí la razón por la que los abrazos pueden hacernos sentir tan bien.
Nuestra piel es capaz de comunicar todo lo que sucede tanto en nuestro interior como en el exterior. A su vez, es receptora de felicidad y nos ayuda a sentir alegría, felicidad y amor.
Sin embargo, en una sociedad donde las interacciones sociales por medio de dispositivos electrónicos son cada vez más comunes, estas no podrán remplazar el necesario cariño y afecto físico por parte de nuestros seres queridos.
Abrazos durante el aislamiento social
Si bien nuestra salud física está en riesgo por la enfermedad, nuestra salud emocional está en peligro por la falta de contacto humano. Investigadores han descubierto que la presencia de oxitocina acelera la curación de heridas físicas y emocionales; también reduce el estrés y ayuda a regular la presión arterial.
Actualmente, esta es una situación es aún más complicada. Debido a la pandemia por covid-19, el confinamiento ha provocado que los abrazos escaseen. Al respecto, investigaciones muestran que el aislamiento podría tener efectos en nuestra salud a largo plazo.
Sabemos que podemos contraer covid mediante el contacto cercano con una persona infectada, por lo que un abrazo en sí es bastante arriesgado si tú o la persona que abrazas está contagiado. Debido a que no podemos detectar a simple vista si una persona tiene el virus, la evaluación del riesgo de abrazar es simplemente complicada.
En última instancia, todos los expertos coinciden en que la mejor práctica contra el coronavirus es evitar el contacto físico con personas que no sean de tu hogar. Sin embargo, si por algún motivo en especial necesitas abrazar a alguien, hay algunas cosas que debes tomar en cuenta para minimizar el riesgo de transmisión.
Recomendaciones:
- No abraces a nadie que muestre síntomas visibles de covid, o si tú tienes algún síntoma.
- No abraces a personas vulnerables (personas de la tercera edad o con condiciones médicas), ya que tienen mayor riesgo de contraer el virus.
- Cuando abraces a una persona sana, eviten juntar las mejillas. En cambio, voltea tu rostro en la dirección opuesta al suyo.
- Usen cubrebocas
- Si es posible, contén la respiración. De esta forma puedes evitar transmitir o inhalar gotículas respiratorias infecciosas.
- Lava y desinfecta tus manos antes y después del abrazo.
Otras alternativas de afecto
El contacto con nuestras mascotas también puede proporcionarnos los beneficios de la oxitocina para la salud mental. Estas son algunas razones por las que la terapia con mascotas es efectiva para personas mayores o enfermas.
Mantener interacciones y conexiones sociales en ausencia del contacto directo también puede ayudar. Intenta realizar reuniones virtuales constantemente con las personas que amas. Pronto notarás un efecto positivo en tu salud y de quienes te rodean.
La pandemia nos ha hecho darnos cuenta lo importante que puede ser el contacto social y físico para nuestro bienestar. Si bien ahora podemos apreciar los abrazos más que antes, por el momento lo más seguro es buscar apoyo emocional de otras maneras menos riesgosas.
Con información de Thrive Global y The Conversation