¿Quiénes eran las ‘Adelitas’ de la Revolución Mexicana y por qué se les llamaba así?
Llevando en como estandarte los más altos valores mexicanos de valentía, lealtad y patriotismo, las ‘Adelitas‘ eran la fuerza femenina que luchó por la justicia social durante la Revolución Mexicana, que inició durante el levantamiento en armas convocado por Francisco I. Madero el 20 de noviembre de 1910.
Durante las conmemoraciones de la fecha, es común ver a niñas y mujeres vestidas como Adelitas, cuya indumentaria se compone de coloridas faldas largas o vestidos, rebozos, trenzas atadas con lazos, sombreros y, por supuesto, armas y carrilleras de balas.
La imagen de las Adelitas ha trascendido por décadas, siendo ahora una fuerte representación de la participación de las mujeres en el movimiento social de la Revolución. Pero, ¿de dónde surge este término?
De acuerdo con el cronista coahuilense José Alberto Galindo en su libro ‘Un cielo lleno de metrallas: La verdadera historia de la Adelita‘, la Adelita original fue una bella enfermera de Chihuahua llamada Adela Velarde Pérez.
Nacida el 8 de septiembre de 1900 en el seno de una familia acomodada de Ciudad Juárez, Adela se rebeló contra su padre para unirse al cuerpo de enfermeras de la Cruz Blanca Neutral -el servicio de atención médica establecida durante la Revolución Mexicana -cuando apenas tenía 13 años de edad.
Identificada con los principios e ideales del movimiento revolucionario la colocaron como uno de los más grandes ejemplos a seguir para las demás mujeres que participaban en la lucha, principalmente para aquellas que habían enviudado a causa de las revueltas.
Durante su servicio como enfermera, destacó también su gran destreza y eficiencia para atender a los heridos, lo que pronto le ganó la simpatía de las tropas, quienes de cariño comenzaron a llamarla ‘Adelita‘.
Durante el combate, Adela conoció a quien sería el amor de su vida, el sargento Antonio Gil del Río Armenta, quien luchaba en el bando de Francisco Villa. Se dice que fue él quien compuso el famoso corrido “La Adelita”, que ganó popularidad en aquellos años y con el tiempo se convertiría en una especie de himno y memoria revolucionaria.
Gracias a su valor, carácter y generosidad, a las soldaderas de la Revolución se les conoce como Adelitas, quienes fueron mujeres entregadas a la lucha por la justicia social en México.
¿Qué pasó después con Adelita?
Como lo dice la historia, Adela estuvo en el frente de batalla del 7 de febrero de 1913 al 15 de agosto de 1914 y que atendiendo a los lesionados del Ejército Constitucionalista. Adela acompañó a Antonio del Río en la lucha del Villa hasta 1914.
Aunque no se casaron, Adela tuvo un hijo de él. Por su parte, Antonio continuó en el ejército y murió sirviendo en la Segunda Guerra Mundial.
Después de la Revolución Mexicana, Adela dejó de pertenecer al ejército y se mudó a la Ciudad de México para emplearse como mecanógrafa en Correos de México. El 22 de febrero de 1941 la Secretaría de la Defensa otorgó la Condecoración al Mérito Revolucionario y, veinte años más tarde, el 8 de diciembre de 1961 el Congreso de la Unión le concedió pensión vitalicia.
En esa época la buscó el Coronel Alfredo Villegas, curiosamente mencionado en la canción “La Adelita”. En 1965 se casó con él en Del Río, Texas.
Una de sus nietas, la doctora Elma Villegas fue quien colaboró con el cronista José Alberto Galindo para escribir el libro mencionado anteriormente, aportando información, documentos y fotografías.
Finalmente, Adela Velarde Pérez falleció el 4 de septiembre de 1971. Sus restos descansan en Estados Unidos.
Con información de Capital México e Imagen Radio
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