
Historia de las coyotas, el postre sonorense favorito del café
Fotografía de portada: Diego Salcido.
Las coyotas son uno de los postres tradicionales sonorenses por excelencia. De todos los platillos de nuestra deliciosa gastronomía, se puede decir que las coyotas son las más viajeras. ¡Sí! Lo leíste bien. Y es que en Sonora es tradición regalar coyotas a las personas que nos visitan de otras partes de México o el extranjero, así como también es común enviarlas a los sonorenses que viven lejos de su tierra.
¿Pero qué es una coyota? Es un platillo tipo galleta, empanada o tortilla, rellena de panocha o piloncillo, aunque hoy en día puedes encontrarla rellena de toda clase de sabores como jamoncillo, guayaba, fresa, membrillo, dátil y hasta helado de vainilla.

Foto: Madeleine Cocina
Las coyotas nacieron en el corazón de la colonia Villa de Seris, un sitio de enorme tradición fundado en 1741 como el pueblo que más tarde daría origen a la ciudad de Hermosillo, Sonora.

En la década de los años 50, esta colonia era habitada por una gran cantidad de familias que juntos formaban una comunidad muy unida. En 1954, una mujer llamada María Ochoa de Moreno solía hornear pan para regalarlo a sus vecinas, y una de ellas era Agustina Araiza, esposa de un militar español. En agradecimiento por su buen acto, Agustina decidió compartir con María una receta familiar muy especial que sorprendería a todos.
Pronto, comenzó a venderlo en su colonia, de donde surgió el famoso nombre: “coyotas”, que significa hija de mexicana y español. Este alimento fue el inicio de no solamente una gran empresa, “Coyotas Doña María”, sino también de un postre que se integraría al acervo culinario sonorense y lograría cruzar fronteras.

Foto: Coyotas Doña María
Hoy en día, las coyotas son elaboradas en diversas partes del estado: desde Villa de Seris en Hermosillo, Ciudad Obregón, Navojoa, San Pedro de la Cueva, en la ruta del Río Sonora y más. Puedes encontrarlas en decenas de establecimientos, panaderías, restaurantes, abarrotes, supermercados, tiendas de productos regionales e incluso en internet, donde los comerciantes hacen uso de sitios web y redes sociales para vender su producto.

Foto: Rincón Sonora
Si bien la presentación de las coyotas se ha ido transformando con el paso del tiempo y con la creatividad de quienes las elaboran, sus ingredientes principales siguen siendo los mismos: harina de trigo, azúcar, agua o leche y manteca vegetal.
Esta masa básica hace que el sabor nacido hace más de 66 años conserve su esencia, y que al comer una coyota, acompañada de una taza de café negro o un vaso de leche, pueda deleitarte con una receta histórica que se ha heredado de generación en generación.

Foto: Efraín Bojórquez García
Así que, si no conoces el sabor de las coyotas, te invito a probarlas. ¡Son deliciosas! Su sabor es exquisito y son una gran compañía para disfrutar la tarde, para amenizar una buena charla, como un agradable obsequio o simplemente como un rico antojito.
Cuéntanos, ¿cuál es tu coyota favorita?
Con información de Debate, La Jornada y El Imparcial.