7 consejos para proteger nuestra piel de los rayos del sol
Además de la agradable sensación de calidez en nuestro cuerpo, tomar el sol tiene varios beneficios. De acuerdo científicos de la Universidad de Manchester, hacerlo durante algunos minutos ayuda a estimular la producción de vitamina D, misma que ayuda a combatir la somnolencia, reduce los síntomas de la depresión, fortalece los músculos y ayuda a absorber el calcio.
Estos beneficios pueden disfrutarse siempre y cuando se tome el sol de manera segura, es decir, antes de las 10:00 a.m. o después de las 16:00 p.m. y aplicando protector solar sobre nuestra piel por lo menos media hora antes de salir.
Pero, ¿por qué es necesaria tanta precaución cuando nos exponemos al sol? Esto se debe a que los rayos del sol emiten radiaciones UVA, que producen envejecimiento de la piel, tono irregular, arrugas y cáncer de piel; y UVB, que son más intensas entre las 10:00 a.m. y 16:00 p.m., y causan quemaduras graves, alergias y también cáncer de piel.
Por este motivo, proteger tu piel es muy importante, aún más en temporada de verano, cuando la temperatura y los niveles de radiación aumentan.
Para hacerlo, la dermatóloga Nancy C. Lee comparte siete consejos para mantener nuestra piel segura de los daños ocasionados por el sol.
- Usa ropa protectora. Si es posible, utiliza pantalones, camisas de manga larga y sombreros de ala ancha, pues estos no solo protegen tu rostro sino que también otros puntos como las orejas y el cuero cabelludo.
- Utiliza lentes de sol. Las gafas o lentes de sol protegen tus ojos de los rayos UV que pueden provocar problemas oculares, como cataratas. Cuando compres lentes de sol, asegúrate que bloqueen el 99% o 100% de los rayos UVB y UVA.
- Trata de no exponerte a los rayos del sol de 10:00 a.m. a 16:00 p.m. En este horario, los rayos del sol son más fuertes. Por lo tanto, planifica tus actividades al aire libre para hacerlas temprano en la mañana, o por la tarde. Si debes salir, trata de colocarte debajo de una sombra. Puedes ubicarte debajo de un árbol o utilizar una sombrilla.
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Usa protector solar. Los rayos UV pueden ocasionar graves daños a tu piel en tan solo 15 minutos. Para proteger tu piel, colócate protector solar en cada parte de tu cuerpo que estará expuesta al sol por lo menos 30 minutos antes de salir, incluso si está nublado. El protector solar es mucho más efectivo cuando se utilizan los métodos mencionados en los puntos anteriores.
Al elegir un protector solar, escoge uno con al menos 15 FPS (Factor de Protección Solar), y que ofrezca un amplio espectro contra los rayos ultravioleta A (UVA) y ultravioleta B (UVB).
El protector solar no dura todo el día, por lo que debes volver a aplicar cada dos horas, poniendo especial atención en manos, pies, rostro y brazos. - Di no al bronceado. El bronceado seguro no existe, ya sea en el exterior o en camas de bronceado. De hecho, este tipo de método implica el uso de lámparas solares con una radiación intensa de rayos UV, lo que aumenta el riesgo de cáncer de piel.
- No te excedas con la vitamina D. Si bien el sol es buena fuente de vitamina D, no es la única. Si crees que tienes una deficiencia de este nutriente, consulta a tu médico sobre la mejor solución.
- Conoce tu piel. El cáncer de piel es más fácil de tratar cuando se detecta a tiempo, por lo que debes conocer tu piel y estar atendo ante posibles cambios. Obsérvala y trata de encontrar nuevas marcas en la piel, como lunares, manchas irregulares o bultos. Observa los lunares para determinar tu tamaño, textura, color y forma. Toma nota si el lunar tiene bordes irregulares o diferencias de color. Si notas alguno de estos cambios, no dudes en consultar a tu médico.
Vía Women’s Health. Fotografía de portada: Eea Ikeda vía Unsplash.